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Por Pablo Plotkin El ciclo de actividades que programó la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se llama Buenos Aires Supernova, comienza hoy y es una apuesta a proponer espectáculos de calidad a un público que se supone por demás ecléctico, con una base importante de chicos y jóvenes en vacaciones de invierno. El ciclo ocupa el espacio temporal que en los dos años anteriores tuvo el exitoso Buenos Aires No Duerme, que concentraba toda la actividad cultural en un predio que no cerraba las puertas durante diez días. Pero Buenos Aires No Duerme no está muerto, ni nada que se le parezca. La tercera edición se va a hacer a fin de año, anuncia en una entrevista con Página/12 Darío Lopérfido, secretario de Cultura de la ciudad. La idea es que, como fue algo tan masivo y paradigmático, forme parte de los festejos porteños de fin de milenio. Buenos Aires Supernova es un ciclo gratuito que reparte los eventos culturales en escenarios pequeños y shows menos multitudinarios. Aparte de los espectáculos y exposiciones para público adulto, este ciclo de esencia joven empieza hoy y termina el 31 de julio, con recitales de rock en el Teatro de la Ribera, música electrónica y moda en el Centro Cultural San Martín, un ciclo de cine en el Cosmos y encuentros literarios también en el San Martín. Pero no habrá un evento masivo como lo fueron los dos Buenos Aires No Duerme o las sucesivas ediciones estivales de Buenos Aires Vivo. Este año, por otra parte, una serie de festejos musicales y culturales de las sucesivas fechas patrias originó una notable repercusión popular, que demuestra que había una especie de vacío de representatividad en los actos protocolares. ¿De dónde surgió la idea de celebrar las fechas patrias con espectáculos multitudinarios, como el del 25 de Mayo o el del Día de la Bandera, en Plaza de Mayo? No fue una idea específica de la Secretaría de Cultura, sino una confluencia de varias áreas del Gobierno de la Ciudad, básicamente a partir de una decisión de (Fernando) De la Rúa, que tenía que ver con que las fiestas patrias estaban siendo sólo para las autoridades políticas, militares y eclesiásticas. El creyó que tenían que volver a ser fechas de celebración popular, algo de la gente. En la época de la dictadura militar, se produjo, en ciertos sectores de la sociedad una idea de asociación de los símbolos patrios con la represión, que había hecho un uso perverso de todo eso. Hoy no, y la verdad es que no era bueno que eso suceda. Hoy creo que hay un grado de maduración de la sociedad. La decisión de hacer Buenos Aires Supernova en lugar de Buenos Aires No Duerme, ¿representa un cambio sustancial? No, no hay un cambio de política en ese sentido. El motivo es, exclusivamente, los festejos de fin de milenio. La idea es terminar el evento el 31 de diciembre. Y que, en lugar de un solo lugar, se complemente con otro espacio al aire libre, que permita soportar la concurrencia. Para estas vacaciones de invierno armamos un programa cultural no sólo para los jóvenes. Hay ciclos de tango, jazz, teatro, como así también de rock o música electrónica. ¿Por qué no se completó el Buenos Aires Vivo si la decisión política era no retroceder en la organización de esta clase de eventos? En ese momento me parecía una cuestión de sentido común: si había pasado un hecho tan desgraciado un lunes, los shows del martes y el miércoles no debían hacerse. Es simplemente una cuestión de luto. Eso no implica ninguna decisión respecto del verano próximo. No me parece ni siquiera que esté en consideración la realización del ciclo para la temporada que viene. De todas maneras esto tiene que ver con decisiones propias de cada gestión, y yo ya no voy a estar en este cargo entonces. Pero si me lo preguntás a mí, yo digo que lo que pasó no implica que no se puedan seguir haciendo eventos masivos en lugares públicos. De hecho, se hicieron actos en Plaza de Mayo por el 25 de Mayo y el Día de la Bandera. ¿Cree que ya hay instalada una estructura para que, aunque cambie el gobierno, sigan haciéndose este tipo de ciclos culturales durante todo el año en la ciudad? Sí. Creo que, más allá de los funcionarios, que somos sólo transmisores de las necesidades de los ciudadanos, cuando empieza a generarse tanta actividad cultural la gente se adueña de eso y exige a los gobernantes que produzcan ese tipo de eventos durante todo el año. Confío en ese sentido en la línea política de Aníbal Ibarra, que será el próximo jefe de gobierno. ¿Cree que hay una parte de la sociedad que preferiría que no se hicieran más esa clase de eventos? No, no lo percibí ni en los comentarios, ni en los medios ni en las encuestas. La sociedad apoya en forma absolutamente masiva esta política. El proyecto cultural es de la gente.
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