En medio de
un clima enrarecido por desencuentros en materia de seguridad regional e intercambio
comercial, Brasil suspendió ayer unilateralmente todas las negociaciones con Argentina en
el marco del Mercosur y solicitó una reunión extraordinaria de los países miembros de
la unión aduanera. Lo informó ayer el secretario de Comercio Exterior de la cancillería
brasileña, José Alfredo Graça Lima. Funcionarios de ambos países tenían prevista una
ronda de reuniones durante la semana próxima para buscar una solución entre otros
temas a sus diferendos sobre un régimen automotor común.
El ministro de Economía, Roque Fernández, se mostró sorprendido al enterarse de la
decisión del gobierno brasileño de suspender todas las negociaciones dentro del Mercosur
y anticipó que mañana (por hoy) nos vamos a poner a trabajar inmediatamente en el
tema. El jefe del Palacio de Hacienda sostuvo que no nos parece razonable la
reacción del gobierno del Brasil, ya que la decisión de la Argentina se tomó dentro del
marco de facultades que otorga el Mercosur.
La decisión coincide, no casualmente, con el malestar generado en Brasil por una serie de
medidas adoptadas en las últimas semanas por el gobierno argentino, que las autoridades
brasileñas han calificado de proteccionistas y ajenas al espíritu integrador
que debe privar entre las naciones del Mercosur. Entre ellas, las trabas paraarancelarias
impuestas por Argentina a las exportaciones brasileñas de papel y celulosa, calzados y
carne de aves que ahora, según los vecinos, amenazan el equilibrio del Mercosur.
Pero, además, se han producido diversos desencuentros en las últimas semanas en torno a
una eventual intervención militar en Colombia de la mano de fuerzas estadounidenses y por
la pretensión de Argentina de sumarse a la OTAN.
En declaraciones publicadas ayer por la prensa local, el diplomático, que actúa como
portavoz de la diplomacia brasileña en las cuestiones de integración, opinó que la
cuestión es tan grave que no se podrá resolver por los canales diplomáticos
habituales y que será necesario convocar una cumbre extraordinaria del
bloque. Los brasileños pusieron el grito en el cielo el viernes por la noche,
cuando la embajada en Buenos Aires envió un fax con la noticia de que el ministro de
Economía argentino, Roque Fernández, había firmado una resolución por la cual facultó
a la Secretaría de Industria y Comercio a imponer medidas de salvaguardia a las
importaciones provenientes de cualquier país de la Asociación Latinoamericana de
Integración (ALADI).
En el palacio Itamaraty, sede de la diplomacia brasileña, no tienen duda de que la medida
dirigida a la ALADI en realidad apunta específicamente hacia Brasil. Es una medida
de vasto alcance que puede comprometer el equilibrio de la región, observó Graça
Lima. En la base de los problemas argentinos está la devaluación de la moneda
brasileña, el real, que desde enero perdió la tercera parte de su valor ante el dólar.
La depreciación del real fue el golpe de gracia a las industrias textil y del calzado de
los demás países miembros del bloque, que ya sufrían graves problemas.
De hecho, desde ese momento, las exportaciones brasileñas de productos textiles hacia
Argentina, por ejemplo, aumentaron en un 43 por ciento en relación a igual período de
1998, mientras que las de calzados crecieron un 69 por ciento. El viernes, aún antes de
conocer la resolución de Economía, el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio de
Brasil, Clovis Carvalho, emitió una nota en la cual repudiaba genéricamente las medidas
de salvaguardia, afirmando que éstas son contrarias a la unión aduanera y no resuelven
los problemas de competitividad.
El presidente Carlos Menem tiene previsto viajar a Brasil el 9 y el 10 de agosto venidero,
con el fin de estrechar los vínculos bilaterales y limar las asperezas con el mayor socio
comercial del país.
Estamos ganando
La guerra contra el incumplimiento impositivo se está ganando, se entusiasmó
Carlos Silvani. Según el titular de la AFIP, el nivel de evasión y mora en el pago del
IVA está bajando. En IVA se evade el 26,7 por ciento de su recaudación
potencial. Venimos de niveles que llegaron al 68 por ciento y hace dos años estábamos en
el 40 por ciento, apuntó el funcionario. Con todo, el monto de evasión del IVA
alcanza a los 8000 millones de dólares anuales.
En medio de la recesión, la recaudación tributaria cayó 4,8 por ciento en el primer
semestre del año, al alcanzar los 23.991 millones de dólares. Aproximadamente, el 40 por
ciento de ese total correspondió a los ingresos del IVA. Por la baja de las
importaciones, hemos perdido más de 1200 millones de pesos sólo en los primeros seis
meses del año, calculó Silvani al explicar la caída a pique de la recaudación.
Silvani, quien declinó hacer un pronóstico sobre el nivel de ingresos tributarios para
este año, se quejó por las exenciones impositivas de algunos sectores. La falla
principal del sistema tributario argentino es la poca estabilidad y la diversidad de
exenciones que terminan haciéndolo muy complejo, apuntó el funcionario. |
MENEM CEDIO AL RECLAMO DE APOYO FINANCIERO DEL CAMPO
Pagó la entrada a la Rural
Por Pablo Ferreira
Finalmente ayer el
Gobierno, ante el razonable temor del presidente Carlos Menem de ser abucheado en la
Sociedad Rural una posibilidad que empezó a tomar cuerpo tras la sorpresiva
movilización que frustró su visita a Entre Ríos el viernes último, otorgó
medidas financieras de apoyo al campo. Los asfixiados productores agropecuarios
desde hoy podrán refinanciar sus deudas a 20 años, al otorgárseles la
posibilidad de pagar el anticipo exigido por ese sistema en tres cuotas semestrales a
partir de enero del año próximo, y a una tasa del 10,5 al 12 por ciento anual. También
por expreso mandato presidencial, Economía acordó que el Banco Nación, Provincia de
Buenos Aires y de La Pampa abran un nuevo financiamiento hasta 10 años con una tasa
máxima del 15 por ciento anual, y recalificación automática, para quienes no hayan
podido hasta ahora regularizar su situación con los bancos.
Además, según explicó a Página/12 Néstor Alcalá, secretario de Relaciones
Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, el gobierno habilitará una línea de crédito
para el campo del orden del 5 al 20 por ciento de la deuda actual de los productores,
independiente de que haya resuelto su endeudamiento, que será otorgado en relación
inversa al monto. Otra de las medidas, que parecen haber dejado conforme a los ruralistas,
establece que los bancos oficiales dispondrán de 800 millones de pesos para financiar la
próxima cosecha gruesa, cuya tasa de interés, a su vez, será subsidiada en 3 puntos por
el Estado.
Las decisiones gubernamentales fueron adoptadas tras un largo encuentro mantenido de
urgencia, a requerimiento del gobierno, a última hora de la tarde de ayer. De la
reunión, realizada en la Casa de Gobierno, participaron el secretario de Agricultura,
Ricardo Novo, el ministro del Interior, Carlos Corach, el jefe del Gabinete, Jorge
Rodríguez, y el ministro Roque Fernández. Por su parte, las cuatro agrupaciones del
campo estuvieron representadas por sus titulares. La convocatoria fue promovida por el
propio Menem quien, según fuentes de la Sociedad Rural Argentina (SRA), habría dado
precisas instrucciones a sus ministros, para que busquen frenar las
reiteradas protestas del campo.
Los dirigentes agropecuarios, al término de la reunión, decidieron no hacerse voceros
del gobierno. No es llamativo, dado que no sería la primera vez que los anuncios
oficiales terminan sin transformarse en realidad. Sin embargo, el titular de CRA, Juan
Bautista Corea, admitió ser optimista ante este diario, ya que con estas medidas,
el productor va a tener un desahogo. Como se sabe, el campo arrastra un fuerte
endeudamiento que ronda los siete mil millones de dólares.
Los funcionarios menemistas venían explicando desde la mañana, con escaso éxito, que el
rápido llamado a las organizaciones ruralistas no tenían nada que ver con las medidas de
fuerza y movilizaciones multitudinarias que los hombres del campo viene realizando desde
comienzo del año. Es una continuación de las reuniones que hubo hace
semanas, dijeron. Mucho menos estaban dispuestos a admitir aunque trascendió
que en la reunión de ayer se negoció un aterrizaje sin problemas de Menem en
la próxima inauguración oficial de la Rural que el mayor temor, después de la
demostración de los productores en la provincia de Entre Ríos, fuera que el síndrome
Alfonsín de fin de mandato se hubiera instalado decididamente en la cúpula del
Ejecutivo.
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