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Cayó el ayatola de los seis días que conmovieron a Irán

El tribunal del clero iraní declaró culpable a Mohamed Joeiniha,
director del diario moderado “Salam”, cuyo cierre provocó los seis
días más sangrientos que vivió Irán desde la revolución de 1979.

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t.gif (862 bytes)  Toda moderación en Irán es sospechosa. La del clérigo Mohamed Joeiniha ayer fue encontrada culpable por el Tribunal Especial del Clero iraní, quien lo condenará por difundir información falsa e incitar al desorden. El cierre de Salam, el diario de Joeiniha, un partidario del ala aperturista que encabeza en el país el presidente Mohamed Jatami, fue el detonante de las protestas estudiantiles y disturbios que durante seis días sacudieron la capital y varias ciudades con la mayor violencia conocida en Irán desde el triunfo de la revolución islámica de 1979. Ayer mismo, Reza Jatami, hermano del presidente reformista Mohamed Jatami, salió a negar los rumores de un golpe de Estado militar.
La agencia de noticias oficial de Irán, IRNA, informó que Joeiniha, de 60 años, fue declarado culpable de casi todos los cargos de los que fue acusado por ocho religiosos de la línea radical conservadora del régimen islámico. El jurado, precisaba la agencia, no le concederá una conmutación de la pena, que aún no ha sido dictada. Joeiniha podría ser condenado al cierre definitivo de su diario, a su exclusión de toda actividad periodística y, sobre todo, a una pena de cárcel. El diario Salam fue cerrado tras publicar una carta, considerada secreta, de Said Emami, ex funcionario del Ministerio de Información y de los servicios secretos iraníes, que se suicidó en la cárcel, donde estaba acusado del asesinato de al menos tres escritores liberales y un líder político laico.
Una manifestación estudiantil contra el cierre de Salam, que fue atacada por un grupo de civiles radicales islámicos, y el posterior asalto policial a la residencia de estudiantes en la Universidad de Teherán, la noche del 8 al 9 de julio, dieron lugar al inicio de las protestas en demanda de mayor libertad y democracia. El diario moderado Sob e Emruz, del que uno de los editores está en prisión por delitos de prensa, criticó ayer al Tribunal del Clero y a todo el Poder Judicial, dominado por los conservadores.
El Tribunal del Clero ha sido puesto en cuestión en diversas ocasiones dentro del país, mientras el relator especial de la ONU para los derechos humanos en Irán ha pedido su desaparición o reforma radical, al considerar que está desfasado en el tiempo y que se inmiscuye en asuntos fuera de sus atribuciones. La libertad de prensa ha sido uno de los caballos de batalla del gobierno que, desde agosto de 1997, lidera en Irán el presidente Jatami, que propugna una apertura en las relaciones exteriores, y en la vida social y política internas. Los conservadores, cuya cabeza visible es el líder supremo del país, el ayatola Alí Jamenei, han combatido esta apertura para mantener el estricto régimen teocrático actual.
Reza Jatami, hermano del presidente, dijo que los recientes disturbios eran parte de un esfuerzo de los conservadores para sacar a su hermano del poder, que comenzó con su abrumadora victoria en las elecciones de 1997 y continuará con las elecciones parlamentarias de febrero próximo. “Si entendemos por golpe de Estado medidas militares contra el señor Jatami, entonces lo rechazo de plano”, dijo Reza Jatami, del Frente Islámico de Participación Iraní, un comité político que respalda al presidente. “Pero si consideramos un golpe de Estado la forma como el ala conservadora está usando todos los medios políticos y sociales para forzar al presidente a renunciar, entonces esto es algo que ha encabezado su agenda desde el principio”, agregó. Los militantes conservadores acusaron al presidente y a sus aliados de preparar el escenario para la agitación estudiantil y luego perder el control. Veinticuatro comandantes de las Guardias Revolucionarias dijeron que estaban perdiendo la paciencia con las reformas de Jatami.

 

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