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Por Fernando Almirón Desde Corrientes  La Iglesia
católica correntina es el cuarto factor influyente en la crisis que tiene sumergida a
Corrientes desde hace ya casi dos meses. Primero arbitró entre el oficialismo y la
oposición, y luego se convirtió en referente de los autoconvocados en la denominada
“plaza del aguante”. El sacerdote Pablo Sánchez, vicario de Corrientes, es el
hombre que el influyente obispo provincial, Salvador Domingo Castagna, puso como
representante de la Iglesia entre los docentes, estatales y gremios correntinos que
lograron con su presión desplazar del poder al Partido Nuevo que controla
“Tato” Romero Feris. Por conciliar y con un discurso comprometido con la
situación de los pobres y marginados, Sánchez comparó el accionar del PaNu con el mal. –Ayer Tato Romero Feris dijo que Corrientes puede estallar ante el menor chispazo, y no descartó un enfrentamiento armado. –Sería muy lamentable. Los hermanos que se manifestaron a favor de un cambio lo hicieron de manera absolutamente pacífica. Fue un pueblo que cantó, bailó y aguantó con alegría y paz esta crisis. Fue una escuela de convivencia social muy importante. Evidentemente ya hubo provocaciones, tal como usted lo dice, pero la idea es no responder al mal con el mal, sino al bien con el bien. –¿Cuál fue la participación de la Iglesia en el conflicto? –Corrientes estaba caracterizada por la sumisión, por un gran silencio y algunos aseguran que incluso sumido en un gran miedo. El obispo, durante la Fiesta de la Cruz en el mes de mayo, dijo ante una multitud de fieles que no se sorprendan si el pastor y la comunidad cristiana eligen estar cerca de los que sufren para acompañarlos y alentarlos en el reclamo de sus derechos. Y los docentes y escuelas cristianas adherimos a las demandas del pueblo. –¿La gente ya no confía en los políticos y volcó su confianza hacia la Iglesia? –Podemos decir que la gente se ha sentido expresada por la Iglesia y alentada por su accionar. –El obispo aseguró durante el Tedéum del 9 de julio que no era tiempo de palabras. ¿Fue un mensaje a los políticos allí presentes? –Eso lo ha dicho mas de una vez asumiendo el descreimiento generalizado en los correntinos por los discursos. Yo creo que se llegó a esta situación después de muchos discursos que no siempre eran corroborados con la conducta. Además de una experiencia de política y gestión de gobierno basada en un aparato publicitario que había dibujado una realidad que no se compadecía con la que la gente experimentaba en su vida cotidiana. De la que también participaron los medios en manos de los poderosos. –¿Qué ocurrirá si el gobierno interino no logra el crédito que necesita para ponerse al día con los sueldos? –El pueblo permanece reunido en la Plaza 25 de Mayo. La gente quiere creer en sus dirigentes, seria suicida pensar a priori que van a fracasar en su gestión. –Tato Romero Feris dijo que el próximo viernes, cuando sea la festividad de la Virgen de Itatí, montará a caballo para encabezar una multitud de peregrinos hacia el lugar, lo que se puede interpretar como una nueva demostración de fuerza, ahora ante la Iglesia. –¿Eso dijo que iba a hacer? Bueno, no es la primera vez que va al santuario de la Virgen, y está en todo su derecho a hacerlo, como todo aquél que se profesa creyente. Ahora él también será responsable de la significación que quiera darle, pero aquello es un hecho estrictamente religioso, y si alguien pretende darle una connotación política, bueno, tendrá que hacerse cargo de los riesgos que esto implica. –A su entender, ¿cuál es el mayor problema de Corrientes? –Un sistema económico donde la marginación ha sido un dato constante de la realidad, la propiedad de la tierra es una realidad escandalosa. Hay grandes extensiones de tierra en manos de unos pocos, y esta extrema precarización de las posibilidades de trabajar la tierra y de ella obtener el sustento para las familias. Por otra parte hay que tener en cuenta que en toda la provincia casi el 40 por ciento de la población trabaja para el Estado, de tal modo que manifestarse en contra de un régimen que le proveía un sustento mínimo era muy difícil. Hoy nos encontramos ante una gran expectativa, es la hora de escuchar al pueblo, hay que atender a los que menos tienen.
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