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Por José Natanson Desde Santa Fe Con la ausencia por gripe de Fernando de la Rúa, Carlos Chacho Alvarez aterrizó ayer en Santa Fe para intentar un penúltimo empujón a los candidatos a gobernador de la Alianza. La intención de voto del sublema que encabeza el radical Horacio Usandizaga, sumada a la del demoprogresista Alberto Natale y a la del frepasista Rubén Giustiniani no alcanza a superar a la estrella electoral de la provincia: el justicialista Carlos Reutemann, que lidera todas las encuestas para las elecciones que se realizarán el próximo 8 de agosto. La situación de Santa Fe es similar a la que existía en Córdoba antes de que el PJ se impusiera en las elecciones de diciembre del año pasado: aunque la fórmula presidencial de la Alianza supera a la del justicialismo, los candidatos locales de la coalición no alcanzan a acercarse a los del peronismo. Los sondeos que manejan en la Alianza le asignan a la fórmula De la RúaAlvarez una ventaja de más de diez puntos. Pero el panorama provincial se presenta distinto: en el PJ hablan de una diferencia abismal a favor de Reutemann. Aunque admiten que el senador justicialista marcha primero, en la oposición aseguran que la ventaja ronda el siete por ciento. Los jefes de la Alianza coinciden en que Reutemann es un candidato difícil. Dicen que proyecta una imagen de austeridad y que su perfil de dirigente serio ofrece pocos puntos débiles para atacar. Pero, además, están convencidos de que el postulante a gobernador del PJ tiene la inmensa capacidad de aparecer ante la opinión pública como si fuera un candidato independiente o de un partido provincial. Una estrategia -similar a la que utiliza De la Rúa que le permite mantenerse a un costado de los embrollos partidarios. Construye política desde los márgenes de su partido, sostiene Alvarez. El ex corredor de Fórmula 1 competirá, en los comicios del 8 de agosto, con tres sublemas aliancistas: el que cuenta con más chances es el que postula al actual senador radical Horacio Usandizaga, que perdió con Reutemann en 1991. La lista del PDP, una agrupación de perfil provincial que decidió pactar con la Alianza, está liderada por el diputado Alberto Natale. La tercera boleta es una unión entre el Frepaso y un sector díscolo de la UCR y candidatea al líder del Socialismo Popular, Rubén Giustiniani. Los tres candidatos de la Alianza son rosarinos, uno de los lugares en donde pisa fuerte el Frepaso, que para los comicios de intendente vuelve a postular al socialista Hermes Binner. El dato no es menor: la división geográfica del electorado santafesino es fuerte y la diferencia que los candidatos aliancistas ostentan en Rosario no alcanza para compensar las adhesiones que despierta Reutemann en el norte de la provincia. Por eso, Alvarez decidió aterrizar ayer por la mañana en Rafaela, una rica ciudad ubicada en el norte de Santa Fe. Estoy convencido de que esta es una elección que se puede pelear. Tenemos tres buenos candidatos que se articulan con el proyecto de cambio de la Alianza, sostuvo Chacho. Una vez que finalizó la obligada conferencia de prensa, el jefe del Frepaso recorrió Nuevo Torino y Esperanza. Alvarez viajó en el micro de campaña de De la Rúa, un especie de menemóvil que cuenta con sillones, una cama en el fondo y un palco con micrófono para utilizar en las paradas fugaces. Allí, Chacho aceptó dialogar con un grupo de cronistas sobre la marcha de la campaña presidencial. Uno de los problemas básicos de Duhalde sostuvo Alvarez es que no logró construir un liderazgo en serio dentro de su partido. El estuvo convencido de que en 1997 iba a ganar y que los dirigentes del interior se iban a encolumnar automáticamente detrás de sí. Pero perdió. Y ahora tiene problemas para que trabajen para su proyecto presidencial. Según Chacho, los caudillos provinciales del PJ, como Reutemann o José Manuel de la Sota, se acercaron a Duhalde a principios de año, luego deque el gobernador lograra destruir el proyecto re-reeleccionista de Carlos Menem. Pero, cuando se dieron cuenta de que Duhalde no lograba sacar ventajas sobre la Alianza, estos mismos dirigentes comenzaron a alejarse progresivamente de su candidato a presidente y a concentrar sus energías políticas en el horizonte del 2003. Sentado en un sillón, mientras se quejaba de que las comidas de campaña se limitan a sandwiches de miga que terminan por afectar el carácter, Chacho evaluaba en estos términos el impacto electoral del debate por la deuda externa, el gran issue de campaña duhaldista. Lo que está haciendo Duhalde con este tema es peligroso. Lo plantea de una forma en la que no resuelve nada en serio y que sólo contribuye a asustar a los inversores y a bajar los índices de la Argentina en las calificadoras de riesgo internacional. La sobreoferta del menemismo, la revolución productiva y el salariazo, era inocua, porque no significaba nada definido. Pero esto es distinto señaló Chacho. El primer día de la gira continuó con otra conferencia de prensa y con una caravana por la capital santafesina. Si logra pasar la gripe, De la Rúa llegará hoy a Santa Fe para acompañar a su compañero de fórmula en el último día de la visita con la que la fórmula de la Alianza confía en, por lo menos, estrechar las diferencias con Reutemann.
Desde Rosario
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