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POSTERGAN EL JUICIO POLITICO CONTRA BERNASCONI
Una manito para el compañero

El bloque peronista postergó pronunciarse sobre la destitución del  juez. El duhaldismo no se decide a soltarle la mano a quien fue  militante, dirigente, diputado y funcionario del PJ provincial.

Augusto Alasino, presidente del bloque de senadores del peronismo.
Bajo su batuta sus compañeros prefirieron darle un respiro al juez.

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Por Fernando Almirón

t.gif (862 bytes) El juez Hernán Bernasconi logró gambetear la resolución de su destino por muerte súbita. Ayer, en los últimos minutos del día, cuando había llegado la hora en la que los senadores –de a uno por vez y expuestos a la tribuna– anotarían los puntos que separan la soleada absolución del magistrado de la sombra de la destitución y tal vez de la cárcel, el bloque justicialista –fiel a quien antes de ser juez fue militante, dirigente y funcionario del PJ– paró la pelota y la pateó hacia el futuro.
El juez de Dolores acusado por “mal desempeño de sus funciones, privación ilegítima de la libertad agravada y asociación ilícita” supo instalar al bloque del oficialismo entre la espada electoral y la pared de la lealtad peronista. Las disidencias en el bloque oficialista, que no se pone de acuerdo sobre el inclinación del pulgar a la hora de sentencia, dominó una vez más la escena del Parlamento, y –tal como anticipó ayer Página/12, le otorgó a Bernasconi dos semanas de esperanza.
Hace dos semanas Carlos Ruckauf, como presidente del Senado, firmó el dictamen que contenía el día señalado: el de ayer. La Cámara alta debía analizar en sesión secreta las pruebas acumuladas durante el dilatado proceso contra el magistrado de Dolores, que ya lleva dos años acumulando fojas en el Congreso. Y agruparlas acorde a los siete cargos presentados contra Bernasconi por la Comisión de Juicio Político de Diputados. Después los legisladores, ya en sesión pública, manifestarían su voto a favor o en contra de acusado por cada causa. Si la mayoría de los votos resultaban adversos, Bernasconi sería inmediatamente destituido. Y posiblemente encarcelado. Un duro final para quien antes de ser juez había sido diputado provincial, subsecretario de Justicia bajo la gobernación de Antonio Cafiero y director del Mercado Central durante la de Eduardo Duhalde.
Pero no fue así. Si bien el Senado dio por terminada la elaboración de las pruebas, no pudo avanzar en la votación final por falta de quórum en la que el justicialismo dejó el recinto al abandonar sus bancas. Antes, los justicialistas que insisten en defender al magistrado, encabezados por Héctor Maya, habían intentado derivar el juicio político al Consejo de la Magistratura, argumentando que correspondía unificar todos los pedidos presentados contra Bernasconi por la Justicia.
Ante la cerrada negativa de la Alianza, a la que se sumó parte del bloque oficialista, que quiere terminar con el caso de una vez por todas, los legisladores que se niegan a que el juez termine en un calabozo abortaron la sesión especulando con que podrán mezclar y dar de nuevo en el bloque aprovechando los quince días en los que no habrá sesiones debido al receso por vacaciones de invierno en el Congreso.
“Con Bernasconi la Alianza gana a dos puntas”, le confesó un senador justicialista a Página/12. Y explicó: “Si lo absolvemos, van a decir que estamos protegiendo a un juez corrupto que fue respaldado por Duhalde, al que la propia Justicia quiere ver preso. Si lo defenestramos, van a decir que se separó a un juez del peronismo”.
Sin embargo los senadores más cercanos a Duhalde y comprometidos con su campaña electoral no dudan en afirmar que toda esta demora ya representa un costo político, y que cuanto antes se pague será mejor. Y, sin ir más lejos, mencionan que hay por lo menos otros dos pedidos de juicio político contra el magistrado, y que tres de sus colaboradores (los policías Antonio Gerase y Daniel Diamante y el secretario de su juzgado Roberto Schlägel) están encarcelados desde hace dos años debido a las irregularidades cometidas por el magistrado, que sigue administrando justicia como si no pasara nada.

 


 

RUCKAUF DEJARA DE PARTICIPAR EN ACTOS DE GOBIERNO
El vice quiere evitar nulidades

Por F. A.

t.gif (862 bytes) El vicepresidente Carlos Ruckauf anunció ayer que dejará de participar en actos de gobierno y legislativos hasta que la Corte Suprema de Justicia se pronuncie sobre la legitimidad de su mandato. Ruckauf, que también se comprometió a dejar de cobrar su sueldo desde ayer, juró en 1995 por un período de cuatro años en el cargo, el que expiró hace siete días, el 8 de julio. La cláusula transitoria 10ª incorporada a la nueva Constitución, en la que se establece prolongar hasta el 10 de diciembre la actual gestión de gobierno, sólo incluye al Presidente y omite mencionar si la norma también alcanza a su vice. La duda genera un conflicto institucional.
“La falla efectivamente existe, por eso no voy a hacerme el distraído”, le dijo Ruckauf a Página/12. “Los constituyentes de Santa Fe omitieron incorporar la figura del vicepresidente en la cláusula por la que se prórroga hasta diciembre el mandato del actual gobierno, y creo que la decisión más adecuada es no participar de actos que tengan consecuencias jurídicas para evitar que después los mismos puedan ser impugnados”, dijo. Ruckauf debía presidir ayer la sesión de la Cámara alta en la que se trataría el destino final del juez Hernán Bernasconi (ver aparte).
El vicepresidente –que ayer decidió poner en suspenso la plenitud de sus funciones– agregó: “Dejaré de percibir mi sueldo a partir del día de hoy y hasta que la Justicia se pronuncie sobre la legitimidad de mi mandato”. Este pronunciamiento “no debería demorar más de 48 horas, dada la gravedad institucional que se ha instalado con esta interpretación constitucional”, señaló Ruckauf.
Para disipar las especulaciones que le adjudicaban al gobierno una operación para desplazar a Ruckauf de la presidencia del Senado e instalar en su lugar a Eduardo Menem, Carlos Corach apresuró su apoyo al calificar la interpretación constitucional que pone en duda la legitimidad del vicepresidente como “un divertimento antojadizo”; y el propio Carlos Menem invitó especialmente a Ruckauf a participar de la reunión de gabinete de hoy, donde no era bien recibido desde que se sumó al proyecto presidencial de Duhalde.

 

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