Por Fernando Almirón El juez Hernán Bernasconi
logró gambetear la resolución de su destino por muerte súbita. Ayer, en los últimos
minutos del día, cuando había llegado la hora en la que los senadores de a uno por
vez y expuestos a la tribuna anotarían los puntos que separan la soleada
absolución del magistrado de la sombra de la destitución y tal vez de la cárcel, el
bloque justicialista fiel a quien antes de ser juez fue militante, dirigente y
funcionario del PJ paró la pelota y la pateó hacia el futuro.
El juez de Dolores acusado por mal desempeño de sus funciones, privación
ilegítima de la libertad agravada y asociación ilícita supo instalar al bloque
del oficialismo entre la espada electoral y la pared de la lealtad peronista. Las
disidencias en el bloque oficialista, que no se pone de acuerdo sobre el inclinación del
pulgar a la hora de sentencia, dominó una vez más la escena del Parlamento, y tal
como anticipó ayer Página/12, le otorgó a Bernasconi dos semanas de esperanza.
Hace dos semanas Carlos Ruckauf, como presidente del Senado, firmó el dictamen que
contenía el día señalado: el de ayer. La Cámara alta debía analizar en sesión
secreta las pruebas acumuladas durante el dilatado proceso contra el magistrado de
Dolores, que ya lleva dos años acumulando fojas en el Congreso. Y agruparlas acorde a los
siete cargos presentados contra Bernasconi por la Comisión de Juicio Político de
Diputados. Después los legisladores, ya en sesión pública, manifestarían su voto a
favor o en contra de acusado por cada causa. Si la mayoría de los votos resultaban
adversos, Bernasconi sería inmediatamente destituido. Y posiblemente encarcelado. Un duro
final para quien antes de ser juez había sido diputado provincial, subsecretario de
Justicia bajo la gobernación de Antonio Cafiero y director del Mercado Central durante la
de Eduardo Duhalde.
Pero no fue así. Si bien el Senado dio por terminada la elaboración de las pruebas, no
pudo avanzar en la votación final por falta de quórum en la que el justicialismo dejó
el recinto al abandonar sus bancas. Antes, los justicialistas que insisten en defender al
magistrado, encabezados por Héctor Maya, habían intentado derivar el juicio político al
Consejo de la Magistratura, argumentando que correspondía unificar todos los pedidos
presentados contra Bernasconi por la Justicia.
Ante la cerrada negativa de la Alianza, a la que se sumó parte del bloque oficialista,
que quiere terminar con el caso de una vez por todas, los legisladores que se niegan a que
el juez termine en un calabozo abortaron la sesión especulando con que podrán mezclar y
dar de nuevo en el bloque aprovechando los quince días en los que no habrá sesiones
debido al receso por vacaciones de invierno en el Congreso.
Con Bernasconi la Alianza gana a dos puntas, le confesó un senador
justicialista a Página/12. Y explicó: Si lo absolvemos, van a decir que estamos
protegiendo a un juez corrupto que fue respaldado por Duhalde, al que la propia Justicia
quiere ver preso. Si lo defenestramos, van a decir que se separó a un juez del
peronismo.
Sin embargo los senadores más cercanos a Duhalde y comprometidos con su campaña
electoral no dudan en afirmar que toda esta demora ya representa un costo político, y que
cuanto antes se pague será mejor. Y, sin ir más lejos, mencionan que hay por lo menos
otros dos pedidos de juicio político contra el magistrado, y que tres de sus
colaboradores (los policías Antonio Gerase y Daniel Diamante y el secretario de su
juzgado Roberto Schlägel) están encarcelados desde hace dos años debido a las
irregularidades cometidas por el magistrado, que sigue administrando justicia como si no
pasara nada.
RUCKAUF DEJARA DE PARTICIPAR EN ACTOS DE
GOBIERNO
El vice quiere evitar nulidades
Por F. A.
El
vicepresidente Carlos Ruckauf anunció ayer que dejará de participar en actos de gobierno
y legislativos hasta que la Corte Suprema de Justicia se pronuncie sobre la legitimidad de
su mandato. Ruckauf, que también se comprometió a dejar de cobrar su sueldo desde ayer,
juró en 1995 por un período de cuatro años en el cargo, el que expiró hace siete
días, el 8 de julio. La cláusula transitoria 10ª incorporada a la nueva Constitución,
en la que se establece prolongar hasta el 10 de diciembre la actual gestión de gobierno,
sólo incluye al Presidente y omite mencionar si la norma también alcanza a su vice. La
duda genera un conflicto institucional.
La falla efectivamente existe, por eso no voy a hacerme el distraído, le dijo
Ruckauf a Página/12. Los constituyentes de Santa Fe omitieron incorporar la figura
del vicepresidente en la cláusula por la que se prórroga hasta diciembre el mandato del
actual gobierno, y creo que la decisión más adecuada es no participar de actos que
tengan consecuencias jurídicas para evitar que después los mismos puedan ser
impugnados, dijo. Ruckauf debía presidir ayer la sesión de la Cámara alta en la
que se trataría el destino final del juez Hernán Bernasconi (ver aparte).
El vicepresidente que ayer decidió poner en suspenso la plenitud de sus
funciones agregó: Dejaré de percibir mi sueldo a partir del día de hoy y
hasta que la Justicia se pronuncie sobre la legitimidad de mi mandato. Este
pronunciamiento no debería demorar más de 48 horas, dada la gravedad institucional
que se ha instalado con esta interpretación constitucional, señaló Ruckauf.
Para disipar las especulaciones que le adjudicaban al gobierno una operación para
desplazar a Ruckauf de la presidencia del Senado e instalar en su lugar a Eduardo Menem,
Carlos Corach apresuró su apoyo al calificar la interpretación constitucional que pone
en duda la legitimidad del vicepresidente como un divertimento antojadizo; y
el propio Carlos Menem invitó especialmente a Ruckauf a participar de la reunión de
gabinete de hoy, donde no era bien recibido desde que se sumó al proyecto presidencial de
Duhalde.
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