Por Gabriela Carchak Empieza él con una pregunta:
“¿A qué no sabés lo que me pasó? ¡Me cruzaron con Gatti por la radio! –en
ese momento una enorme sonrisa le ilumina la cara–; yo era chiquito y lo tenía como
ídolo, lo tengo todavía y ¿sabés qué?; no lo conozco en persona. Ya quedamos que
cuando termine el campeonato nos vamos a conocer. Y todo porque tuve que pasar el peor
episodio de mi vida deportiva.”
–Usted tiene una imagen muy stone, y en la cancha, de hombre malo, sin embargo su
corazón apunta hacia otro lado, ¿cómo convive con eso?
–No, pará, cara de malo no: cara fea en todo caso. Ahora hablemos de lo otro: soy
Atleta de Cristo. Cuando era joven tuve unos inconvenientes, inclusive dejé de jugar al
fútbol desde los 17 hasta los 20 años, porque me quería escapar, empecé a salir y
cosas que no iban con mi profesión. Pero un día Fabiana, que ahora es mi esposa, se
enfermó y ningún médico encontraba la solución, recorrimos todos y cada unos de los
médicos, cuando se terminaron los médicos vino un amigo y me dijo: “Tengo una bruja
que te puede salvar” y yo recorrí todo. Terminé sin un peso y con Fabiana cada vez
peor, entonces la invitaron a una iglesia evangélica, a mí me chocó mucho esa idea, yo
tenía un concepto del evangelio que no me cerraba y cuando ella se acercó a Dios, lo que
no pudo hacer la ciencia, lo hizo El en el acto, y a pesar de eso yo seguía sin creer. No
quería ir, pensaba que me iban a lavar la cabeza. Después de siete meses me acerqué,
nadie me dijo nada, simplemente conocí a Dios. Mi relación con Dios es bárbara, no ando
hablando de religión ni esas cosas, yo digo que tengo un amigo que se llama Jesucristo
que es lo más grande que me pasó en la vida.
–¿Les habla a sus compañeros de sus convicciones, acercó alguno a su pensamiento?
–Sí, siempre. Ahora ya somos diez que nos juntamos a leer la Biblia, a orar en las
concentraciones, inclusive hace un ratito se fue un pastor que vino a hablarnos de Dios y
yo digo que todo esto tiene mucho que ver con el presente de Chacarita.
–¿Dios va a ayudar a Chacarita a ascender?
–Dios no juega, no entra a la cancha, pero nos da un espíritu de fortaleza, de
convencimiento, nos hace saber que cuando se terminan las fuerzas humanas hay fuerzas
espirituales, de eso no tengo dudas, y si alguien flojo de espíritu compite contra
alguien fuerte en ese sentido a la larga va a terminar perdiendo.
–¿Puede la estructura del club soportar la campaña en Primera?
–Sí, porque al ascender el club tiene otros ingresos de televisión, recaudación,
de la masa societaria. Yo lo viví en Colón, cuando ascendimos se recontramultiplicaron
los ingresos. Es más, yo te diría que Chacarita no va a poder subsistir si se queda en
segunda división.
–Pero la época de estadios llenos ha pasado, ahora hasta a los equipos con más
convocatoria les cuesta llenarlos y aunque así fuera deben calcular que los gastos
también serán diferentes.
–Lo que pasa es que Chacarita es la antítesis total de la situación, cada vez va
más gente. Y con respecto al dinero, ya la televisión garantiza un dinero importante con
lo que se puede mantener la campaña. Imaginate que no es lo mismo jugar con Arsenal que
jugar con Boca. Hoy Chacarita marca la subsistencia de muchos clubes que están esperando
todo el campeonato para jugar con nosotros porque así se aseguran la recaudación.
–De los arqueros en actividad, ¿con quién podría compararse?
–Primero de todos Gatti, siempre. Es más, viene Jesucristo y después Gatti. Yo soy
arquero por él, lo mío es devoción total. ¡Iba a ver a Boca por él! De los actuales,
pagaría una entrada para verlo a Burgos, porque me encanta, además canta un fenómeno,
encima de que ataja bien, canta. Otro que me gusta es Martín Herrera, es un pibe que
sufrió mucho y ahora le está yendo bien. Yo me acuerdo de que antes uno miraba y estaban
Navarro Montoya, Comizzo, Islas, Scoponi; era toda una camada que estaban más arriba,
ahora el nivel es muy parejo.
| A otra final Chacarita derrotó 3-1 a Defensa y Justicia y se clasificó para la final del
torneo reducido de la B Nacional, que define el segundo ascenso a Primera División.
Hernán Pagés, Fabio Schiavi de penal y Silvio Carrario marcaron los goles del ganador,
mientras que Jorge Galleguillo había puesto en ventaja al conjunto de Florencio Varela. A
pesar de ser superado durante muchos pasajes, el equipo de San Martín apostó al coraje
para sacar adelante un partido muy duro ante un rival que no regaló nada. El rival de
Chacarita surgirá del partido que jueguen hoy All Boys y Juventud Antoniana. Si ganan los
de Floresta por cualquier marcador, logran la clasificación, pero un empate les da el
pase a los salteños. |
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