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CHINA ESTUDIA REPRESALIAS AL "INDEPENDENTISMO"
Guerra de nervios a Taiwan

Lee Teng-hui, presidente de Taiwan, mantiene su posición de negociar con China "de Estado a Estado", pese a la presión de EE.UU. y las intimidaciones de Pekín.

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t.gif (862 bytes)  China se prepara para la guerra --o para una demostración de fuerza--, en respuesta a un presidente taiwanés que mantiene su explosiva posición de que las relaciones entre Pekín y Taiwan deben ser "de Estado a Estado". El presidente chino Jiang Zemin encargó ayer un estudio sobre las posibles acciones militares de represalia contra el "separatismo" taiwanés, mientras las autoridades desaconsejaban a sus ciudadanos viajar a las provincias cercanas a Taiwan y equipaban a un escuadrón en la zona para realizar operaciones en todo clima. El refuerzo militar se produjo al mismo tiempo que el presidente taiwanés Lee Teng-hui se negaba ante el enviado norteamericano Richard Bush a retractarse de su posición, y el almirante Walter Doran, jefe de la Séptima Flota estadounidense, afirmaba estar vigilando de cerca los movimientos militares chinos. El gobierno de Pekín acordó enviar a su canciller Tang Jiaxuan a Singapur para un encuentro con la secretaria de Estado norteamericana Madeleine Albright para resolver la crisis. Parece que será una carrera contra el tiempo.

Con su frente diplomático aparentemente seguro, Pekín está dando señales alarmantes de inclinarse a montar una demostración de fuerza en los estrechos de Taiwan. Diarios pro-chinos en Hong Kong informaron ayer que el presidente chino Jiang Zemin encargó al vicepresidente de la Comisión Militar Central, Zhang Wannian, que preparara un estudio de las posibles acciones militares que China puede tomar contra Taiwan. Zhang, un protegido de Zemin, fue el artífice de las maniobras militares frente a Taiwan en 1996 --durante las cuales se dispararon misiles (sin explosivos) a las aguas territoriales de la isla-- que culminaron en el envío de la Séptima Flota al estrecho. Una fuente militar china, citada ayer por el South China Morning Post, indicó que el Partido Comunista chino y el Ejército de Liberación Popular (ELP) todavía no logran ponerse de acuerdo sobre cómo contrarrestar la "conspiración separatista" del presidente Lee. La misma fuente indicó que por el momento la estrategia china sería de "guerra psicológica", con demostraciones militares y declaraciones intimidatorias en los medios chinos. Pero esto podría ocultar preparativos para acciones ulteriores. Según el Express Daily de Hong Kong, un escuadrón cercano al estrecho fue equipado ayer para operar en cualquier clima, y una división mecanizada en Guandgou --frente al estrecho de Taiwan-- realizó maniobras de entrenamiento con fuego real. La Séptima Flota norteamericana está en alerta, pero hasta el momento no ha detectado movimientos amenazantes.

En efecto, el presidente Lee parece contar con que Estados Unidos lo protegerá de cualquier represalia china, pese a que Washington sigue respaldando la política de que existe "una sola China" cuya capital es Pekín. Todos los funcionarios taiwaneses con los que se reunió ayer Bush --incluyendo a Lee, el vicepresidente, y el canciller-- reiteraron que Taiwan se considera ahora soberana con respecto a China, y que Pekín no tiene autoridad sobre la isla. Las únicas señales conciliatorias que pudo conseguir el enviado norteamericano fueron promesas de que Taiwan no había renegado de una eventual reunificación con China. Sin embargo, el canciller Jason Hu rechazó el modelo de "una nación, dos sistemas", con el cual Hong Kong se reincorporó a China.

Esta intransigencia está dejando a Taipei en un limbo diplomático. Estados Unidos nunca dio señales de apoyar un cambio en sus relaciones con China, y el vuelco taiwanés viene en un momento --luego del bombardeo accidental de la embajada china en Belgrado-- en el que buscan evitar confrontaciones con China. Los países de la ASEAN --la alianza de países del Sudeste Asiático, que ayer inició una reunión con observadores como EE.UU., Japón y China-- tampoco favorecen la posición taiwanesa. Según fuentes diplomáticas, el documento final de la cumbre afirmará la validez de la política de "una China", y llamará a evitar "injerencias extranjeras" en los asuntos internos de los países de la región. Aunque no es claro si este orden diplomático se mantendrá si China comienza acciones militares, por el momento Taiwan está sola.

 

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