Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


UN CURSO DE GUARDAPARQUES EN LOS BOSQUES DE PALERMO
Agentes para el orden verde

Un grupo de jóvenes desempleados de la Villa 31 está siendo entrenado como guardas del Tres de Febrero. Aprenden sobre flora y fauna, legislación, primeros auxilios y salvatajes.

na15fo01.jpg (9282 bytes)

Por Horacio Cecchi
t.gif (862 bytes)  ”Le tienen que tomar el brazo, colocar la punta de la venda por encima de la muñeca y dar vueltas en forma de ocho”, explicaba Silvia Burgos, de pie junto a la orilla del Lago de Regatas de Palermo. Frente a ella, 24 chicos y un castor –en realidad, un coipo– observaban atentamente las instrucciones de la materia Primeros Auxilios. Los jóvenes, de entre 18 y 25 años, pertenecen a la Villa 31 y son alumnos del primer Curso de Guardaparques de Buenos Aires organizado por el gobierno porteño, la Asociación Amigos del Lago y la agrupación Plaza Facundo Quiroga. El coipo es un colado. El curso, de seis meses, forma parte de un programa de capacitación y reinserción laboral: una vez entrenados, los jóvenes se convertirán en guardas del parque Tres de Febrero. Pero no sólo tocarán el silbato ante un intento de dañar un árbol, por ejemplo. Los guardaparques estarán entrenados en la historia del parque, su flora y su fauna, y la legislación sobre medio ambiente. Y también estarán preparados para un eventual salvataje en el lago. Los alumnos, y futuros guardaparques, cobran 200 pesos al mes. El coipo es ad honorem.
La iniciativa surgió de la Asociación Amigos del Lago. “Desde hace años impulsamos que se nombre un equipo de guardaparques para Palermo –comentó Osvaldo Guerrica Echevarría, presidente de la AAL, vestido para la ocasión, de jogging–. Hace unos meses fuimos de nuevo a plantear la necesidad al gobierno y nos propusieron que desarrolláramos un proyecto. Simultáneamente, la agrupación Plaza Facundo Quiroga, que trabaja en la Villa 31 desde hace muchos años, buscaba una ONG que tuviera fuerza legal para presentar programas. Coincidimos y llevamos el proyecto.”
Veinticuatro jóvenes de entre 18 y 25 años permanecían sentados sobre el césped, frente al lago. Uno de ellos, de pie junto a Silvia Burgos, mantenía extendido su brazo mientras la docente enseñaba cómo realizar un vendaje. Burgos explicó que en una emergencia no pueden medicar. Los alumnos, luego, realizaron el vendaje por sí mismos.
El 8 de agosto, después de un mes de cursada intensiva, será lanzado el plano práctico: saldrán en parejas, divididos en dos turnos de cuatro horas cada uno, a recorrer el parque, desde Libertador hasta Lugones, y desde Dorrego hasta La Pampa.
La cursada cuenta con cinco materias: Historia y geografía del parque Tres de Febrero; Flora y fauna; Legislación; Salvataje y primeros auxilios; y Comunicación. Las materias se cursan durante cuatro horas diarias, los cinco días de la semana. La parte teórica se desarrolla en un club de la 31: el Social y Deportivo Padre Carlos Mugica. La parte práctica, en el lago. “El régimen no es policial, pero tiene dos reglamentos que tienen que cumplir: las normas para hacer el curso, como no tener más de tres ausentes, no admitir las llegadas tarde, no fumar en clase, y además el reglamento de convivencia dentro del grupo”, explica Julián Wald, docente de la materia Comunicaciones y uno de los coordinadores de la agrupación PNC.
“Yo soy un chico de la villa”, se definió sin vueltas Oscar Duarte, de 22 años, ayudante del coordinador Wald. Oscar llegó de Misiones hace tres años, trabajó de mozo durante un tiempo en un restaurante pero ahora está sin empleo. “Todas las materias tienen su lado interesante y su complicación –dijo–. Por ejemplo, para Salvataje tenemos que saber nadar, pero tenemos que aprender algunas cosas y todavía no contamos con ningún natatorio para las prácticas”. A su lado, Maxi aseguró que “para poder opinar sobre algo tenés que verlo desde adentro. Por eso, quiero estudiar esto, porque me interesa lo ecológico”.
Antes que Burgos, otro docente, Dante Varela, inició la lección sobre salvataje. Los alumnos dieron una clase grupal con gráficos de los cinco sentidos del cuerpo humano. “Para el próximo martes –dijo Varela, y todos tomaron apunte–, vamos a investigar el aparato digestivo, los músculos yel esqueleto.” Desde la orilla, medio sumergido, el coipo observaba atentamente y comía alguna que otra galletita.
“Es importante que haya cuidadores. No con un fin prohibitivo –explicó Guerrica Echevarría, a cargo de las materias Historia y geografía, y Legislación–, sino para que no se destruya. Les estamos inculcando que se permita jugar al fútbol pero que no se dañen los árboles, que se pueda hacer un asado pero en un lugar específico para eso. La gente necesita el parque y el parque necesita que lo cuiden. Deberán saber dónde hay un bebedero o indicar al interesado dónde encontrar un ginkgo-bilova, un árbol oriental de hojas amarillas”, dijo Guerrica Echevarría.

 

Los otros programas
“Se trata de capacitar a la gente pero no en cualquier cosa, sino en algo que haga falta –explicó Rafael Kohanoff, secretario de Industria, Comercio, Turismo y Trabajo de la comuna–. Determinamos una serie de necesidades y llamamos a las ONG para que presenten proyectos. Se presentaron 80 que traían 105 especialidades nuevas. Seleccionamos unas 60”. Dentro del programa señalado por Kohanoff, figuran cinco especialidades que son tratadas dentro de la Villa 31 de Retiro, y que ocupan a alrededor de un centenar de jóvenes desocupados: Formación de agentes de apoyo escolar, para trabajadores que auxilien en el área educativa; especialistas en producción de semillas y alimentos en huertas ecológicas; agentes de valorización cultural del patrimonio histórico de la ciudad, una especie de guías turísticos especializados; agentes de planificación de negocios y apoyo de las pymes, que puedan ser contratados en tareas administrativas o de desarrollo por pequeñas empresas que no estén en condiciones de realizarlas por su propia cuenta. Y los cuidaparques de Palermo.



La duda del sexto mes
El curso de guardaparques de Palermo tiene una duración de seis meses. El primero es teórico y práctico, intensivo, y finaliza el 8 de agosto. Durante los cinco meses restantes, los alumnos ocuparán sus puestos con seguimiento de parte de los docentes. El convenio contempla renovar por otros seis meses la beca. Los Amigos del Lago de Palermo aspiran a que el parque tenga luego custodia permanente. Pero, por el momento, el futuro de los guardaparques está en tratativas.
Del lado del gobierno porteño aún no está claro que los 26 jóvenes sean contratados para desempeñar su función. Pese a haber invertido en formarlos durante 6 meses para cuidar un parque público, cuya autoridad de aplicación es el mismo gobierno, se sostiene que el Estado no puede asumir nuevas cargas laborales. El secretario de Industria, Rafael Kohanoff, dijo a Página/12 que “la intención es formativa, capacitar, pero no sumar cargas laborales al Estado. Deberán ser contratados por las asociaciones de vecinos o por empresas privadas”.
Norberto La Porta, secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Regional, dijo a Página/12 que “no descarto la posibilidad futura porque la necesidad existe, los guardaparques son importantes. Pero por ahora sólo se está aplicando el programa. En el convenio no hay un compromiso de contratación, que es motivo de futuros análisis presupuestarios, especialmente con competencia de la Legislatura”.

 

 

PRINCIPAL