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Menem se asustó y dijo que Roque no se va nada

El ultimátum parece haberle salido bien esta vez al ministro de Economía, resuelto a no darle un peso más a Víctor Alderete para el PAMI. Una vez más, todo se arreglaría con más deuda.

Víctor Alderete, cuestionado presidente del PAMI.
Los banqueros no le ven cara de deudor confiable.

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t.gif (862 bytes)  El propio Carlos Menem y también Alberto Kohan, secretario general de Presidencia, procuraron ayer disipar el impacto provocado entre jueves y viernes por Roque Fernández al dejar trascender, a través de varios voceros, su intención de renunciar si el Gobierno decidía una ampliación del gasto para darle a Víctor Alderete la plata que reclama. El mensaje tranquilizador del Presidente y de su colaborador afirma que el ministro de Economía se queda, pero es más impreciso en cuanto a la solución para el presunto estrangulamiento financiero del PAMI. Este recibiría un crédito de la banca comercial, lo cual evitaría que el Tesoro Nacional le desembolse más fondos. Sin embargo, la negociación con los banqueros todavía está en curso y no hay certeza sobre cómo concluirá.
Buscando restarle importancia a la gresca estallada en el gabinete entre el ala política, por un lado, y Economía por el otro, Menem explicó que se trata de una polémica y no de una pelea, agregando que en su gobierno “hay libertad absoluta para discutir, porque esto no es un régimen militar”. Pero lo más concreto que dijo a través de un diálogo con Radio Continental es que “Roque Fernández sigue firme, con el aval y el apoyo total del Presidente de la República”. En esas mismas declaraciones sugirió que la solución provendría de un préstamo bancario, garantizado con los ingresos futuros de la obra social de los jubilados.
El pedido de crédito se amparará en un decreto de necesidad y urgencia que logró Alderete meses atrás, autorizándolo a endeudarse en 400 millones, pero que hasta el momento no consiguió convertir en efectivo por la desconfianza de los bancos. A éstos el respaldo del decreto les parece insuficiente, y además tienen muchas dudas sobre la solvencia del organismo, cuya autarquía –iniciada con el comienzo de 1998– lo pone a resguardo del control de Economía. Desde mal manejo a corrupción, los informes que circulan sobre el PAMI coinciden en el tono lapidario.
Kohan anunció ayer que pasado mañana volverán a reunirse Fernández, Alderete y el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, para encontrar una salida. Del encuentro participaría también Miguel Kiguel, subsecretario de Financiamiento, y eventualmente un representante de la banca si, para entonces, las tratativas se encontrasen bien encaminadas. Lo que se da por descontado es que, al no existir un aval del Tesoro para la operación, los banqueros exigirán una tasa de interés más elevada aún que la que se está viendo obligado a pagar el Estado.
“El que tiene que irse es Alderete”, opinó ayer Domingo Cavallo, quien esta vez eligió respaldar a Fernández, blanco habitual de sus críticas. El antecesor de Roque sostuvo en declaraciones a radio Mitre que si el ministro habilita los fondos que pretende el PAMI, “se le provoca al país un daño tremendo”. Por tirar números, dijo que entre el 20 y el 30 por ciento de los recursos de la entidad “se filtran en vericuetos burocráticos y corrupción”.

 

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