OPINION
Al paso de la memoria
Por Nora Cortiñas * |
En
estos días se cumplen 23 años de la noche del apagón del terror en Ledesma, provincia
de Jujuy. La dictadura militar desplegó sus tentáculos criminales desde La Quiaca a
Tierra del Fuego.
La noche del 27 de julio de 1976 fuerzas conjuntas del Ejército, Gendarmería y Policía
privada del Ingenio Ledesma con sus propios vehículos, invadieron las localidades de
Calilegua y Libertador Gral. San Martín allanando viviendas, saqueándolas y apresando a
centenares de trabajadores, estudiantes y profesionales. Fueron llevadas a cárceles y
campos de concentración clandestinos. De todos ellos, 30 no aparecieron nunca más.
Finalizando la dictadura comenzaron las marchas anuales que abarcan desde Calilegua a
Libertador 10 km por la ruta además de la marcha semanal similar a la de
Plaza de Mayo.
El terrorismo de Estado no pudo apagar la memoria y la voluntad de resistencia. De esto
doy fe, pues concurrí desde la primera marcha en la que no llegábamos a 20 personas. El
camino se hacía por la banquina de la ruta. Al pasar por las calles de Calilegua los
vecinos se asomaban por la ventana y se persignaban. Hoy, esos mismos vecinos, perdido el
miedo, se suman a esta conmemoración. Luego se sumaron otras madres, entre ellas M.
Adela, quien, con su empeño, logró que cada años se sumaran más fuerzas desde
distintos puntos del país, también integrantes de los organismos de derechos humanos.
Al cumplirse 20 años de la dictadura militar nos reunimos más de 2000 personas. Entre
ellas artistas, estudiantes, sindicalistas, trabajadores. Muchos de ellos ya habían
concurrido en otras oportunidades. Actualmente marchan familiares y militantes de derechos
humanos de otras provincias, ocupando todo el ancho de la ruta. El ejercicio de la memoria
hace que la distancia se acorte entre quienes caminamos a su paso.
* Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora |
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