Por Eduardo Videla La Policía Federal bate sus
propios records en materia de prevención del delito: una patrulla detuvo durante varias
horas a una bebé de un año, junto a sus padres y otros cuatro ciudadanos, por
averiguación de identidad. Según denunciaron los padres de la nena, fueron alojados en
un calabozo, incomunicados y sin alimentos, desde las 21 hasta las 2 de la madrugada
cuando, sin mayores explicaciones, los dejaron en libertad. El padre de la niña,
periodista y director de una radio FM barrial, denunció el hecho ante la Defensoría del
Pueblo de la Ciudad. El ombudsman adjunto, Rafael Veljanovich, se constituyó anoche en la
comisaría 20ª, escenario del atropello y constató la irregularidad. El comisario Hugo
Condinanzo, titular de la Circunscripción VII, justificó el procedimiento y consideró
como algo normal la detención durante varias horas de una madre con su
pequeña hija. Con quién va a estar mejor un bebé que con su madre. Más que nada
en una comisaría, que es un lugar seguro, dijo el oficial a Página/12.
El hecho ocurrió el martes alrededor de las 20, cuando el periodista Luis Gras (43)
director de la FM Siglo XX, del barrio de Núñez iba con su esposa y su beba,
a bordo de su Fiat Vivace. Iban a hacer una denuncia porque habían sido víctimas de una
estafa aseguran, cuando intentaron alquilar un departamento. Lo mismo les
había ocurrido a cuatro ciudadanos peruanos, que iban junto a ellos a radicar la
presentación. Al final, todos terminaron presos en otra comisaría.
Ibamos por la avenida Garay, a la altura de Urquiza, cuando veo que un patrullero
detiene al auto en que iban los peruanos, explicó Gras a Página/12. El periodista
se bajó para ver qué ocurría y los policías también le pidieron documentos. Y aunque
se los mostró, le dijeron: Usted también viene con nosotros.
Preocupada, la esposa de Gras, Sandra Prinotti, bajó con su beba en brazos y se sumó en
el instante a la lista de sospechosos. Sin darle mayores explicaciones, los llevaron a
todos a la comisaría 20ª, en Catamarca al 1200. Nos hicieron sacar los cordones de
los zapatos y el cinturón, como si fuéramos delincuentes. Y después nos pintaron los
dedos, relató Sandra, todavía espantada por la pesadilla que vivió.
Les pedí que nos dejaran llamar por teléfono, aunque fuera para que alguien
viniera a buscar a la beba, pero no nos dejaron. No había manera de hacerles
entender, se indigna Gras. Entonces nos llevaron al fondo y nos metieron a
todos en un calabozo inmundo, con olor a mugre, húmedo y sin calefacción. Con el frío
que hacía el martes agrega el periodista. Separados apenas por una reja
había un hombre que, después nos enteramos, había estado con pedido de captura.
A las 21.30 ya era la hora de la cena de Paloma. Los pañales ya estaban saturados y
había que cambiarlos. Les pedí, aunque sea, que salieran a comprar. Pero no hubo caso.
La beba lloraba y lo único que podía hacer era tratar de contenerla, relató la
mujer.
Cerca de las dos de la madrugada, contó Gras, los dejaron ir a todos, sin darles ninguna
explicación. Supimos que a los peruanos los habían acusado de llevar relojes de
contrabando esos de diez pesos que venden en Once, porque no tenían la
etiqueta de importación.
Anoche, el comisario inspector Condinanzo bajo cuya jurisdicción está la
comisaría 20ª dio una confusa versión de los hechos: dijo que en el DNI de uno de
los peruanos había un número que no coincidía con un documento de Migraciones y que
la mujer de este hombre que dice ser periodista sacó un fajo de billetes y lo tiró
al piso, algo que resultó muy sospechoso.
Para el oficial, ése fue un elemento suficiente para detener a la familia. Condinanzo
admitió que la pareja y su hijita estuvieron detenidos al menos tres horas y media, pero
aseguró que no estuvieron en un calabozo. La beba nunca fue registrada en el libro de
entradas de lacomisaría, informó el oficial. Pero no dio explicación de por qué no los
dejaron llamar por teléfono.
Consultado por este diario, Gras negó que hubiera existido el episodio de los billetes.
No pueden justificar la detención de una beba de un año, en un calabozo mugriento,
diciendo que hay un paquete de dinero, afirmó. Y adelantó que hoy presentará la
denuncia penal contra las autoridades de la seccional.
Qué dice la Ley Lázara Según la Ley Lázara, la policía no tiene la atribución de detener
personas por averiguación de antecedentes. Sólo está en condiciones de
demorar por averiguación de identidad, que no es lo mismo. Pero tampoco puede
demorar a cualquiera. Sólo tiene permitido hacerlo cuando existe
presunción clara de que el sospechoso está por cometer un delito. La ley pone un
límite temporal a la demora: un máximo de 10 horas. No cumplir con esta
norma implica cometer el delito de abuso de autoridad y privación ilegal de la
libertad, castigado por el Código Penal. En octubre del año pasado, los oficiales
de la Policía Federal, Abraham Jonte y Miguel Oliveira, fueron juzgados por el Tribunal
Oral 27º, por privación ilegítima de la libertad contra tres jóvenes que
se retiraban de la Exposición Rural en Palermo. En ese momento, Jonte los consideró
sospechosos. Uno de ellos mostró su cédula de identidad, pero Jonte insistió en
detenerlos. Según los especialistas, la policía invierte el principio de
inocencia: todos son sospechosos hasta demostrar lo contrario. |
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