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El encuentro fue en su hotel de Río de Janeiro, durante la reunión de 48 jefes de Estado. Era una ciudad tomada por 11.000 militares que custodiaban y que hicieron desaparecer por dos días a mendigos y chicos de la calle para que reapareciera la Cidade Maravilhosa. Fidel Castro llegó con su Mercedes Benz blindado y una delegación de 110 cubanos, de los cuales 53 portaban armas. Respeto a los compañeros que me cuidan dijo Fidel, pero hace años que no tengo privacidad, que nunca puedo estar solo. No tenían entrevista arreglada, pero el grito Comandante, un mensaje para Argentina, surtió efecto. Fidel se detuvo y conversó por 45 minutos con Daniel Togneti, de Caiga Quien Caiga. Lo quiero invitar a que venga a la Argentina... Póngase de acuerdo con Menem. El me ha invitado, y somos amigos en lo personal. Diferimos en lo político (...). Le quiero decir que gran parte del pueblo argentino no tiene su misma opinión sobre la persona de Menem. Sí, pero son dos cosas distintas: cuando conversamos él y yo, y cuando se reúne con la prensa. Allá también son dos Menem. Es parte de su oficio. A la vez, de vez en cuando tengo el privilegio de recibir el obsequio de sus vinos. ¿Quién ganaría si yo llego a contestar cualquier crítica de Menem? Los vecinos del Norte. Entonces yo escucho. ¿Usted dice que a Menem lo mandan los vecinos del Norte a decir eso? No. Menem hace todas esas cosas por su cuenta. Y hay dos Menem: yo tengo aprecio por Eduardo Menem, y cuando aspiró a presidente del Parlamento Internacional, yo lo apoyé. El presidente Menem está apunto de dejar el gobierno. ¿Usted lo sabe, no? Sí. Me imagino que le duele, porque le gusta la tarea. (Sonríe con intención.) A usted también... Sí, a mí me gusta muchísimo. Es mi vocación. Pero no valdría de nada un minuto en el gobierno si no estuviera inspirado en una idea más alta, que va mucho más allá del egoísmo, la voluntad, la ambición. Y no estoy acusando a nadie de eso. Y mucho menos a Menem. A él le gusta el gobierno. Para mí el gobierno es el instrumento de un oficio. Yo ejerzo ese oficio, desacreditado en casi todas partes del mundo. Comandante, cuarenta años en el poder, quizás es la persona más autorizada... ...En el poder cuarenta años. Llevo cuarenta años repartiendo el poder... Y llevo cuarenta años (cierra los ojos, mueve la cabeza con énfasis) convirtiendo en poder a la gente humilde, y definiendo qué es el poder. Yo no soy Luis XIV, ni soy Napoleón Bonaparte, ni nada de eso. Ni pienso en la gloria: sigo los principios de Martí. (Con énfasis, se lleva las manos a las sienes y cierra los ojos.) Tengo afortunadamente una filosofía. Lo otro es vanidad, tontería. Aquí en el mundo siempre soñaban poder. Yo no tengo un poder, yo represento el poder del pueblo. Y no hago más que compartirlo con los dueños, yo soy un siervo del pueblo. Y no son palabras, ni demagogia. Sí, he vivido. Comencé muy temprano a luchar. Sí, pues pasé hambre, incluso cuando era pequeño, hijo de una familia que no tenía dinero. Tuve que conocer al mundo por mi cuenta, tomar muchas decisiones. Aprendí. He tratado de ser cada vez mejor. Nadie nace bueno. Todos somos egoístas desde que nacemos. Hay que enseñarnos desde que somos unos niños a no ser egoístas, a ser generosos. Repartir. Somos una especie de animalitos cuando nacemos, con algunos genes, con una inteligencia que nos permite crecer, desarrollar ideas, desarrollar conciencia. Si tengo algún mérito y me cuesta mucho más trabajo reconocer alguno es que me he hecho a mí mismo. A base de luchar contra mí mismo y a base de tratarde ser mejor cada día, sin dejar de ser nunca crítico, sin dejar jamás de estar insatisfecho con lo que hago, y con una sola obsesión que es tratar de utilizar cada vez mejor el tiempo, y hacer cada vez mejor las cosas, y cumplir cada vez mejor con mi deber. Pienso que hoy soy mejor que cuando tenía 6 años, y mejor que cuando tenía 20, y mejor que cuando tenía 40. Y espero que en el último segundo de mi vida tenga conciencia, pueda tener conciencia, de que ese día sea mejor de lo que pueda ser en otro momento. Soy un eterno inconforme, no sólo con este mundo (señala hacia el resto de la gente de la convención) caótico, injusto, que he conocido, pero además un mundo prometedor también, porque tiene que cambiar, por necesidad. Si yo soy un inconforme eterno conmigo mismo, y mi más sincero y profundo crítico, te hablo con franqueza, no son palabras ni demagogia. Acabo de estar en una cumbre, a mi juicio la mejor de mi vida. Es la más histórica. Por una razón especial, porque este momento del mundo es histórico, nos obliga a todos nosotros a ser un poco más conscientes, más responsables que nunca. Estamos en los umbrales de un siglo que tiene que ser diferente. Vivimos el privilegio de una etapa que ninguna otra generación ha vivido nunca: eso que llaman globalización. Tal vez lo que esté diciendo aquí en el micrófono a lo mejor lo pueden estar oyendo en China. ¡Cuántas responsabilidades tenemos! Seis mil millones de personas es bastante, dependen de las mejores ideas de nosotros; de lo que los hombres sean capaces de decir a un mundo lleno de confusión, de mentira..., pero un mundo también lleno de talento, de nobleza, de mucha gente buena, sobre todo en el pueblo. A pesar del carácter enajenante de este orden, de la sociedad de consumo, y de otras muchas cosas que llevaría tiempo nombrar, me siento un privilegiado por haber llegado a esta edad, teniendo conciencia, por lo menos la mente creo que la tengo bastante clara... El Subcomandante Marcos, ¿qué le parece como revolucionario? Usted sabe que no he tenido el privilegio de conocerlo, pero me interesa muchísimo una cosa que es increíble: el estilo de expresarse... No he tenido el privilegio de verlo porque no participa en las conferencias internacionales, no lo puedo conocer en persona, pero creo que habla cosas muy bellas. Es todo un filósofo. ¿Cuba va a ser socialista siempre? Más allá de siempre. Tiene que ser cada vez más socialista y mejor socialista. Cuba, como el mundo, tendrá que pertenecer algún día a una humanidad solidaria y generosa. ¿Cree que hay Fidel para rato? Sí, porque yo soy un hombre de oficio, he desarrollado ideas. Los hombres morimos, es incluso un derecho que tenemos, pero las ideas no. ¿Qué va a pasar con Cuba cuando usted no esté? Cuando yo no esté..., si yo fuera capaz de inspirar con mi ejemplo, con mi cumplimiento del deber hasta el final, entonces podrá ser más justa que ahora. ¿Usted es un prócer? Ningún prócer. Prócer fue Bolívar. Prócer fue San Martín. Yo soy hijo de un modesto campesino español, que fue enviado como soldado para luchar contra la independencia de Cuba. Lo bueno que tiene ser hijo de padres duros es que los padres lo hacen a uno rebelde. No sea humilde. Usted es Fidel Castro, es un mito. Un tipo se llama así si tuvo la suerte de nacer en esta época, si nacía hace cien años nadie lo conocía. Además un individuo que tuvo el privilegio de nacer en un país pequeño que está al lado de Estados Unidos. Si yo soy Fidel Castro es gracias a Estados Unidos. No sólo me han dado fama no de hombre bueno, sino de hombre malo sin darse cuenta de que alguna gente siente el deseo de curiosear qué es un hombre malo, qué es un demonio, qué es un infierno. No es que coincida con eso, con ellos en eso,pero sus miedos me han dado fama. Yo hubiera podido permanecer anónimo, yo no hecho nada por tener renombre ni fama. Hizo una revolución, ni más ni menos. No más de una modesta revolución que no vale de nada si no la seguimos adelante. Que no vale de nada si no la conservamos pura, o por lo menos nosotros no nos conservamos puros, si no somos capaces de ser consecuentes con aquellas ideas, de desarrollarlas. Porque ¿qué es un país, qué es una revolución? Es una pequeña isla que pertenece a un mundo que tiene que cambiar, que tiene que revolucionarse, que tiene que hacerse solidario con otros hermanos. Si no, nos ponemos un traje verdolín y hacemos una revolución. No te digo que sí porque me van a acusar de estar promoviendo la subversión. No hace falta promover ninguna subversión porque el mundo está ya subvertido.
El guardián del Che Guevara
¿Cuál es para usted el personaje del siglo XX?
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