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LOS CAMIONEROS NO ESTAN CONFORMES
“Nos bicicletearon”

Pese a que desde afuera podría pensarse que los camioneros estarían festejando, la mayoría siente que no ganó nada y que será difícil en noviembre repetir un paro de la misma fuerza.

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En el puerto, la actividad había vuelto a la normalidad pese al feriado del viernes.
“Uno ya perdió la confianza, así que no me hago ilusiones y pienso que en noviembre tendremos el mismo lío.”

Por Luis Bruschtein

t.gif (862 bytes) “Molestamos a medio país y no conseguimos nada en concreto: nos tiraron para adelante, nos bicicletearon” es la frase que sintetizaba la opinión de los camioneros que después del paro de principios de semana han comenzado a reintegrarse a la faena diaria. Pese al feriado, el viernes en el puerto se formaban filas para esperar cargas o descargar. No es la actividad rumorosa de un día normal, pero es más de lo que se espera de un feriado: había que recuperar el trabajo perdido.
“Uno ya perdió la confianza, estamos curados de espanto, así que no me hago ilusiones y pienso que en noviembre vamos a tener el mismo lío”, estima Roberto Luzuriaga, de 40 años, con 11 de camionero, mientras anuda la soga del semirremolque cargado con cajas de bananas que llevará a Mar del Plata. Todos coinciden en que el paro tuvo mucha fuerza. Algunos evalúan que fue el más fuerte de los últimos años y están convencidos de que en noviembre, si se repite el problema, habrá nuevos paros. “Si tienen que parar, van a parar de nuevo, si es que no hay arreglo”, afirma Walter Perdomo, de 50 años y con 30 de camionero. No es patrón, sino chofer de un poderoso Mercedes adornado con banderines de Independiente.
En los camiones del puerto hay más choferes que patrones y, de éstos, la mayoría son dueños sólo de una o dos unidades. Pero Perdomo asume la combatividad del paro patronal con su propia lógica. Se siente involucrado en el conflicto. “No dieron demasiado –reconoce–, solamente se arregló un intervalo para buscar una solución razonable a esta cuestión. Pero este paro fue el más grande de los que yo me acuerdo, así que en noviembre, se arma otra vez si no hay arreglo.”
“En noviembre no cambia nada” dice a su lado Adrián González, conocido entre sus compañeros de ruta como “Chuqui, el muñeco maldito”, que tiene su camión detrás del de Perdomo. Los dos aseguran la carga y controlan las gomas con el garrote. Están engrasados hasta los codos, porque anduvieron en los motores mientras esperaban turno para recibir la carga.
“Esto sigue igual –subraya González–. Cuando se habló del paro, no fue solamente por el impuesto educativo, sino también por el precio del combustible y los peajes. En un viaje ida y vuelta a Mar del Plata tenemos que pagar 42 pesos solamente en los peajes.”
Desde afuera podría pensarse que los camioneros festejarían el resultado, pero en general están escépticos y coinciden en que el esfuerzo fue grande y los resultados pocos. Algunos choferes prefieren no hablar: “Qué le puedo decir, lo único que sé es que perdí como en la guerra, porque estuve tres días sin trabajar”, afirma uno de ellos, que carga vigas de cemento.
“El chofer perdió días de trabajo, y el patrón también, pero el chofer no gana nada”, coincide Orlando Basso, que también cargó bananas para llevar a Rosario. El barco que las traía estuvo a punto de desviar su ruta cuando le avisaron del paro. Dio vueltas desde el martes. Fue primero a Montevideo y después regresó a Buenos Aires. “El paro se hizo sentir, pero no sirvió para nada –agrega Basso–, porque le pasaron el problema al gobierno que viene. Hay que ver cómo se soluciona en noviembre. Según dijo De la Rúa (Fernando), hay que hacer cumplir la ley. Si gana el PJ a lo mejor dan otra solución.”
Daniel Aires tiene 29 años, empezó como patrón y cuando perdió su camión siguió como chofer. “La fábrica con la que trabajo pide modelos nuevos y cuando la gente ve un camión así, piensa que está todo pagado. Dos camiones trabajando, apenas dan para pagar la cuota, los impuestos y mantener a la familia. No basta con derogar la ley, hay que cambiar las condiciones en que se da esta actividad, donde hay muchos intermediarios. A lo mejor para el dueño de una flota grande, la situación es distinta.”
“Yo creo que el paro tuvo fuerza –señala–, pero los logros no fueron los esperados; la gente quería que se derogara la ley y que comenzara ahablarse de otras cosas, como los peajes, las tarifas de los fletes, el combustible...la cosa no se termina con prorrogar la ley. No es un problema de un sector, sino de la política general de este gobierno.”
Para Aires, esta política logró enfrentar a distintos sectores. “Cuando fue el paro agropecuario –ejemplifica– a varios de nosotros nos tocó colaborar en sus piquetes, pero en este paro el agro ni se acercó. Además no es cierto que estemos contra los docentes. Acá hay un problema que es general y que nos afecta a todos, que es la política de este gobierno.”
Cerca de Aires, José Manuel Carreño duda de que en noviembre haya otro paro. “La mayoría de los transportistas están agrupados en forma muy individual –explica–. Esta fue una época flaca de trabajo, pero en noviembre van a estar las cosechas y la mayoría del parque camionero es cerealero y habrá más plata. La gente va a estar muy desperdigada y este paro produjo mucho atraso, hay que pagar las cuotas.”

 

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