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![]() ![]() Raúl Juan Pedro Moneta, el banquero preferido del presidente Carlos Menem, no fue el único bendecido con la resolución de Economía. La medida también alivió a Nicolás Canet, ex presidente del Banco de Mendoza y primo del presidente del Banco Central, Pedro Poy Canet. Los dos hombres de negocios, y el resto de los directivos de la entidad mendocina, están siendo investigados por la Justicia por diversos delitos. La evasión tributaria fue denunciada por el diputado Gustavo Gutiérrez, quien señaló al juez Luis Leiva que en el Banco de Mendoza, antes y después de su privatización, se habían llevado a cabo operaciones irregulares y que se había eludido el pago de los tributos correspondientes. Leiva constató, luego de algunas pericias, la seriedad de la presentación de Gutiérrez. Finalmente, los inspectores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) David Taló y José Mansilla concluyeron que la deuda impositiva ascendía a 26 millones de pesos. Según reveló ayer este diario, la increíble deuda fue perdonada por obra y gracia de las resolución 1178/98 que firmó el ministro de Economía. Uno de los fundamentos fue: para facilitar y promover los procesos de privatización. Página/12 también informó ayer un curioso hecho y que desnudó otra franquicia que el Banco Central y Economía concedieron a Moneta: el 9 de junio de este año, con la presencia de veedores designados por el Central, se realizó una asamblea ordinaria del caído Banco República. Lo curioso es que fue realizada por representantes que concurrieron en nombre de los tres accionistas (Moneta, Benito Jaime y Pablo Lucini) que están prófugos desde que la Justicia ordenó su captura el 2 de junio y un cuarto que está preso. Chacho Alvarez ayer recalcó que la resolución que condona la deuda a la corte de banqueros del Presidente no puede permanecer vigente sin contrariar normas éticas básicas, referidas al manejo de fondos públicos y a un mínimo concepto de equidad.
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