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UN MULTIPLE CHOQUE EN ROSARIO DEJO 8 MUERTOS Y 44 HERIDOS
Cuando el horror debe pagar peaje

Fueron veinte minutos de choques. Por la niebla y el humo, a una primera colisión en la autopista Rosario-Santa Fe se fueron sumando vehículos, sin que nadie avisara sobre el peligro.

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“Por acá se queman basurales, eso después se condensa y finalmente esto se convirtió en una
carnicería.”


Desde Rosario
t.gif (862 bytes)  El choque inicial ocurrió en medio de la niebla de las 5.30 de la mañana. Durante los siguientes veinte minutos, cada auto, micro o camión que pasaba impactaba indefectiblemente con los vehículos ya accidentados. Ocho muertos y unos 44 heridos fue el saldo del choque en cadena en el kilómetro 3,5 de la autopista Rosario-Santa Fe, que involucró a cinco micros de larga distancia, otros tantos automóviles y ocho camiones. La conjunción de niebla y humo –aparentemente por la quema de basurales y hornos de ladrillo, según varios testigos– fue el cóctel que redujo en la autopista la visibilidad al mínimo. Se trata de una autopista concesionada, cuyo uso implica el pago de un peaje. Pese a ello, el corte del tránsito llegó recién después de que quedaran esparcidos hierros retorcidos, muertos y heridos a lo largo de cuatro kilómetros de la mano izquierda de la autopista, a la altura de la localidad de Granadero Baigorria.
Los sobrevivientes, deambulando atontados en medio del griterío y las sirenas, confesaron que en cuestión de segundos “no se veía ni a dos metros”. Dos horas después del accidente, la niebla era aún tan espesa que hasta el personal de Defensa Civil se orientaba, en medio de los vehículos accidentados, mediante el uso de altavoces.
“Cuando entramos a la autopista se veía a 200 o 300 metros pero de golpe nos encontramosna17fo02.jpg (15490 bytes) con un banco de niebla impresionante; no visualizábamos nada a más de dos metros o tres metros por la mezcla de humo y niebla. Por acá se queman basurales, eso después se condensa y finalmente esto se convirtió en una carnicería”, explicó conmocionado el chofer de uno de los colectivos de La Nueva Estrella, que venía de la localidad chaqueña de Roque Sáenz Peña con rumbo a Retiro. Sus pasajeros observaban la escena atontados por los golpes y la desorganización de las tareas de socorro.
Aparentemente, todo comenzó cuando un camión Scania con un cargamento de té –que habría aminorado la marcha por la falta de visibilidad– fue chocado en su lateral iz-quierdo trasero por un vehículo no identificado. El camión –ya detenido sobre la autopista– fue embestido a su vez por un camión cisterna Mercedes Benz de la empresa Petroquímica Argentina (PASA) de la vecina ciudad de San Lorenzo.
Y segundos después, prácticamente sin posibilidad de apretar los frenos, un ómnibus de Caraza, que venía del Chaco, se estrelló contra el último camión de la fila de accidentados. El impacto hizo que el tanque arrasara todo el interior del micro hasta la tercera fila y, en forma instantánea, mató al chofer, un acompañante y un pasajero. Además, el tanque comenzó a derramar su carga de estireno, un líquido que se utiliza para fabricar plásticos, tóxico y altamente combustible.
Con una visibilidad reducida prácticamente a cero, se fueron sucediendo las colisiones que involucraron a micros de las empresas San José, Flecha Bus, La Internacional y La Nueva Estrella, además de varios autos particulares y camiones. Un funcionario de Defensa Civil calculó que sobre cuatro kilómetros de asfalto quedaron esparcidos los restos de diferentes vehículos que participaron del accidente.
“Rompimos la puerta con ayuda de la policía y nos tiramos con el bebé en nuestros brazos y con el resto de la gente nos fuimos para el campo alejándonos de la autopista”, reseñó un joven proveniente de Entre Ríos que viajaba en uno de los micros. Una adolescente que estaba a su lado agregó: “La gente de los primeros asientos quedó atrapada durante media hora debido a que los asientos se despegaron por el fuerte impacto y se encimaron en la parte delantera del ómnibus”. En los hospitales públicos y sanatorios de Rosario y Granadero Baigorria la conmoción no era menor. A cada minuto, durante el lapso de tres horas, llegaban los heridos.
Mientras los médicos trataban de asistir a la seguidilla de hospitalizados, el mismo lugar del hecho se convirtió en el epicentro de las versiones sobre las causas del accidente. Ricardo Montes de Oca, responsable de las Relaciones Públicas de AUFE, la concesionaria de laautopista Rosario-Santa Fe, indicó que “nuestra gente fue la primera en llegar al lugar, minutos después del accidente, y vieron una situación bastante catastrófica. Informaron a la policía y a los bomberos, se trató de cortar el tránsito y nuestras ambulancias concurrieron al lugar”. Respecto de las medidas preventivas que tomaron los responsables del mantenimiento y peaje de los 160 kilómetros de asfalto que unen las dos ciudades más importantes de Santa Fe, aseguró: “Tenemos carteles que dicen si hay niebla o advierten sobre el estado de ruta, pero sucedió que en forma imprevista se produjo una muralla de niebla que se juntó con el humo que hay en ese lugar”.
Para Montes de Oca, a esa situación se sumó la velocidad de los autos que transitaban por la autopista. “Estamos tratando de averiguar de dónde provenía el humo, pero hay todavía hay distintas: que salía de donde se hacen los ladrillos, desde los basurales, o desde el cordón industrial”.
Alfredo Secondo, intendente de Granadero Baigorria, apuntó que “nosotros no tenemos ninguna quema ni basural clandestino. Esto lo constatamos personalmente y también lo hicieron la policía y los bomberos”. Para el jefe comunal de la localidad lindera a Rosario, únicamente cabe anotar entre las causantes del siniestro las malas condiciones de visibilidad. “Puede haber un horno de ladrillos en la zona que genere humo, pero no con la intensidad para que se produzca un hecho de esta naturaleza.”

 

Concesiones sin control

Desde Rosario
El accidente múltiple sobre la autopista Rosario-Santa Fe reavivó el debate en torno a las concesiones de los corredores viales, en este caso de la principal ruta de la provincia. Si bien hay coincidencia en que la niebla fue uno de los principales factores que desencadenaron la tragedia, camioneros, choferes y automovilistas agregan que el humo de los basurales y de hornos de ladrillos vecinos a la ruta es con frecuencia una barrera difícil de superar.
La concesionaria AUFE debe efectuar una denuncia policial cada vez que se detecta algún incendio en los basurales linderos a la autopista, donde se llevan residuos de la vecina ciudad de Granadero Baigorria, pero hasta el momento, el ente regulador provincial de la concesión no registra sanciones ni medidas de ningún tipo para impedirlo.
Además, AUFE recibió críticas porque en la oferta para la concesión ofreció servicios que ahora brillan por su ausencia. Cada uno de los dos puestos de peaje principales sobre los 160 kilómetros de la autopista debía contar con móviles de auxilio mecánico permanente, dos ambulancias de alta complejidad y equipos permanentes de lucha contra incendios. Todo eso se reemplazó con servicios de terceros: un servicio mecánico por abono, ambulancias de una prepaga apenas con un tubo de oxígeno a bordo y los servicios eventuales de los bomberos voluntarios de las localidades vecinas a la autopista. AUFE está a cargo de la autopista desde 1993 y es propiedad de la española Dycasa, a su vez socia de Macri en la explotación del Acceso Norte a Buenos Aires (Autopistas del Sol).



Lo que quedó sano, terminó saqueado

t.gif (862 bytes) La tragedia de la madrugada en la autopista Rosario-Santa Fe, en la que murieron nueve personas y otras 44 resultaron heridas, terminó convertida en caldo de cultivo para el espanto dentro del espanto: horas después de la seguidilla de accidentes, la policía local descubrió que algunos de los que daban vueltas entre el tumulto de gente no tenían intenciones de socorrer a las víctimas sino de robarlas.
A las corridas del personal de emergencia,    de los bomberos y los policías para socorrer     a los accidentados entre el humo y la niebla, se sumó la pesquisa de los que rápidamente          habían encontrado la ocasión para arrebatar lo que hubiese quedado sano. Doce personas, entre ellas algunos menores, fueron detenidos y derivados a la comisaría 24ª de Granadero          Baigorria, una población ubicada al norte de Rosario.
“Muchas personas colaboraron junto a los bomberos y a los policías para rescatar a las víctimas pese a las dificultades ocasionadas por la persistente niebla, pero algunos fueron directamente a robarlas”, dijo un oficial de policía que colaboraba en los rescates.
Los hombres fueron descubiertos al mediodía mientras robaban algunos elementos personales que habían quedado en el interior de los autos y camiones que participaron del choque en cadena. La mayoría eran vecinos de la zona.

 

 

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