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La ciudad de Buenos Aires será hoy escenario de la mayor movilización de productores rurales de la historia del sector agropecuario. La medida de fuerza, que el Gobierno terminó atizando con su negativa a responder los reclamos centrales de los hombres del campo, es la tercera adoptada durante este año por la Federación Agraria, Confederaciones Rurales y Coninagro. Estas entidades congregan al 99 por ciento de los productores del país. Los manifestantes, con la única deserción de la tradicional Sociedad Rural, debilitada por la desobediencia de un grupo importante de sus socios, llegarán a Plaza de Mayo cerca del mediodía en colectivos y camionetas, dado que el gobierno nacional prohibió el ingreso de tractores a la Ciudad de Buenos Aires. La movilización terminará ante un palco que será levantado en la Plaza de Mayo, de frente al Cabildo, desde donde hablarán los presidentes de las organizaciones convocantes. Mientras se desarrolle la marcha y, especialmente, cuando arriben a Casa de Gobierno, los productores distribuirán en forma gratuita frutas, verduras y otros productos del campo, como una manera de demostrar que su trabajo no vale nada. Un dato llamativo, e indicador de que la crisis hizo mella aun entre los productores de la otrora exclusiva Sociedad Rural, es la decisión a última hora del lunes de varios integrantes de esa entidad de sumarse a esta marcha. Un encumbrado empresario del campo afiliado a la SRA remarcó que la crisis fue impiadosa y llegó a todos los sectores de producción. En opinión de los dirigentes del campo, la producción primaria está en vías de desaparición y al borde del precipicio, y no descartaron que si los organizadores de la Exposición Rural de este año dejaran ingresar a los verdaderos productores, inexorablemente silbarían al presidente Menem el día de la inauguración de la muestra, sostuvo René Bonetto, presidente de la FAA. Por su lado, el titular de Coninagro, Valentín Levisman, cree que esta movida será más efectiva que un paro rural, como los dos que protagonizaron este año, ya que los productores llegan agobiados y sin recursos para revertir la peor crisis de rentabilidad que soportan desde que comenzó esta década. Asimismo, los ruralistas vaticinan que la protesta será la más importante desde que Menem asumió la presidencia del país y pronosticaron la concurrencia de unos 10 mil chacareros pequeños y medianos. Estos llegarán desde todo el país, muchos de ellos en micros especialmente fletados por los organizadores, debido a la falta de recursos económicos de los productores. Lo que quiere el hombre de campo es que le den pelota, dijo ayer sin pelos en la lengua Felipe Solá, candidato justicialista a vicegobernador bonaerense y ex secretario de Agricultura. Acá no ha habido el más mínimo diálogo fructífero y ha existido una negación del diagnóstico, señaló en referencia a lo que los dirigentes del campo han denominado insensibilidad oficial. Por otra parte, el vicejefe del gobierno capitalino, Enrique Olivera, destacó ayer que respeta y comprende los motivos del reclamo pero pide, a su vez, respeto por las normas de circulación y desplazamiento vigentes en la ciudad. La advertencia apunta no sólo a tratar de morigerar el esperable desborde vehicular, sino sobre todo a cubrirse de los eventuales costos que estaría tratando de endilgarle el Ministerio de Interior al acordar la organización del acto sin consultarlos.
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