Por Maximiliano Montenegro Ya en su tramo final, el
gobierno menemista marcará otro record. Los hombres de negocios globales, que tantas
veces aplaudieron al presidente Menem, hoy consideran a la Argentina como el quinto país
más corrupto del planeta, solo detrás de Bolivia, Colombia, Ucrania e Indonesia. Así
surge del informe dado a conocer ayer en Ginebra por el Foro Económico Mundial (World
Economic Forum), a partir de una encuesta realizada a nivel internacional a cuatro mil
empresarios. El estudio también revela que Argentina es vista como el tercer país con
mayor interferencia del gobierno en el Poder Judicial y menor imparcialidad de los
magistrados, sólo superada por Bolivia y Venezuela. La mala nota en estas variables
institucionales explica en parte la abrupta caída del país en el tradicional
ranking de competitividad mundial que elabora el WEF. Pero los inversores también creen
que el peso está sobrevaluado y que la economía argentina será una de las que menos
crecerá en la próxima década (ver aparte).
El WEF elabora anualmente un estudio sobre la competitividad de 59 países, en base a
encuestas empresariales, que toma en cuenta diversos aspectos vinculados con el
desarrollo: desde la apertura económica, la solidez del sistema financiero, las
inversiones en tecnología e infraestructura, la calidad del management empresarial y la
situación del mercado laboral, hasta la transparencia de las instituciones públicas y la
honestidad de los funcionarios. Justamente, en este último item Argentina figura
reprobada junto a países que, desde hace años, llevan el estigma de la hipercorrupción
en el mundo de los negocios.
Un puñado de países continúa plagado de corrupción, violencia y crimen
(organizado y desorganizado), y la falta de independencia del Poder Judicial,
sostiene el documento en un aparte bajo el título Estados sin ley: coimas, crimen y
violencia. Y agrega: Los cuadros hablan por sí solos, con un número de
países que repiten los listados, especialmente, Bolivia, Indonesia, Rusia, Ucrania y
Venezuela.
Coimas caras
Sin embargo, en dos de dichos cuadros, cuyos encabezamientos son más que claros,
Argentina figura en un lugar destacadísimo:
Uno de los
cuadros se titula: Las coimas y retornos a dirigentes políticos son altos - los 5
países con mayor corrupción. A ese selecto club pertenece la Argentina, ubicada en
el puesto 55 en el ranking global de 59 países. Es decir, a los ojos de los inversores,
detrás hay sólo cuatro países todavía más corruptos: Indonesia, Ucrania, Colombia y
Bolivia.
El otro cuadro
enuncia: El Poder Judicial en el país es independiente y no está sujeto a la
interferencia del gobierno y/o de las disputas partidarias - los 5 países peor
ubicados. Allí, la Argentina califica en el puesto 57, peor que Indonesia y Perú.
Y sólo mejor que Venezuela y Bolivia.
Argentina vuelve a aparecer en el cuadro que presenta a los 20 países que, en promedio,
califican peor en las preguntas sobre corrupción, violencia, evasión fiscal y
delito. Allí, el país se ubica en el puesto 48, siempre sobre 59 países. Dentro
de este grupo, cuestionado por la transparencia de sus instituciones por parte de los
inversores, están en una mejor situación Brasil, Costa Rica, Polonia, la República
Checa, Vietnam, Eslovaquia, Sudáfrica, China y El Salvador. Los empresarios consultados
por el WEF ni siquiera dan concesiones cuando se les pregunta, más en general, por la
confianza en la honestidad de los políticos. En ese item, los políticos
argentinos clasifican en el puesto 52, por lo que el descrédito de la clase política es
mayor en sólo siete países de la muestra.
Maldita policía
Tanto como las declaraciones de los candidatos sobre la deuda externa, a los empresarios
les preocupa su seguridad personal al momento de escoger un país donde realizar una
inversión directa, es decir, no en papeles sino en fierros. Así, en caso de
llegar al gobierno, ni Eduardo Duhalde ni Fernando de la Rúa podrán tentar a los
inversores con el argumento de que Argentina es un lugar seguro para radicarse con sus
familias. Una de las respuestas revela el temor de los hombres de negocios, locales y
extranjeros, frente a la creciente ola de delitos en el país. En el item
efectividad de la fuerza policial, Argentina está ranqueada 52, sólo delante
de siete países en los que la policía está peor considerada.
Hiperevasión
Finalmente, Argentina también está mal conceptuada en los temas relacionados con la
administración de los impuestos y del gasto público:
Es señalada
como uno de los 9 países con mayor evasión impositiva. Se ha especulado mucho con
que la resistencia a pagar impuestos emerge más fuertemente en aquellos estados con
gobiernos ineficientes y corruptos, explica el informe.
En
competencia de la administración pública, Argentina está en el puesto 58,
con sólo un país con un sector público menos competente: Ucrania.
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