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![]() Vázquez, con un 29 por ciento, perdió dos puntos en las intenciones de voto, en tanto el apoyo a Jorge Batlle (Partido Colorado, oficialista, centroderecha), bajó cinco puntos, con 25 por ciento, Luis Lacalle (Partido Nacional, centroderecha) bajó un punto, con 18 por ciento, y Rafael Michelini (Nuevo Espacio, centroizquierda), bajó dos puntos, con 3 por ciento. De mantenerse esta preferencia, Vázquez y Batlle estarían en ballottage e irían a segunda vuelta. Esta será la primera vez que, a la luz de nuevas reglas electorales, haya candidato único por partido, y que en caso de que ninguno de los postulados consiga mayoría absoluta se organice una segunda ronda de votación el 25 de noviembre siguiente. Mientras los electores que tienen su voto definido de cara a las elecciones presidenciales y legislativas de octubre descendieron, afectando a la baja el porcentaje que reúnen todos los partidos políticos, creció a 25 por ciento la proporción de uruguayos que se muestran indecisos. A pesar de que desde fines de junio la mayoría de los partidos avanzaron o formalizaron definiciones electorales, a través de sus convenciones y de la proclamación de las fórmulas presidenciales, la cuarta parte del electorado no sabe qué votará en octubre, porcentaje mayor al de las elecciones nacionales anteriores en la misma fecha. Las personas que dijeron tener su voto totalmente decidido bajó a 63 por ciento, cinco puntos menos que en junio, mientras que otro 12 por ciento dice tener una idea pero no una definición firme, y el 25 por ciento restante se declaró indeciso. Esta cuarta parte del electorado, que no tiene su voto definido, posee como característica común declarada su escaso interés en la política, y el 55 por ciento se define políticamente en el centro del espectro, mientras que sólo dos por ciento se define de izquierda o centroizquierda. La indecisión y la indiferencia evocan a algunos analistas la escasa concurrencia registrada en Uruguay a una serie de plebiscitos convocados en los últimos años, que por lo general sometían a la opinión de los votantes temas específicos vinculados con la privatización de empresas o de algunos servicios. Como esos plebiscitos fijaban un mínimo de concurrencia para decidir sobre esos temas, y el mínimo no se cubría, los resultados eran considerados no vinculantes, lo cual obligaba a seguir respetando los anteriores marcos legales y de propiedad vigentes. La encuesta de Equipos Mori se llevó a cabo entre el 9 y el 19 de julio entre 904 personas residentes en Montevideo y en el interior, con un margen de error de más menos 3,25 por ciento. La ampliación del número de indecisos y la reducción de las intenciones de voto por los principales candidatos agregan una cuota de suspenso a una campaña electoral que se ha realizado sin mayores incidentes, y mucho más a una segunda vuelta que determinará si el próximo gobierno uruguayo se parecerá al argentino que, por coincidencia, también se elige en octubre.
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