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Las mujeres parirán acompañadas
si los diputados aprueban una ley

El Senado dio media sanción a un proyecto que permite a todas las mujeres ir acompañadas a la sala de parto, un derecho que se niega en algunos hospitales. Los beneficios según expertos.

Varios estudios mostraron los beneficios del apoyo afectivo.
Se reduce el uso de analgésicos, fórceps y la depresión postparto.

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Por Mariana Carbajal

t.gif (862 bytes) La posibilidad de estar acompañadas durante el parto por un familiar o una persona de confianza podría convertirse en un derecho para todas las mujeres, si la Cámara de Diputados aprueba un proyecto de ley que en la última sesión recibió media sanción del Senado. La norma beneficiaría principalmente a las parturientas de los hospitales públicos donde, generalmente, deben realizar el trabajo de parto en soledad y no se les permite dar a luz en compañía de su pareja u otro allegado. El cambio no sería menor. Según reveló a Página/12, José Belizán, director del Centro Latinoamericano de Perinatología, de la OMS, “está probado científicamente que represen- ta un beneficio relevante en los resultados del parto y en la salud y la relación materno-infantil”. Que la madre esté acom-pañada reduce el uso de analgésicos y de fórceps en el par-to, la incidencia de cesáreas y de nacimientos de niños con poca vitalidad y el cuadro de depresión postparto y, paralelamente, prolonga la lactancia materna.
El proyecto es un “hito tras-cendente en defensa de los derechos de la mujer”, destacó Belizán. La iniciativa fue presentada por el senador justicialista Omar Vaquir, quien había sido acusado por diputadas de la Alianza –junto al resto de sus colegas– de no ocuparse de temas vinculados con las mujeres, como reveló Página/12.
De acuerdo con el proyecto aprobado por unanimidad, el miércoles, en el Senado, las mujeres podrán exigir estar acompañada durante el trabajo de parto, en el parto propiamente dicho y también en el postparto. “La ley servirá para limitar el tráfico de bebés, cuyas víctimas son principalmente las jóvenes y adolescentes madres solteras que tienen sus hijos en maternidades públicas adonde suelen llegar solas”, observó Vaquir, en diálogo con este diario. Si la parturienta no tiene quién la acompañe durante el parto, el proyecto establece que el centro asistencial deberá ofrecerle una persona preparada para esa tarea, para que esté a su lado.
Actualmente, en los sanatorios privados es costumbre que las parturientas puedan dar a luz en compañía de la persona que elijan. En cambio, “en la mayoría de los hospitales públicos ese derecho es negado”, precisó Belizán. “Las mujeres suelen hacer el trabajo de parto en salas enormes, con gran cantidad de camas, donde hay otras parturientas con dolores. Y enfrentan esa situación en completa soledad, lo que redunda en peores resultados tanto biológicos como afectivos”, advirtió el médico argentino, a cargo de la oficina del Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP), con sede en Montevideo.
Belizán consideró imperioso que maternidades públicas adapten sus instalaciones para brindar a la parturienta un lugar íntimo para el trabajo de parto. “Si esto genera costos, se debería tener en cuenta que son mucho más grandes los ahorros”, sugirió. Y señaló que hay otras conductas que, aunque está probado científicamente que son “perjudiciales” se siguen practicando con las parturientas como colocarles un enema, rasurales el vello pubiano y realizarles rutinariamente el corte en el perineo (episiotomía).
Trece estudios que reunieron a 4900 mujeres –algunos de ellos realizados en el CLAP y otros en Guatemala y EE.UU.– descubrieron que con la contención afectiva de un allegado se reduce el uso de medicamentos analgésicos en el parto en un 40 por ciento y de fórceps en un 25 por ciento; desciende el número de cesáreas en un 36 por ciento y el de niños con poca vitalidad en un 30 por ciento; se prolonga la lactancia exclusiva en las primeras 6 semanas en un 32 por ciento; baja la insatisfacción materna con el parto en un 28 por ciento y el cuadro de depresión materna postparto en un 80 por ciento.
¿A qué se deben estos resultados? “Por un lado, se ha visto que si la mujer está sola, enfrenta el parto con mayor ansiedad y este hecho hace que segregue una hormona llamada catecolamina, que produce alteraciones en la contractilidad del útero. Por el otro, al no darse este cuadro se usanmenos analgésicos y estos factores influyen para que el niño nazca con mayor vitalidad”, explicó Belizán. Se presume que por el hecho de estar confortada por alguien que la acompaña afectivamente, la madre tiene mayor satisfacción en el proceso del parto y esto hace que haya mejor aceptación hacia el recién nacido, lo que a su vez, mejora la relación madre-hijo. “Y esta relación inicial tiene influencia en la lactancia posterior”, indicó el especialista.

 

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