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COLOMBIA ACUDIRIA AL COMANDO SUR SI TODO FALLA
Con ayudita del Big Brother

A dos días del inicio de las conversaciones entre el gobierno
y las FARC, el ministro de Defensa colombiano viajó a Estados
Unidos para pedir más ayuda militar contra esta guerrilla.

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t.gif (862 bytes)  Mientras no llegue la paz reforcémonos para la guerra. Esa parece ser la nueva insignia de las fuerzas militares colombianas. El ministro de Defensa colombiano, Luis Ramírez, el jefe de las fuerzas armadas, general Fernando Tapias, viajaron ayer por dos días a Washington para entrevistarse con el zar antidrogas de la Casa Blanca, Barry McCaffrey, con el subsecretario de Estado, Thomas Pickering, y con funcionarios del FBI y de la CIA. El objetivo fue pedir ayuda militar al país del norte para la lucha contra el narcotráfico y también, sobre todo, para iniciar una vasta ofensiva contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en caso de que fracasen las conversaciones interrumpidas de paz que comenzarán pasado mañana entre ésta y el gobierno. Las FARC liberaron ayer a 40 rehenes capturados durante su ofensiva de la semana pasada.
“Hemos pedido aviones, helicópteros, hidroaviones y otros equipos que serán usados contra el narcotráfico, principalmente, pero también necesitamos equipar nuestro ejército si las FARC no aceptan la generosa oferta de paz del gobierno”, dijo Ramírez. “Esa ayuda militar no supone una intervención disimulada de Estados Unidos en el conflicto interno de Colombia, pues la vamos a manejar de manera autónoma”, aclaró Ramírez. El funcionario justificó su pedido en la demora de la ayuda económica de 250 millones de dólares que Estados Unidos libera anualmente para la modernización del ejército colombiano, “por lo que el Comando Sur puede suministrar equipos que se necesitan de urgencia para controlar la vasta zona sur de Colombia”. Esta zona, de 42.000 km cuadrados, fue desmilitarizada tras un acuerdo entre el presidente Andrés Pastrana y el líder de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, alias “Tirofijo”.
El tema del Comando Sur ha estado en el centro del conflicto en Colombia en los últimos dos meses. Luego de intensos combates entre las FARC, los paramilitares y el ejército en la región norteña de Urabá, que incluso llegaron a traspasar la frontera con Panamá, el jefe del Comando Sur, general Charles Wilhelm, declaró que la zona estaba insuficientemente defendida. Estas palabras generaron la impresión de que así se estaba allanando el camino a una intervención armada de Estados Unidos.
“¡Jamás, jamás!”, respondió tajantemente McCaffrey cuando la prensa le planteó esta posibilidad. “Cada país debe asumir la plena responsabilidad en su territorio y su espacio aéreo, conforme a sus leyes, para combatir a las organizaciones criminales”, declaró McCaffrey al término de su reunión con Ramírez. El jefe de la policía antidrogas de Estados Unidos aprovechó la ocasión para protestar por la reducción en un tercio de su presupuesto decidida por el Congreso norteamericano. “Existe una situación de emergencia en Colombia y Estados Unidos tiene la responsabilidad de ayudar con recursos materiales”, manifestó el funcionario. Señaló como ejemplo que “un batallón de las FARC paga entre 400 y 1000 dólares por mes a sus combatientes, mientras que la democracia colombiana paga 200 dólares mensuales a sus soldados”.
Mientras en Estados Unidos el gobierno trataba de dar una imagen de severidad hacia las FARC, esta guerrilla liberó ayer a los 40 automovilistas y pasajeros que tomaron como rehenes a comienzos de esta semana para cubrir su huida por las montañas del sur del país, según informó ayer la policía del departamento de Nariño. Esta acción formó parte de una violenta escalada lanzada desde el jueves de la semana pasada por las FARC, que llegó a las puertas de la capital Bogotá y que dejó un saldo de 354 muertos entre civiles, rebeldes, soldados y policías.
La ofensiva guerrillera se lanzó dos días después de que las mismas FARC postergaran el inicio del diálogo con el gobierno para este martes. Esta semana, el presidente Pastrana anunció que estas negociaciones, que tendrán lugar en la localidad de La Uribe (dentro de la zona desmilitarizada), fueron adelantadas para un día antes, el lunes 19. El gobierno y las FARC negociarán sobre la base de una agenda de 12 puntos, que contempla reformas económicas, políticas y sociales, la modernizaciónde las fuerzas armadas, la lucha antidrogas y las relaciones internacionales, entre otros asuntos.
Los paramilitares, entretanto, denunciaron a la Cruz Roja Colombiana. “La Cruz Roja se ha dejado penetrar por la guerrilla”, manifestaron ayer en un comunicado las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Esta denuncia se suma a la del director de la policía colombiana, general Rosso Serrano, quien declaró la semana pasada que algunos miembros del organismo humanitario colaboran con la guerrilla y que por ello presentará una queja ante el Comité Internacional de la institución. En su descargo, la Cruz Roja Colombiana aseguró ayer que está cumpliendo una función exclusivamente humanitaria en el conflicto armado.

 

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