|
Por Julio Nudler Gatic, la empresa de los Bakchellian, con planta en La Rioja, gestiona ante el Ministerio de Economía, con respaldo escrito de la Casa Rosada, una millonaria compensación por los perjuicios que le ocasionó la política económica de este mismo gobierno, en particular la apertura importadora. Con la asistencia jurídica del estudio OFarrell, la licenciataria de Adidas pretende así que el Poder Ejecutivo admita los efectos dañinos de su política que en todo caso afectó a muchos otros particulares y empresas y reconozca que demoró más de la cuenta el establecimiento de las medidas extraordinarias de protección, que finalmente adoptó. El resarcimiento reclamado rondaría los 60 millones de pesos, según pudo recogerse en medios oficiales, aunque algunas versiones privadas mencionan cifras muy superiores incluso. El equipo de Roque Fernández dice estar resuelto a rechazar la exigencia de Gatic, que entretanto fue girada a consideración de la Secretaría de Industria, Comercio y Minería, pero confiesa recibir una fuerte presión desde Presidencia para darle luz verde al expediente. Como antecedente inmediato, el 6 de mayo último la Administración Federal de Ingresos Públicos emitió una inusual resolución, número 574/99, que concede generosísimas facilidades de pago a dos empresas concretas, a las que sin embargo no nombra. Se trata de Gatic y Alpargatas. La compensación demandada por la empresa deportiva se convertiría en el último gran favor concedido a ella por el menemismo. En 1995 había logrado, gracias a un fuerte apoyo político que incluyó a Domingo Cavallo, entonces ministro de Economía, que la banca oficial le refinanciara la deuda que mantenía con bancos del exterior. Además, gozó y sigue gozando de barreras protectoras especiales frente a las importaciones, primero en la forma de derechos específicos (es decir, aranceles establecidos en valores absolutos y no porcentuales) y luego como cláusula de salvaguardia (ésta puede imponerse, según acuerdos internacionales, cuando el abrupto aumento en la importación de un determinado producto amenace gravemente la producción nacional). Ahora su reclamo se basa en la lentitud que mostró Industria para otorgarle ese amparo frente a la competencia externa, por lo que exige que le compensen el perjuicio sufrido en ese tiempo. La resolución de Carlos Silvani comienza estableciendo un régimen especial de facilidades de pago a favor de aquellas empresas cuyas actividades se inserten en sectores de la economía protegidos por medidas de salvaguardia.... El único sector que disfruta de éstas es el del calzado deportivo, y las dos grandes empresas en cuestión son Gatic y Alpargatas. Por esta razón, en ámbitos tributarios se considera esta resolución un traje a medida. El régimen ampara todas las deudas impositivas y previsionales, con cláusulas de desusada flexibilidad. Permite consolidar la deuda hasta el último minuto de vigencia de la salvaguardia, que vencerá en febrero del 2000. A partir de ese momento, tendrán diez años para cancelar las obligaciones con el fisco, afrontando una tasa de interés del 3 por ciento anual. Este costo es muy inferior al que aplica la DGI para las deudas sin garantizar, que es del 1,25 por ciento mensual. Precisamente, la resolución de la AFIP deja librada a la apreciación discrecional del propio organismo la exigibilidad de la constitución de garantías.... Pero hay más. Según el artículo cuarto de la resolución, si las empresas beneficiadas por una medida de salvaguardia (de nuevo se habla de Gatic y Alpargatas sin nombrarlas) integrasen un conjunto económico con empresas de diferente actividad, será admisible el acogimiento de estas últimas al presente régimen, en la medida en que acrediten la incidencia sobre ellas del perjuicio económico o financiero soportado por las primeras. Esto implica que las deudas de otras plantas de esos dos grupos que también tienen tejedurías, talleres de indumentaria y fábricas de denim pueden ampararse en las mismas facilidades extraordinarias. Por otra parte, y según se indica en otro artículo de la resolución, la inclusión de la deuda en este régimen implicará su regularización a todos los efectos. Ya dictado este mecanismo excepcional, surgió una situación bastante particular: ante una denuncia de la Unión Europea (Estados Unidos e Indonesia son también partes interesadas), un tribunal de la Organización Mundial de Comercio declaró ilegal, tres semanas atrás, la salvaguardia que ampara en la Argentina al calzado deportivo. Sin embargo, se espera que el país apele la decisión, lo que permitirá ganar tiempo. La embestida internacional había comenzado varios años antes, contra los derechos específicos que protegían a las zapatillas, lo que llevó en febrero de 1997 a incluir esa barrera dentro de un régimen de salvaguardia para escapar así al cuestionamiento. Esto es, precisamente, lo que no quiere admitir la OMC. Aparte del particular caso de Gatic, los consultores económicos están recibiendo encargos de estudiar la presentación de reclamos ante el Gobierno por los perjuicios sufridos, intentando aprovechar un cierto ambiente de liquidación por fin de temporada. Sin embargo, quienes no cuenten con poderosas palancas para mover sus carpetas tienen poca o ninguna posibilidad de éxito, y en el fondo apuntan a reservarse una carta de negociación ante las futuras autoridades. Hoy todos están apretados -dijo una fuente a Página/12 y están dispuestos a tirarse un lance. Iniciarle un juicio al Estado puede ser una buena inversión a futuro. Instinto para hallar el lugar apropiado Por Pablo Ferreira COMO ABLANDAR A BANQUEROS Y RECAUDADORES Uno de los grandes
éxitos de Eduardo Bakchellian fue el salvataje obtenido en 1996 para Gatic, fuertemente
averiada por el efecto Tequila. El entonces ministro Domingo Cavallo obligó al Banco
Nación a prestarle a la empresa un total de 15 millones de pesos, con la misma
arbitrariedad con la que en su momento esa entidad refinanció a las curtiembres de Yoma.
Roque Maccarone, titular de la entidad, se oponía a elevar más el endeudamiento de
Gatic. Sin embargo, el crédito fue acordado.
|