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El campo vuelve al ataque marchando a Plaza de Mayo

Las promesas del Gobierno no conformaron  a las entidades. CRA se sumó a la medida  dispuesta por Coninagro y Federación Agraria.

Los representantes del ruralismo se reunieron ayer con Ricardo Novo, titular de Agricultura.
“Nos vamos con las manos vacías”, dijeron al terminar, y ratificaron la medida de fuerza.

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t.gif (862 bytes)  El Gobierno no pudo lograr que la dirigencia del campo suspenda una marcha programada para el miércoles desde distintos puntos del país hacia la Plaza de Mayo. El encuentro de los representantes de Federación Agraria, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas con el secretario de Agricultura, Ricardo Novo, culminó ayer en un fracaso, al no haber existido una oferta del Gobierno que pudiera satisfacer las demandas de las entidades.
“Nos vamos con las manos vacías”, subrayó a la salida del encuentro Valentín Levisman, titular de Coninagro. René Bonetto, presidente de FAA, afirmó a su vez que “el campo sigue en una crisis cada vez mayor”, mientras que el Gobierno “no observa que nos encaminamos hacia el precipicio”. Por su parte, el presidente de CRA, Juan Corea, dijo que el poder político “no ha comprendido la verdadera crisis sectorial” y anticipó que el Consejo de la entidad “seguramente dará mandato para sumarnos a la marcha del 21 de julio hacia Plaza de Mayo”, acompañando a FAA y Coninagro. Su adhesión se confirmó por la tarde, decisión adoptada por unanimidad de los miembros de conducción, “totalmente desilusionados” por el resultado de las negociaciones.
Novo, en cambio, interpretó que la reunión “no fracasó”, ya que el Gobierno “sigue trabajando para avanzar en lo que pide el campo”. Y si bien adelantó que “puede haber novedades en los próximos días”, no anticipó respecto de cuáles serían las mismas. El funcionario admitió, en cambio, que la cartera a su cargo había rechazado de plano la propuesta del campo referida al subsidio de tasas de interés, porque se trata de “un desembolso importante para el Estado y, si ya es difícil sostener las tasas actuales, mayor aún sería bajarlas”. Novo confió en que “no se rompa el diálogo” con las entidades luego de la jornada de protesta que realizarán el miércoles próximo, pero lo condicionó a que esa movilización se lleve a cabo “sin desmanes ni desórdenes”.
La modificación al impuesto a la Renta Presunta, la reducción en el valor de los peajes y la refinanciación de pasivos a cargo del Banco Nación resultaron medidas insuficientes para calmar los ánimos de los hombres de campo. Según explicó Bonetto, la refinanciación lanzada por el Nación a principios de año “lamentablemente tampoco sirvió para la mayoría de los productores, sólo se pudieron acoger alrededor de dos mil sobre 16 mil”. Para el dirigente, la mayoría de los productores “no pudo acceder por no disponer del 13,5 por ciento de adelanto del capital adeudado exigido por el banco”. Agregó que los productores “venimos exigiendo que se flexibilicen las normas de acceso, y pensamos que el Estado debe hacerse cargo del 13,5 por ciento que se necesita para comprar los bonos y acceder al programa”. Con respecto a este pedido de las entidades, “Novo nos informó que se están haciendo gestiones para que las provincias se hagan cargo porque el Estado no puede, pero todos sabemos que las provincias tampoco esta capacitadas para afrontar este costo”, se lamentó Boneto. Levisman advirtió que “el fracaso de las negociaciones no es culpa ni responsabilidad de Novo; lamentablemente, el secretario no tiene poder de decisión para solucionar estos pedidos”.

 


 

INTENTAN CALMAR A LOS MERCADOS
Sesión de paños fríos

t.gif (862 bytes) El subsecretario de Financiamiento, Miguel Kiguel, aseguró ayer en Nueva York ante inversores y analistas de Wall Street que Argentina puede pagar y va a pagar todas sus deudas. El intento por atemperar los temores de los mercados se cruzó con un nuevo pronunciamiento del candidato presidencial Eduardo Duhalde, al considerar que el pago de la deuda y sus intereses “no es una cuestión del establishment” sino de los dirigentes políticos, y que la deuda debería honrarse “siempre que no signifique un cataclismo para los países”.
Ni la Bolsa de Comercio de Buenos Aires ni Wall Street parecieron reflejar preocupación por los dichos del candidato justicialista. El recinto porteño mostró un balance equilibrado, con una leve alza del 0,37 por ciento en el indicador de acciones líderes, y una baja del 0,1 por ciento en el promedio general. La bolsa neoyorquina, en tanto, prestó mayor atención al moderado comportamiento de la inflación en su país, reflejado en una suba del 0,34 por ciento.
El Banco Mundial y la banca de inversión también salieron a poner paños fríos sobre las inquietudes de los últimos días. James Wolfensohn, presidente del BM, descartó ayer que pueda producirse una nueva crisis financiera en América latina, aunque advirtió que “siempre hay sorpresas” en esta región. El banquero afirmó en Madrid que es necesario “prestar atención” a la situación que atraviesan actualmente países como Ecuador, Colombia o Venezuela. En tanto, la casa de inversiones Morgan Stanley Dean Witter señaló en un informe que las preocupaciones sobre la situación económica de la Argentina “son exageradas” y el país respetará sus compromisos. “El candidato que gane la presidencia en octubre, estará interesado en ser un buen presidente, esto significa que repetirá los lineamientos de Carlos Menem”, señala la casa de inversiones.
Por otro lado, la licitación del servicio de telefonía móvil PCS le permitió a la Secretaría de Hacienda cerrar el primer semestre con un resultado global deficitario de 2209,8 millones de dólares, 640,2 millones menos que la pauta fijada para ese período con el FMI, según admitió ayer el Ministerio de Economía.

 

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