Por Ariel Greco El rechazo a la incorporación
de la sociedades anónimas en el fútbol y la continuidad del actual sistema de
campeonatos cortos hasta por lo menos junio del año próximo fueron las dos decisiones
más salientes que aprobó por unanimidad el Comité Ejecutivo de la AFA en la sesión
extraordinaria que se realizó ayer en el predio de Ezeiza.
En una primera lectura, el presidente de Boca, Mauricio Macri, aparece como el gran
derrotado por la decisión de los dirigentes aunque con la certeza de que no tenía
consenso no se expuso al choque, con lo que políticamente no quedó mal parado. Por más
que su posición es la de cambiar la estructura actual, en la reunión no tomó una
postura activa, y la posibilidad de incorporar las sociedades anónimas ni siquiera se
trató. Teniendo en cuenta que en octubre habrá elecciones nacionales y que ninguno de
los candidatos se pronunció directamente sobre el tema, la sensación que dejó la
votación de los dirigentes fue la de prorrogar la discusión de fondo para más adelante
y eliminar posibles focos de conflicto para el futuro: depurar las categorías de ascenso,
intentar renegociar los contratos televisivos para aumentar los ingresos de los clubes y
un mayor control económico de la AFA sobre los clubes a través de una comisión
fiscalizadora.
A partir de la decisión de no avalar la participación de sociedades anónimas se dispuso
la creación de una comisión fiscalizadora. Con eso la AFA controlará los presupuestos
de los clubes en forma anual y tendrá la facultad de aplicar sanciones que van desde
multas económicas hasta la pérdida de la categoría de las entidades que no cumplan con
el cálculo estimado a principios de temporada. Pese a que el informe será anual, los
clubes deberán elevar un resumen cada cuatro meses para que la AFA analice el desarrollo
de la situación económica de cada entidad, con la posibilidad de imponer sanciones como
quita de puntos, descensos o desafiliaciones.
A partir de esa resolución, se aprobó que los dirigentes no tendrán la obligación de
presentar un aval con su patrimonio para ocupar cargos directivos en los clubes. Se dejó
la libertad para que cada entidad decida por su cuenta si se acepta o no esa medida. Este
fue uno de los puntos que generó mayor conflicto y marcó un triunfo de la posición que
encabezaron las autoridades de River y Vélez.
Aunque se suponía que se iba a variar el sistema de campeonatos, por lo menos por una
temporada más se jugará con el método de Apertura y Clausura. Entre los cambios que se
formalizaron en la parte deportiva, está el sistema de promoción para los descensos que
hasta esta temporada se utilizaba en los campeonatos de España. Los dos últimos
promedios perderán la categoría en forma directa, mientras que el 17º y el 18º
deberán jugar su chance con el tercero y cuarto de la B Nacional. Además, se analizó la
posibilidad de que los promedios fuesen suprimidos a partir de la temporada 2000-2001,
aunque no se llegó a un acuerdo en esa posibilidad.
Si bien la idea inicial era imponer un cupo limitado de contratos profesionales, esa
medida no prosperó ya que se acató el pedido de Futbolistas Argentinos Agremiados para
no cortar la libertad de trabajo de los futbolistas. Así, el cupo de 20 o 25
jugadores no entrará en vigencia, pero a cambio los clubes deberán contratar por un
límite determinado de dinero. También se resolvió no jugar la Copa Argentina, al menos
hasta el año 2001, porque el calendario no lo permite.
En cuanto a la Primera B Nacional se implementó un sistema escalonado de descensos
durante tres temporadas, para que los 34 equipos que hay actualmente se reduzcan a veinte.
Así en las primeros dos años descenderán 6 clubes, mientras que en la siguiente serán
7. En la reunión estuvieron el presidente de la AFA, Julio Grondona, los máximos
dirigentes de 18 clubes de primera división (salvo Colón y Newells), dos
representantes de la Primera B Nacional y uno de las divisionales B, C y D. Todos los
puntos acordados ayer deberán ser refrendados hoy por el Comité Ejecutivo en la AFA.
Allí se realizará la formalidad de la votación, que no debería presentar sorpresas.
Las voces después de la cumbre |
José María Aguilar.
(secretario de River)
No hubo ninguna discusión real ni virtual por el tema de las sociedades anónimas.
Hablamos entre dirigentes y nos pusimos de acuerdo. No hubo ni vencedores ni
derrotados.
Raúl Gámez.
(presidente de Vélez)
Hubiera sido lamentable que se concretara el proyecto de sociedades anónimas. Más
allá de lo que piensan los dirigentes también hay que tener en cuenta el pensamiento de
los socios.
Oscar Giménez.
(presidente de Argentinos)
Nadie planteó el tema de las sociedades anónimas. Ni siquiera las personas que se
suponía que estaban a favor de esa propuesta.
Jorge Seisdedos.
(abogado de la Sindicatura de Racing)
Racing está autorizado para seguir funcionando por lo menos durante esta temporada.
En los próximos días se analizará sobre la forma en que el club debe cumplir con los
informes económicos.
Jorge Torres.
(vicepresidente de Independiente)
En Boca privilegian al dirigente con dinero y ésa no es la solución. Hay que tener
en cuenta las cualidades de honestidad y aptitud del dirigente y recién entonces podemos
hablar de sociedades anónimas o de otra forma de organización.
Roberto Digón.
(vicepresidente segundo de Boca)
Si hay una mayor responsabilidad de los dirigentes en los temas económicos, no
está mal seguir con el actual sistema.
Héctor Domínguez.
(presidente de Gimnasia)
No tiene sentido privilegiar el debate de la figura legal de los clubes si antes no
ordenamos todo el fútbol, en sentido amplio. Ni siquiera el Estado tiene claro cuál es
el rol de los clubes. Cuando debatamos estos temas, después se podrá hablar de
sociedades anónimas. |
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