Por "Ubalibre"* |
La producción de conocimiento es la forma en que una sociedad se piensa y se transforma a sí misma. La autonomía universitaria es uno de los principios que garantizan que tanto la generación como la distribución de dicho conocimiento respondan a las necesidades y demandas de la sociedad y no a los deseos de determinados grupos de poder. El proyecto de crear un Departamento de Desarrollo en la Facultad de Ciencias Económicas, que introduce el financiamiento privado de la UBA, es el primer paso en el camino hacia su privatización. No se trata de un órgano en busca de donaciones, sino de la instauración de un sistema de contraprestaciones que depositará en manos de empresas privadas una parte importante de los recursos para el sostenimiento de la UBA. En ese sentido, el proyecto que está estudiando la facultad es claro y explícito: Se puede obtener lo que uno quiere si se ayuda a otros a obtener lo que ellos quieren. A partir de aquí, la autonomía se irá perdiendo en la medida en que este tipo de financiamiento vaya creciendo en importancia, provocando que la producción y distribución de conocimiento dependa cada vez más de las necesidades e intereses de las empresas aportantes. La contracara necesaria es la menor participación del Estado y, por ende, la gradual transformación del conocimiento en un bien de mercado. Este proyecto es un eslabón más en la cadena de racionamiento interno que la Franja Morada (ahora disfrazada de Alianza) viene implementando desde hace quince años. Este camino, iniciado en Económicas, conduce al final del carácter público de la UBA, ya que implica la resignación de todo aquello que nos diferencia de las universidades privadas. La UBA está siendo víctima del mismo mecanismo de destrucción que Menem aplicó en su cruzada privatizadora. Se dice que falta plata, que la institución anda mal y que es una carga para el Estado. Este discurso destructor de lo público se apoya en una gestión que despilfarra y utiliza para su propio beneficio personal y partidario los recursos que el Estado aporta para sostener a la UBA y busca crear las condiciones necesarias para su privatización. Este proyecto, de aprobarse, es el principio del fin de la universidad pública, gratuita, autónoma, financiada por el Estado y comprometida con la sociedad. * Ubalibre nuclea a las siguientes agrupaciones estudiantiles independientes: TNT, Plan B, EVET, FANA, ImpaCiencia, MOCO, Viejo Topo, CUT, Mariátegui, La Zona y El Mate.
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