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Los ciclistas reclamaron poder pedalear sin riesgo

Un centenar de ciclistas invadió la Legislatura porteña en una audiencia pública para discutir el uso de la bicicleta en la ciudad. Pidieron ciclovías, guarderías para bicis y seguridad.

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Por Horacio Cecchi
t.gif (862 bytes)  Un centenar de ciclistas tomaron ayer el palacio de la Legislatura. No por asalto, ni como expresión de protesta. Se trataba simplemente de una audiencia pública, la primera en el ramo dedicada al ciclista y sus preocupaciones urbanas: cómo viajar por la ciudad sin ser suicida, el trazado de una red de ciclovías urbanas cada 12 cuadras, que en total tendrá más de 250 kilómetros, guarderías para bicis y otros ítem que los ciclistas, para no ser pedaleados por las autoridades, lograron instalar como tema de debate. Participaron legisladores de las comisiones de Tránsito y de Ecología, el defensor del pueblo adjunto, Elio Brailovsky, Greenpeace, y alrededor de 80 oradores encabezados por la Asociación de Ciclistas Urbanos. Entre ellos, Lucía y Sofía, dos niñas de 11 años que crearon una fundación ecológica. También se lanzó la idea de declarar al 22 de septiembre como el Día Sin Autos.

El primero en abrir la sesión fue Salvador Caratozzolo, ciclista legendario e "inventor argentino", como se autotitula después de haber creado el "caratociclo", una bici doble con tracción potenciada. En su breve discurso se pronunció a favor de la creación de un Fondo para Ciclistas, a cobrar en peajes de autopistas, para auxiliar monetariamente a los birrodes accidentados en vías públicas. Lo siguió Martín Cáneva, presidente de la ACU, que sintetizó las propuestas y reclamos del sector: demarcación de una red cicloviaria, guarderías vigiladas con un precio tope diario no mayor al valor de un cospel de subte, la exigencia de que todo nuevo edificio tenga un espacio para guardar bicis y el desarrollo de campañas de educación vial que incluyan al transporte del pedal.

La ciclovía "no es bicisenda porque va como carril exclusivo en la calzada y no sobre la vereda", explicaban ayer los especialistas. La propuesta de la red cicloviaria consiste en un trazado de arterias por las que circularán, en carriles exclusivos sobre la izquierda, los felices poseedores del vehículo a tracción pedestre. Coincidirá con los principales accesos a la ciudad, incorpora los bordes (General Paz, Costanera, etc.), y tendrá arterias principales que desembocarán hacia el centro. Contará con tres ciclovías de circunvalación, otras que unirán zonas clave como las estaciones, y el trazado de carriles exclusivos cada 12 cuadras. Según Abel Fatala, (Alianza) "el costo es nimio, porque hay que pintar la demarcación. Vamos a establecer algunas calles experimentales, consultando con los vecinos, determinando horarios convenientes. Esperamos aplicarlo antes de fin de año". La presidenta de la Comisión de Tránsito y de la audiencia, Juliana Marino (PJ), estaba entusiasmada "por la gran participación. Esta reunión se hizo para escuchar a los interesados y para fijar un compromiso. Que las quejas y los pedidos no caigan en el vacío."

"No tengo vocación de suicida. Esto nos da una esperanza", dijo Sara Falcoff, una mujer que pretende salir a bicicletear con sus nietos sin peligros. "Venimos a apoyar las propuestas que jerarquicen a la bicicleta como medio de transporte", sostuvo Verónica Odriozola, de Greenpeace. El arquitecto Manuel Ludueña, consejero del Plan Urbano Ambiental, propuso lo que en Europa denominan "una alianza entre peatones y ciclistas: si el espacio se lo sacan a los peatones en lugar de a los autos, difícilmente haya modificación en el tránsito". Elio Brailovsky recordó que "Leonardo da Vinci ya había diseñado una bicicleta. El dibujo estuvo guardado en un baúl 350 años. Para que acá no se repita, hay que integrar la bicicleta a los otros medios de transporte." Pablo Bergel, del Foro Ambiental Ciudadano, llevó una iniciativa ya desplegada en Europa: "Declarar al 22 de septiembre como Día Sin Autos, no como una ley pero sí con el compromiso del Ejecutivo."

Pero el pedal de oro lo llevaron Lucía Melillo y Sofía Membrado, de 11 años. Ambas leyeron sin inmutarse ante el centenar de ciclistas, legisladores y periodistas, el manifiesto de la Fundación Protectora del Medio Ambiente, un organismo creado por ellas dos "porque nos importa la ecología, porque queremos ayudar, y porque los mayores se reían y no prestaban atención a nuestras ideas. Por eso estamos acá, para contárselo a todos".

 

 

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