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Herbert Habel, de 85 años, ex oficial de las SS, la temible policía nazi, vive en la localidad rionegrina de El Bolsón y reside en la Argentina con su verdadero nombre después de la autorización recibida por el gobierno de Juan Domingo Perón en la década del 50 para que se radicara en territorio argentino, al que había ingresado con pasaporte falso. Habel aseguró que no tenía "cuentas pendientes con la Justicia", pese a lo cual la delegación de la DAIA de Bariloche anunció que informará al Centro Simon Wiesenthal para que analice el caso. Habel contó que en 1950 entró al país bajo el nombre falso de Kurz Repa y que al poco tiempo logró conectarse con una empresa constructora vinculada al entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Domingo Mercante, encargada de realizar obras de remodelación en la quinta presidencial. "Estaba trabajando cuando llegó Perón y me preguntó dónde se encontraba el arquitecto. Le dije que no estaba y él, al escucharme, me preguntó si era alemán. Quiso saber qué grado tenía, en dónde había combatido y otras cosas de la guerra", relató Habel. En ese diálogo con Perón, el ex oficial de las SS le confesó que había ingresado al país con nombre y pasaportes falsos en el buque de bandera española "Cabo Buena Esperanza", y le pidió ayuda para recuperar su verdadero nombre. Siempre según el relato del nazi, un secretario de Perón, de apellido Martínez, le dio una carta para llevar a un juez en la que el ex presidente habría pedido la restitución del nombre al ex oficial nazi. "Cuando pregunté en el juzgado si tenía que pagar por el trámite dijeron que no, porque yo venía de parte de Perón", agregó Habel, quien precisó que Martínez, el secretario de Perón, "hablaba muy bien el alemán". Habel se negó a identificar al juez que le permitió radicarse con su verdadero nombre. El titular de la delegación en Bariloche de la DAIA, Daniel Reifeld afirmó que "el caso es similar al de (Erich) Priebke. Ingresaron con nombre falso y con sensación de miedo, pero después fue tan buena la acogida que volvieron a usar sus nombres verdaderos". En su estadía en Buenos Aires, Habel dijo que se había encontrado con Adolfo Eichmann, quien estuvo a cargo de la Organización del Departamento de Asuntos Judíos durante el gobierno de Adolf Hitler en Alemania, desde donde se planeó el exterminio de más de 6 millones de personas. "Yo le pregunté a Eichmann, cuando estaba en Buenos Aires, cómo era el asunto de los seis millones de judíos muertos. Y él me dijo: 'es muy fácil, nosotros teníamos buenos registros hasta 1943 y a esa fecha eran 239 mil (los judíos asesinados). Luego le pregunté qué pasó entre 1943 y 1945, y él me dijo que como máximo llegaban a los 500 mil judíos muertos", narró Habel. Sobre este punto, el titular de la DAIA de Bariloche, Daniel Reifeld, manifestó que "no estamos hablando de un almacén, esto no es un problema contable. Nosotros no tenemos dudas de la cantidad de judíos exterminados por los nazis, pero no queremos discutir esto y menos con los asesinos". Habel conoció a Eichmann, mientras el artífice de la denominada "solución final" trabajaba en la Compañía Argentina para Proyectos y Relaciones Industriales (CAPRI), por donde se asegura que pasaron varios de los nazis que se refugiaron en la Argentina después de la caída del régimen hitleriano. "Le dije a Eichmann que no se quedara en Buenos Aires, que volviera a Tucumán, pero él estaba confiado, no pensaba que lo iban a raptar", relató Habel al referirse al secuestro del ex jerarca nazi por un comando israelí en 1960 para llevarlo a ese país. En Israel, Eichmann fue juzgado por crímenes contra la humanidad y ejecutado.
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