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Por Diego Bonadeo 1A la sociedad futbolera en general no le gustó demasiado el torneo Clausura que terminó unas semanas atrás. Tampoco disfrutó demasiado con la Copa América que ganó Brasil y en la que el seleccionado nacional quedó afuera con secuelas de controversias, dimes, diretes, mentidas y desmentidas. Sin embargo, y pese a todo, se sigue esperando casi con ansiedad que, de una vez se inicie el fútbol de todos los días. El 6 de agosto es la fecha que supera las expectativas de los amistosos, del torneo de invierno, de la Mercosur y hasta de la Libertadores –por lo menos hasta ahora– y como la credibilidad también está en crisis, tampoco interesa demasiado lo que trasciende alrededor de qué jugador pasará a tal o cuál club por tanto o cuánto dinero. 2El domingo 18, mientras Memoria activa reivindicaba su razón de ser y de llamarse como tal, a cinco años del atentado a la AMIA, Brasil y Uruguay readormecían la siesta tardía de las 6 de la tarde de los consumidores televisivos argentinos de la final de la Copa América. 3El lunes 19, dos de las recetas importantes del fútbol de Boca -Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto– parecían convalecer de secuelas futbolísticas y físicas de su paso por la selección y quedaban reservados momentáneamente por el cuerpo técnico hasta que la convalescencia se convierta en restablecimiento definitivo para toda la actividad previa al comienzo del Apertura. 4El martes 20, quizá para celebrar el marquetinero Día del Amigo –uno supone que como el de la madre, el del padre, el de la patria, etc. debería ser todos los días– Julio Grondona convocó a veintiséis dirigentes del fútbol argentino para que en Ezeiza debatieran cuestiones vinculadas a una supuesta reestructuración del fútbol. Todo pasa, pero no tanto. Una cosa es poner los huevos sobre la mesa y otra muy diferente es aguantarse el martillazo. 5El miércoles 21, a falta del fútbol más o menos convocante, los temas menores pasaron por Independiente–Olimpia por el torneo de invierno de la noche anterior y por la perspectiva de ver a los cordobeses de Instituto otra vez en primera, esta vez en amistoso contra San Lorenzo que con los pasajes sacados y algo así como cincuenta mil dólares desembolsados –eso sí, devueltos ante el desestimiento– abortó su pretemporada fuera del país. Además al día siguiente jugaban Boca y Olimpia. 6El miércoles 21 también, y como secuela de la reunión de dirigentes el día anterior en Ezeiza, pareció ser que las conclusiones más significativas o, por lo menos las más trascendentes, fueron el ultimátum de Grondona amenazando con su renuncia a la AFA si no había cambios, y el anuncio de dos partidos amistosos con Brasil para principios de septiembre. Como si alguna de las dos cosas –la eventual renuncia del “drinopa”, o los encuentros con los brasileños– significaran algo sustantivo respecto del motivo de la convocatoria a los representantes de los clubes. 7El jueves 22, la nebulosa respecto de algunos pases de jugadores, no alcanzó para neutralizar la atención centralizada en la reaparición semioficial de Boca, jugando en Misiones contra los paraguayos de Olimpia. Poca cosa, pero algo es algo y, por lo menos se juega... 8El mismo jueves 22, pero por televisión, y a la medianoche, Diego Latorre sinceraba alguna de sus pautas respecto del fútbol: “Los técnicos les comen la cabeza a los jugadores”, afirmó, quizá remedando su paso por Boca cuando el técnico era Bilardo y no pocos instalaron para la discusión aquello de “los futbolistas no entienden las directivas que les llegandesde algunos de los responsables de los cuerpos técnicos”, debate reinstalado días atrás cuando el tema involucraba a Bielsa y al plantel de la Copa América. Pero como el disparador de Latorre suponía hablar de fútbol –y está claro que “de éso no se habla”–, y uno de los contertulios–panelistas era Bilardo, todo quedó en el disparador. Otra vez, pero en otro escenario, los huevos y el martillazo. 9El viernes 23, de acuerdo con el calendario, faltaban nada menos que 14 días para el 6 de agosto, día previsto para el primer partido del Apertura. Había que pasar el sábado. Y había cómo y con qué. Aparte de las definiciones de la “B”, la “C” y la “D”, Chacarita y Antoniana definían el segundo ascenso a primera. Y Boca con Independiente el torneo de invierno en Tucumán. 10El sábado 24, se jugó lo que estaba previsto. ¿Y ahora? Y ahora no queda más remedio que encontrarnos en las portadas de las secciones deportivas de diarios y revistas con personajes inéditos, tales como ignotos deportistas argentinos, que desde el canotaje o el patín ganan medallas en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, a quienes jamás se les daría el crédito periodístico de una mínima foto carnet 4x4 si hay programación deportiva “fuerte”, pero a los que se forrea por unas horas para dejarlos de lado mañana o pasado. Esto es cuando los poderes decidan que quedaron atrás estas semanas de hastío y de frío.
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