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 El temor
volvió a dominar ayer Corrientes después de que una persona no identificada tratara de
incendiar la casa del presidente de la Cámara de Diputados de esa provincia, el radical
Francisco Aratto, quien atribuyó el hecho a “gente” del oficialista Partido
Nuevo. Este nuevo episodio de violencia obligó una vez más a la Legislatura a postergar
la aprobación del paquete de leyes que el gobernador correntino, Hugo Perié, aguarda
para viajar a Buenos Aires y gestionar ante el presidente Carlos Menem y banqueros
privados la ayuda financiera necesaria para superar la crisis. De todos modos, Perié
sigue avanzando en el reordenamiento de la administración provincial y terminó de
conformar su gabinete con el consenso de toda la oposición.“No podría decir que fue atentado, pero sí un acto intimidatorio, ya que un hombre arrojó en todo el frente de mi casa aceite de lino, que es un producto inflamable, y no pudo encenderlo gracias a que apareció un sereno en el momento en que se disponía a hacerlo”, explicó Aratto acerca del episodio que lo tuvo por protagonista. El frustrado ataque se produjo durante la madrugada y su blanco no fue el domicilio de Aratto en la ciudad de Corrientes, sino su casa de Esquina, localidad de la cual es oriundo el legislador radical. Aratto no anduvo con medias tintas y responsabilizó por el atentado –que se suma a los otros hechos de violencia que se produjeron en Corrientes en los últimos días– “a la gente del Partido Nuevo”, que lidera Raúl “Tato” Romero Feris. El titular de la Cámara de Diputados recordó que “durante el gobierno de (Pedro) Braillard Poccard, en la otra cuadra de mi casa en Esquina, quemaron el auto de una directora de escuela y en aquella oportunidad se descubrió que fue un empleado del ministro de Gobierno y vicepresidente del oficialismo, Hugo Mansini”. A raíz del atentado, Aratto tuvo que viajar a Esquina, lo cual impidió que la Cámara de Diputados se reuniera para aprobar las leyes de reforma del Estado y la autorización a Perié a contraer el préstamo por 120 millones de pesos que necesita para pagar los dos meses y medio de salario y el aguinaldo que se les debe a los empleados públicos. La Legislatura correntina aprobaría hoy esas leyes y recién entonces Perié viajaría a Buenos Aires en busca de ayuda financiera. El gobernador peronista sabe que poco podrá conseguir en Buenos Aires sin antes poner en marcha un ajuste en la administración pública: Corrientes tiene una deuda de 1400 millones de pesos y cuenta actualmente con 70 mil empleados estatales cuyos salarios insumen 36 millones de pesos al mes, o sea 4 millones más de los que mensualmente recibe la provincia en concepto de coparticipación federal. “El apoyo a esta nueva gestión también tiene fecha. La gente apoyó, aplaudió a esta nueva gestión, todo muy lindo; pero la plata no aparece”, se sinceró en los últimos días Perié, quien terminó de conformar su gabinete con el consenso del resto de los partidos de la oposición –la UCR y al Pacto Autonomista Liberal– que lo catapultaron a la gobernación. Los que asumieron fueron Estela Robaina de Domínguez (Hacienda), Roberto Catterino (Salud Pública), Aníbal Centeno (Obras y Servicios Públicos), Marcelo Moreno (Producción y Desarrollo) y Teresa Encinas de Reparaz (Educación). La sesión de hoy de la Legislatura correntina también puede resultar clave para el futuro de Tato Romero Feris. Además de tratar –una vez que sean aprobadas en Diputados– las leyes que aguarda Perié para buscar ayuda financiera, la Cámara de Senadores tiene previsto debatir la intervención a la intendencia de Corrientes, a cargo del caudillo oficialista. Se trata del último paso para desplazar definitivamente del poder al Partido Nuevo.
DUPLICAN LA COPARTICIPACION DE TIERRA DEL
FUEGO
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