Por N.V Nosotros vamos a ser solidarios con
el Poder Ejecutivo, que es quien está conduciendo en este momento la crisis, dijo,
a modo de pronóstico, el senador peronista Jorge Yoma. En principio, el jueves próximo
la Cámara alta tiene que discutir la prórroga aprobada por los diputados para el pago
del impuesto sobre rodados, aeronaves y embarcaciones. Sin embargo, el receso invernal
torna dudosa la realización de la sesión. Las dudas se extienden, en realidad, a la
orden que bajará desde la Casa Rosada y cómo logrará la bancada oficialista superar la
interna Menem-Duhalde.
Desde el Gobierno, las señales fueron más que ambiguas. El secretario general de la
Presidencia, Alberto Kohan, se mostró principista. La ley hay que cumplirla. Ya lo
dijimos: este es un impuesto que es producto de una ley, al Ejecutivo le corresponde
cobrarlo y evitar que haya quienes no cumplan. Creo que no puede haber gente que para no
cumplir termine cortando rutas. Eso está fuera de la ley, dijo y remarcó que
los dueños de los camiones terminaron extorsionando al país.
Si sólo hubiera hablado Kohan, el mensaje habría parecido claro. Pero también hizo
declaraciones el ministro del Interior, Carlos Corach. El Gobierno está en
condiciones de devolverle la plata a los contribuyentes que pagaron el impuesto si éste
se derogara. Esto es posible en el país de Menem, dijo exultante al festejar los
diez años de gobierno menemista.
Enredando aún más la madeja de mensajes encontrados, intentó relativizar con que
la derogación no se está planteando.
El candidato a presidente del justicialismo, Eduardo Duhalde, consideró que el impuesto
para el financiamiento docente tendrá que ser pagado por todos y advirtió que si
se cede a las presiones sectoriales, como las de los camioneros, se está alentando a la
desobediencia civil y todos tendrán derecho a presionar si no se quiere pagar. El
gobernador bonaerense coincidió con Kohan en que los dueños de los camiones no
ejercieron una presión sino una extorsión, que obligó a los diputados a prorrogar
al 15 de noviembre el vencimiento del pago del impuesto.
La orden de Duhalde a los diputados para que no voten el proyecto de Oscar Lamberto y
Humberto Roggero de reducir del 1,5 al 0,3 por ciento la tasa para los transportistas de
cargas y de pasajeros, y en un 30 por ciento para aeronaves y embarcaciones, desquició
anteayer la estrategia oficialista. Después de horas de corrillos, encontraron como atajo
postergar el vencimiento del impuesto para después de las elecciones del 24 de octubre.
Los senadores nunca estuvieron de acuerdo con la creación de ese impuesto, pero ahora no
tienen margen para oponerse. Esto hay que descomprimirlo sin claudicar ante los
transportistas, señaló un legislador peronista. El receso de invierno que ya
empezó en varias provincias torna dificultoso que la Cámara alta pueda sesionar la
semana próxima. Se taparán la nariz, los ojos, la boca, pero terminarán
levantando la mano, vaticinaban anoche convencidos de que de cualquier modo es
claro que el impuesto está muerto, ¿quién va a pagar de acá a noviembre?.
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