Los miembros del Superior Tribunal de
Honor del Ejército ante quienes depuso el general Cabanillas supieron dar una alta
muestra de cómo es posible, pese al sombrío panorama nacional, proceder alegremente.
Este hecho es notable y quedó asentado en las actas pertinentes de dicho Tribunal.
El lector de esta página tal vez recuerde que en un sumario militar iniciado en Córdoba
en 1977, quien fuera jefe del Departamento de Contrainteligencia de la SIDE, teniente
coronel (R) Juan Ramón Nieto Moreno, declaró que en marzo de 1976 el varias veces
procesado Aníbal Gordon constituyó por orden del entonces Secretario de
Inteligencia de Estado, General Don OTTO CARLOS PALADINO, con gente de su grupo y personal
orgánico de SIDE, una base operativa que se denominó O.T. 18 (dieciocho); que
dicha base efectuaba la actividad operacional antisubversiva de SIDE; que de
la calle Bacacay de Buenos Aires esa base se trasladó a otra sita en la calle
Venancio Flores (local del taller Automotores Orletti); y que Gordon se
encontraba encuadrado a los efectos disciplinarios en una cadena de comando que incluía a
personal orgánico de SIDE perteneciente al Departamento Operaciones Tácticas I (uno)
dependiente de la Dirección III de la SIDE. Dicho personal era hasta que se inactiva la
Base O.T. 18 (dieciocho) los agentes EDUARDO RUFFO y JUAN RODRIGUEZ, que hacían las veces
de Encargados dependientes del Vice Comodoro (Néstor) Guillamondegui y posteriormente de
los entonces Capitanes CALMON y CABANILLAS y por cadena de comando, del Jefe del
Departamento Operaciones Tácticas I Teniente Coronel VISUARA. Pero el presidente
del Tribunal de Honor, general (R) Miguel Angel Viviani Rossi -padre del coronel Viviani
Rossi que fue segundo del general Cabanillas en el II Cuerpo de Ejército afirma
alegremente que CALMON y CABANILLAS revistaban en la OT 18 pero no operaban ni
conocían ORLETTI.
Agrega que: La sigla, denominación o cartel OT 18 les venía bien (a
Gordon y su banda) para encubrir sus actividades, también les venía bien manifestar que
la OT 18 tenía Jefe y Segundo Jefe. Desviaban responsabilidades. Y ya que estamos
en el tema desvío de responsabilidades véase: los testigos que han
declarado, también bajo palabra de honor, han confirmado absolutamente todo lo dicho por
el General Cabanillas, en cuanto a que no existía ninguna relación entre OT 18 y algún
supuesto lugar de detención (sic), indica alegremente el general (R) Héctor Lubin
Arias, vocal del Tribunal de Honor. Y añade que en ningún momento Gelman presenta
pruebas de que OT 18 tenía relación con Automotores Orletti. Esto, lo confieso, es
absolutamente cierto: las pruebas fueron presentadas por el teniente coronel (R) Nieto
Moreno y otros en el sumario de 1977, y aun por el propio general Cabanillas en este
último y en la entrevista que publicó La Mañana del Sur el 6 de abril pasado. En la que
dijo: La OT 18 era una subsidiaria de OT I. Yo no la conocía como lo nombra él (el
suscripto) sino por el nombre de Jardín, debe ser Automotores Orletti.
Véase asimismo: la OT 18 no era Automotores Orletti y el general
CABANILLAS no tenía conocimiento de su existencia, asevera alegremente otro vocal
del Tribunal de Honor, el general (R) Diego Alejandro Soria. Quien señala, sin embargo,
que Las medidas de seguridad que el Capitán CABANILLAS supervisaba eran ejecutadas
por un grupo integrado por personal orgánico de la SIDE y por personal no orgánico,
contratado (es decir, la banda de Gordon). Este personal también cumplía otras misiones
específicas de inteligencia sin ninguna relación con los capitanes CABANILLAS y
CALMON. Por su parte, el general (R) Juan Ramón Mabragaña, también vocal del
Tribunal y para quien la contrainteligencia consiste en negarinformación al
enemigo, asegura alegremente que de las declaraciones de los testigos recogidas en
el sumario militar del 77 no surge que la OT 18 era el LRD Automotores
ORLETTI o que la oficina donde trabajaba el entonces Capitán CABANILLAS
tenía relación alguna con Centros Clandestinos de Detención. La sigla LRD tiene
un hálito alegremente social: significa lugar de reunión de detenidos.
Es penoso que sólo dos meses antes el general Cabanillas contradijera a los miembros del
Tribunal de Honor al relatar al periodista de La Mañana el Sur que yo he conocido a
los que trabajaban allí (en Orletti), que no era gente orgánica de la SIDE sino
inorgánicos contratados, gente que venía trabajando desde el año 75. Yo los he
conocido a todos.... Otro aspecto que da pena es cómo en el Tribunal de Honor se
rebaja el papel desempeñado en la SIDE por el entonces capitán Cabanillas, en sintonía
con la modestia que el general Cabanillas exhibe: tareas de escritorio,
administrativas, dice ante el Tribunal, de mensajero entre edificios de la SIDE, de
encargado de la seguridad del general Paladino en la oficina y en la casa. A La Mañana
del Sur había dicho: Yo trabajé todo lo que sea contrainteligencia. Se recibían
en la SIDE nombres, gente que estaba trabajando en estas organizaciones defensoras de los
derechos humanos. A partir de ahí, los grupos operativos, llámese Jardín o Automotores
Orletti o los inorgánicos, operaban, sacaban a la gente y la ponían a disposición de la
SIDE. El achicamiento de su figura llega al punto de que el general (R) Enrique
Lusso, que fue ayudante del general Nicolaides cuando éste ordenó la quema de la
documentación sobre los desaparecidos, en su testimonio a favor del general Cabanillas
suelta alegremente ante el Tribunal de Honor que recordaba una queja deslizada (por
el entonces capitán Cabanillas) de que se sentía una especie de che
pibe en la OT 18. Otro testigo a favor, el coronel (R) Rubén Víctor Visuara
jefe del capitán Cabanillas, después jefe de los grupos de tareas del Area 112 de
la provincia de Buenos Aires, siempre en la SIDE hoy interpreta alegremente que
la creación de la OT 18 podría ser atribuida a la necesidad de dar
destino a dos Capitanes. Me pregunto si en la SIDE del año del golpe militar, su
jefe, el general Paladino, primer coordinador en Argentina de la Operación Cóndor,
tendría lugar para becados.
En síntesis: a pesar de que el presidente del Tribunal anunció al general Cabanillas que
le iban a formular preguntas que no serán cómodas para responder, no hizo la
principal: la de su responsabilidad mediata en el asesinato de mi hijo y la desaparición
de mi nuera, ambos secuestrados en Orletti, y en el robo de su bebé nacido en cautiverio.
Entonces, el Tribunal de Honor absolvió alegremente al general Cabanillas sin mengua de
su buen nombre y honor.
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