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Por R.K. "Los terroristas no podrían haber soñado mayor aval que las irresponsables afirmaciones de ayer. Les hacen el juego a los terroristas." Con esta calificación respondió anoche el ministro del Interior, Carlos Corach, a las críticas de los familiares en el acto del domingo. "Acá no se encubre a nada ni a nadie. Hay que cesar en la calumnia", disparó Corach ante los corresponsales extranjeros. Por la mañana, el titular de la cartera política había tenido un tono mucho más liviano: "Son tonterías sin importancia", dijo refiriéndose a las imputaciones por la falta de resultados en la investigación de la AMIA. Las palabras de Diana Malamud, de Memoria Activa -"la conexión local del atentado es el Estado argentino"-, provocaron ayer un durísimo debate y las respuestas de dos integrantes del Gabinete, Corach y el secretario de la Presidencia, Alberto Kohan. "Nadie en su sano juicio puede dudar de que pocas circunstancias serían más exitosas para el gobierno nacional y para el Presidente que esclarecer este hecho", insistió Corach, para luego destacar que existe un compromiso del Poder Ejecutivo en la lucha contra el terrorismo en todos los campos. El ministro enumeró las medidas adoptadas, como la creación de la Brigada Antiterrorista (DUIA), que conduce el comisario Jorge Palacios, y una dedicación mayor del juez Juan José Galeano a ese expediente, ya que retuvo las causas anteriores, pero no se le agregaron nuevas. La DUIA fue creada en 1997, tres años después del atentado. "Durante todo este tiempo, en homenaje a las víctimas, en respeto al dolor de sus familiares, hemos obviado todos los agravios, desde el Presidente de la Nación para abajo. Agravios personales e injustos que desconocen todas las trayectorias de vida que hemos tenido, puestas al servicio de los derechos humanos, de las libertades públicas y, en mi caso personal, de la reivindicación de la identidad judía", agregó Corach. En forma casi explícita el ministro reclamó nuevamente una especie de pedido de perdón de los dirigentes de la comunidad judía: "En el día de ayer, lamentablemente se ha traspasado el límite al señalar, sin correcciones por parte de ninguno de los oradores, que la complicidad local era el Estado nacional argentino. Creo que éste es un límite que no podemos tolerar". Corach sugirió con estas palabras que alguno de los dirigentes de la colectividad judía debió defender al Gobierno ante las críticas, pero la realidad es que la multitud ovacionó los discursos más duros y hubiera repudiado cualquier defensa de lo actuado por el Poder Ejecutivo. Es más, el presidente de la AMIA, Hugo Ostrower, adelantó que jamás pedirá perdón por las críticas, en tanto el titular de la DAIA (ver aparte) dio como una posición personal sus diferencias con lo dicho por los familiares. Tal vez viendo el unánime ambiente adverso que primó en el acto, ayer por la mañana, el ministro había intentado bajarle el tono a la confrontación y usó el calificativo de "tontería sin importancia" para referirse a lo dicho en el domingo. "No es racional atribuir al Estado argentino encubrimiento. Cualquiera que haga un análisis objetivo sabrá que no sólo se han puesto esfuerzos en grado superlativo, sino que ningún otro gobierno puede tener como objetivo una cosa más preciada que esclarecer esta tragedia". Corach reconoció que no fue al acto "para no provocar". También por la mañana, Alberto Kohan, eligió un tono moderado para responder a las críticas. En diálogo con Marcelo Longobardi, el funcionario sostuvo que "se han puesto a disposición de la investigación todos los elementos, tanto de la Justicia, como de los servicios de información, nacionales y extranjeros. A todos se le abrieron las puertas". Kohan sugirió que detrás de las críticas hay intereses políticos, aunque no precisó cuáles, ya que en el mismo acto también hubo duras acusaciones contra la oposición.
Página 12 Por Mónica Flores Correa Harriet Mandel, miembro del Jewish Community Relations Council y organizadora del acto, dijo a "Página/ 12" que "Menem debería aprovechar el final de su período presidencial para cambiar esta obstrucción de la justicia. Si no lo hace, habrá perdido una oportunidad histórica y su nombre quedará asociado a la impunidad". Recientemente, Menem se comprometió a interceder por un grupo de judíos iraníes capturados y acusados de espionaje en Irán. El presidente también ofreció en una reunión con la organización B'nai B'rith pedir que no se convoque la conferencia de Ginebra pedida por los palestinos en Naciones Unidas para que se adopten resoluciones anti israelíes. Mandel sostuvo que este tipo de gestos del gobierno argentino, si bien son agradecidos por la comunidad judía "no nos confunden. Somos suficientemente sofisticados como para separar las dos cosas. Como Menem es muy hábil, cree que nos puede comprar con estas cosas, pero no es así. Nos parece bien que tenga estas iniciativas. Pero seguimos indignados porque no se ha hecho justicia en los casos de la AMIA y la embajada y seguiremos luchando por conseguirla". Luis Fleichman, vocero de la Federación Judía de Nueva Jersey, dijo a este diario que él como representante de su organización, el rabino León Klenicki y Kenneth Jacobson de la Liga Antidifamación (Antidefamation League) se habían reunido la semana pasada con el cónsul Guillermo Mc Gough "para reiterar nuestro descontento de que la investigación es completamente deficiente. Le pedimos al cónsul que trasmitiese al gobierno que las organizaciones judías estadounidenses seguimos con extrema atención el desarrollo de los acontecimientos judiciales y que lo seguiremos haciendo". Fleichman comentó que en el intercambio, Mc Gough enfatizó los gestos de buena voluntad del gobierno menemista hacia Israel y la comunidad judía, como la apertura de los archivos nazis. "Nuestra contestación fue que esto nos parece positivo, desde luego. Pero la causas de la AMIA y la embajada han sido una burla a la justicia y a la comunidad judía".
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