Según las mediciones de UADE, la actividad
manufacturera en junio fue un 8 por ciento inferior a un año atrás. No hay signos de
recuperación: la producción también cayó respecto de mayo. |
La crisis de la industria parece no tener fin. En junio la actividad cayó 8 por ciento respecto de igual mes de 1998, por lo que ya son doce meses consecutivos de retroceso. El Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa midió también una baja de 2 puntos en comparación con mayo último, aunque el registro es con estacionalidad. Es factible pensar que los guarismos negativos continúen algunos meses, señala el informe de la entidad. De ese modo, contradice el pronóstico oficial de que a partir de este mes comenzaría a notarse una recuperación de la actividad fabril. En rigor, el equipo económico se vio forzado a corregir sus estimaciones en varias oportunidades, debido a que mes a mes la performance de la industria fue peor a lo que proyectaba. El estimador de la UADE verificó un descenso de 5 puntos en la actividad industrial durante el primer semestre, respecto del mismo lapso del 98. A medida que fue transcurriendo el año, la crisis se agudizó. En enero, la baja fue de 0,3 por ciento. Pero tras la devaluación del real, a mediados de ese mes, el crac se hizo más pronunciado. En febrero, la performance de la industria cayó 3,8 por ciento, y luego siguieron descensos de 5,1 en marzo, 7,6 en abril, 5,3 en mayo y 8 en junio. La industria automotriz sigue siendo la más castigada por la crisis brasileña, ya que el 50 por ciento de su producción se exporta a ese país, comentó a Página/12 Marcelo Celani, investigador de la UADE. La fuerte incidencia de este sector sobre el indicador global de la industria influye sobre el número final de cada mes. A pesar de que el Plan Canje reactivó la demanda interna, no alcanzó para sacar a las fábricas del pozo, señaló el economista. Y mientras las terminales automotrices no consigan recuperar sus niveles de producción, el dato de actividad fabril seguirá con resultados mensuales negativos, concluyó. Los proveedores de insumos de las automotrices se vieron arrastrados en la caída, especialmente los sectores de caucho y neumáticos. Los fabricantes de papel, cartón y artículos del hogar también fueron afectados por la recesión en Brasil. En tanto, el deterioro de la siderurgia no sólo refleja las malas condiciones de la región, sino la caída de precios internacionales y la menor demanda externa a partir del efecto arroz, puntualiza el informe de la UADE. Otros sectores con desempeño negativo fueron los de químicos, petroquímicos y textiles. Entre enero y junio, los únicos rubros que lograron incrementar su producción respecto de igual período del año pasado fueron Petróleo y sus derivados, Cemento, Tabaco, y Alimentos y Bebidas. En este último sector, la elaboración de lácteos retrocedió en comparación con el 98, pero la producción de aceites mantuvo el fuerte incremento de los últimos tres años, algo que se explica por la buena performance de las exportaciones.
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