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LOS VECINOS DICEN QUE HAY UNA OBRA ILEGAL

Los arcos de la discordia

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La Asociación de Amigos del Lago denunció que se está construyendo sin permiso bajo los viaductos, en los bosques de Palermo.


Por Eduardo Videla
t.gif (862 bytes)  Pese a que en los arcos ubicados bajo los viaductos, en los bosques de Palermo, está prohibido construir nuevos locales, los vecinos de Palermo detectaron una nueva obra, presuntamente ilegal, y presentaron la denuncia ante el Gobierno de la Ciudad y la Justicia. Según la Asociación Amigos del Lago de Palermo, en diez arcos ubicados frente al Planetario, en el Parque Tres de Febrero, se estaría construyendo un nuevo boliche, similar a los cuestionados Paseo de la Infanta y Arcos del Sol. Para el gobierno porteño, “la obra –que se ejecuta en terrenos del Estado nacional– es clandestina”. Hoy mismo, la Dirección de Obras y Catastro exigirá los planos de la construcción. “Y si no los presentan, será clausurada”, dijo a Página/12 Fabio De Marco, director adjunto de esa cartera.
La denuncia fue presentada el miércoles por Osvaldo Guerrica Echevarría, presidente de la Asociación Amigos del Lago, ante la Secretaría de Planeamiento Urbano, encargada del control de las construcciones nuevas en la ciudad, con una copia a la Fiscalía Nº 33, a cargo de José María Campagnoli. En esa fiscalía se investigan las irregularidades en concesiones de distintos espacios públicos en el Parque Tres de Febrero, en una causa en la que está procesado, entre otros, el ex intendente Carlos Grosso.
Según los vecinos de Palermo, la obra es ilegal porque transgrede el Código de Planeamiento Urbano, que zonifica todo ese sector de los bosques de Palermo como “Urbanización Parque”, lo que impide levantar cualquier nueva construcción que no tenga que ver con la utilización de los espacios verdes”, dijo Guerrica Echevarría a Página/12.
Los trabajos se llevan a cabo en los arcos ubicados bajo los viaductos del ferrocarril, a la altura de la calle Belisario Roldán, a 200 metros de la avenida Sarmiento, frente al Planetario Municipal, y al lado de un predio de la Fuerza Aérea Argentina. El lugar fue cerrado por un cerco de obra, construido con bloques de cemento. No hay ningún cartel que indique el número de habilitación ni quién es el director de la obra. Y sólo se puede ver lo que ocurre allí dentro husmeando por algún agujero o trepando por el terraplén, desde las vías. Desde allí se observa que las máquinas trabajan en la excavación del suelo, dentro de los arcos, como para construir en desnivel.
Hasta ahora, parte del lugar estaba abandonado, salvo un sector que era ocupado por la Fuerza Aérea. Para Guerrica Echevarría, en ese sitio “el gobierno porteño debería hacer algún emprendimiento de uso público, como estaciones de gimnasia, juegos para niños y mesas de ajedrez”. “Sólo se puede construir en ese lugar con un cambio de zonificación, aprobado por la Legislatura –advirtió el dirigente ambientalista–. Además, esa zona fue declarada como Area de Protección Histórica, junto a todo el Parque Tres de Febrero”.
Para los Amigos del Lago, la apertura de un nuevo boliche en esa zona tendría un impacto ambiental negativo, originado en “la cantidad de autos, el ruido y todo el movimiento ajeno a lo que es un parque”. ¿En qué espacio verde del mundo se dan los usos abusivos que se producen aquí?”, se preguntó Guerrica Echevarría.
Los espacios ubicados debajo de los viaductos del Ferrocarril, en Palermo, son el centro de un conflicto entre el Estado nacional y el Gobierno de la Ciudad: son propiedad del Ente Nacional Administrador de los Bienes Ferroviarios (Enabief) –que administra terrenos y edificios que fueron de Ferrocarriles Argentinos–, pero la habilitación de cualquier local corresponde a la administración porteña.
En el marco de ese conflicto, el director adjunto de Fiscalización de Obras, Fabio De Marco, aseguró a este diario que “no ha sido habilitada ninguna obra en ese sitio, por lo que la construcción es clandestina”. “Se los intimará a que presenten los planos y, si no lo hacen, las obras serán clausuradas”, adelantó el funcionario. El gerente de Comercialización del Enabief, Daniel Pulsini, se quejó por la pretensión de las autoridades porteñas de regular las habilitaciones en los viaductos. “No tienen derecho a poner un valor a una propiedad. Allí se han hecho mejoras y, si no se habilitan los comercios, el Estado pierde los cánones que se están cobrando”, afirmó. De todas formas, el funcionario aseguró que en la zona “no se han dado nuevas concesiones”.
Pulsini propuso que, si el gobierno porteño pretende darles otro fin a los arcos, “le queda la vía de la expropiación o, al menos, llegar a un acuerdo con el Estado nacional. Contra ese argumento, refutó De Marco, hay un dictamen de la Procuración de la ciudad, según la cual esas propiedades “son de dominio del Enabief, pero están bajo jurisdicción del Gobierno de la Ciudad”.

 

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