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Fue la fiesta de Guido, dijo un ministro después de la reunión de Gabinete de ayer. Y eso que no había escuchado la conferencia de prensa del canciller Guido Di Tella no bien llegó a Ezeiza desde Londres. Dijo que el acuerdo puede ser revisado si los argentinos se portan desastrosamente en las Malvinas. Y dio un ejemplo: Imagínense si escriben en los baños. Di Tella estaba eufórico tras el acuerdo de reanudación de vuelos entre el territorio continental y las islas y el levantamiento del veto para que ciudadanos con pasaporte puedan viajar a las Malvinas. El canciller lo había acordado con su colega británico Robin Cook el miércoles, y sólo un vuelo Londres-Buenos Aires separó el anuncio oficial de la conferencia de prensa en el aeropuerto, ayer a la mañana. Entre la ironía y las respuestas serias, Di Tella construyó esta explicación: Kelpers. Son argentinos, que yo sepa. Cuando viene gente de Tucumán, para nosotros son tucumanos. Eso sí, van a tener que mostrar un papel que acredite de dónde vienen si vienen de las islas, aunque no será necesario el pasaporte para que desembarquen en Río Gallegos. Objetivo. La Argentina no es un país agresivo ni los argentinos somos agresivos. Por eso había que generar un mínimo de confianza. Peligro I. Imaginen que haya quejas porque van (argentinos) y escriben con la pluma y en los baños, en las casas ... Eso va a quedar muy mal. Contribuirían ellos, sin darse cuenta, a que nos separemos más. Peligro II. El acuerdo puede ser revisado si nos portamos desastrosamente. Si reciben a un grupo de personas que va los fines de semana y les pinta las paredes, me parece que dura poco. Esperanza. Pero no lo van a hacer. Visita de Di Tella a las islas. Diga que mis habilidades como paracaidista son bajas, porque mis ganas de tirarme hoy son enormes. Historia. ¿Que cómo me gustaría ser recordado? Por el humor, por algunas frases. ¿O ustedes se creen que la historia recuerda las cosas importantes? Yo siempre veo en los libros de historia que quedan las estupideces. Dante Caputo. El sabe que lo que dice no es cierto. Hace muchos años que no tiene que ver con la diplomacia y dice cosas inexactas. El canciller dejó Ezeiza rumbo a Olivos, donde recogió el mérito de haber cumplido con el único objetivo que lo desvela más que las Malvinas: complacer los deseos de Carlos Menem. Y Menem, esta vez, estaba complacido. Bienvenido, exitoso y seductor canciller lo recibió Menem, aludiendo a la política de seducción de Di Tella hacia los kelpers desplegada durante ocho años. Después de informar en detalle sobre el acuerdo, que había sido calificado por el Presidente como un broche de oro para mi mandato, Di Tella estaba tan alegre que pidió a los ministros: Bueno, ahora me merezco un aplauso, ¿no? Y el Gabinete en pleno aplaudió. Fue el prólogo para otra miniconferencia de prensa, cuando Di Tella actuó como vocero de la reunión de Gabinete y volvió a mofarse, aunque no tanto, de sí mismo. Me doy cuenta de la fama de estúpido que me debo haber ganado cuando mandé los ositos a las islas, y de las risas que desperté en ustedes dijo, pero el que ríe último ríe mejor. Al defender el acuerdo, lo definió como el comienzo de un camino. Para el canciller, a partir de ahora no hay un capítulo cerrado sino varias avenidas abiertas que nos quitan del inmovilismo. Sobre el futuro, dijo que el gobierno que asuma el 10 de diciembre tendrá que tomar lo más pronto posible una línea política sobre cómo conducirse en el tema Malvinas. Para no cargar contra la oposición, dijo que había sido muy fructífera y muy útil la presencia de los diputados aliancistas Marcelo Stubrin y Carlos Raimundi acompañando a la delegaciónargentina en el Reino Unido. Contribuyó a crear un clima de confianza, interpretó. El Gobierno también estaba satisfecho con la repercusión internacional del acuerdo con los británicos. El vocero de la Casa Blanca informó que Bill Clinton recibe con satisfacción la exitosa finalización de las conversaciones entre la Argentina y el Reino Unido para resolver temas relacionados con las Falklands/Malvinas y otras islas del Atlántico sur. Clinton felicitó por eso a Menem y al primer ministro británico Tony Blair. El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo que el acuerdo constituye un signo de una creciente buena voluntad y cooperación entre ambos países. El presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso escribió a Menem: Lo felicito por el éxito de la iniciativa, que asume gran importancia a la luz del objetivo, que es nuestro, del fortalecimiento de la paz y la cooperación en el Atlántico sur. Chile cumplió con su promesa y anunció formalmente que reanudará los vuelos entre Punta Arenas y las Malvinas, ahora con escala en Río Gallegos, pero el canciller Juan Gabriel Valdés advirtió que eso no modifica en absoluto nuestra crítica a la forma en que Gran Bretaña ha procedido con respecto a la situación del general Augusto Pinochet.
EL PASAPORTE SEGUN UN JURISTA Por Romina Calderaro Para
Raúl Vinueza, profesor titular de Derecho Internacional Público en Derecho de la
Universidad de Buenos Aires, que los argentinos tengan que viajar con su pasaporte a las
Malvinas no acerca ni aleja la posibilidad de recuperar la soberanía.
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