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Ecuador entre el vacío de poder y la militarización

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El presidente Jamil Mahuad afirmó que no renunciará, pero los problemas generados por el paro de transporte se generalizan con el bloqueo de rutas por los indígenas, en el quinto día de huelga.


t.gif (862 bytes)  Militarizado y en caos. Así amaneció Ecuador ayer al cumplirse el quinto día de la huelga de transportes en protesta por el alza del 13 por ciento en el precio de los combustibles. La medida recibió el apoyo de organizaciones indígenas que bloquean las rutas principales del interior del país. El reclamo que paraliza al país se agravó por el estado de emergencia decidido por el gobierno, que desplegó a miles de efectivos militares y policiales y ya arrestó a casi 300 manifestantes. El presidente Jamil Mahuad aseguró que no va a dejar el poder, pero el lunes se realizará un “levantamiento popular e indígena” pidiendo su renuncia.
El frente de protesta popular se mostró dividido en su estrategia. Los delegados de los transportistas de pasajeros y camioneros se reunieron el jueves con representantes del gobierno para intentar llegar a una solución, pero la Federación de Taxistas que lidera la huelga aseguró ayer que desconoce cualquier acuerdo y que continuará con la medida de fuerza. Los representantes de los 50.000 taxistas que iniciaron el bloqueo de calles en Quito y Guayaquil no estuvieron presentes en las conversaciones, por considerar que el gobierno no les daba garantías de su seguridad. “No puedo salir a la calle porque quieren arrestarme para terminar con el paro”, denunció el presidente de la Federación de Taxistas Pedro Alava, que pasó a la clandestinidad después de que el presidente Mahuad declarara el estado de emergencia el lunes.
El gobierno decretó la situación de emergencia en un fallido esfuerzo por quebrar el paro, y apostó miles de efectivos militares y policiales en centros clave de las principales ciudades del país para evitar manifestaciones violentas y detener a los manifestantes. Alava aseguró que 280 conductores fueron arrestados desde el inicio del conflicto, e insistió en que el paro se mantendrá hasta que Mahuad decida derogar el alza de precios. “Nuestras exigencias son inmodificables. El gobierno rompió el diálogo y continuaremos la huelga indefinidamente”, amenazó.
“Eso es imposible. El gobierno no puede ni va a aceptar una exigencia de esa naturaleza”, respondió el ministro de Gobierno Vladimiro Alvarez. “No vamos a regresar a los precios anteriores ni vamos a derogar el alza. La posición del gobierno es una sola y no coincide con la de los amigos transportistas”, sentenció.
Al reclamo urbano se sumó el apoyo de casi 5000 indígenas. Según dirigentes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), las protestas se mantendrán hasta que el gobierno elimine el aumento al precio del combustible, se libere a los más de 250 detenidos durante las protestas de esta semana y el gobierno rectifique su gestión económica. Los indígenas continuaron con los cortes de las principales rutas en el interior del país, provocando un incipiente desabastecimiento de alimentos.
“Este levantamiento es indefinido y por eso en todas las provincias se están tomando carreteras”, advirtió el presidente de CONAIE Antonio Vargas. “Los indios no vamos a ceder ni vamos a dialogar mientras no nos aseguren que tendrán en cuenta nuestras exigencias –subrayó Vargas–. También pedimos que renuncie Mahuad.”
Pero Mahuad aseguró ayer en una entrevista televisiva que no va a renunciar porque tiene “las manos limpias” y actúa según lo que le dicta su “conciencia”. Ante los reclamos por un cambio en la política económica, el presidente explicó que mantendrá el rumbo decidido y que firmará un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 400 millones de dólares, que podrían aliviar el estado crítico de la economía ecuatoriana. “Espero que Ecuador reciba ese dinero en los primeros días de agosto.”
El Frente Patriótico de Ecuador (FP) –que agrupa a organizaciones sindicales, indígenas y de pequeños comerciantes– convocó ayer a un “levantamiento popular e indígena” para el lunes, en reclamo de la renuncia de Mahuad. El presidente del FP, Luis Villacís, adelantó que no aceptará la invitación de la Iglesia Católica para sentarse a la mesa de negociaciones con funcionarios del gobierno, y aseguró que aunque selevante el paro “nosotros protestaremos porque estamos en desacuerdo con el gobierno”. “Pedimos la renuncia del presidente porque no quiere derogar las medidas económicas. Anoche ratificó que va a seguir con el FMI, eso no está bien”, reclamó Villacís.

 

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