El valor del socialismo histórico consiste en transformar a los hombres en dueños de la historia, rechazando abandonar la organización social a las mezquinas decisiones de consumidores y rentistas. (...) La izquierda desaparece a menos que asuma la defensa de los más desfavorecidos. Los extremistas asumen esta idea, pero su sectarismo y carencia de programa les resta crédito. Para superar el obstáculo se necesitan reformas ambiciosas, una propuesta que contemple más allá del mero cálculo electoral. Seamos francos, este proyecto no existe. (De la nota La cuarta vía, de Laurent Joffrin, publicada en la revista francesa Le Nouvelle Observateur.)
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