Página/12 en EE.UU.
Por Mónica Flores Correa Desde Nueva York Gary Stayner, el empleado de
mantenimiento de un hotel acusado de la muerte de la naturalista Joie Amstrong en el
parque nacional Yosemite, en California, y sospechoso de los asesinatos de la joven
cordobesa Silvina Pelosso y sus amigas estadounidenses Carole y Julie Sund, confesó haber
matado a las cuatro mujeres a un periodista del canal KNTV de San José, en una entrevista
fuera de cámara realizada en la cárcel el lunes a la tarde. Al difundirse la confesión,
el FBI prefirió la cautela: no desmintió pero tampoco confirmó la culpabilidad de
Stayner.
Silvina Pelosso había ido a Estados Unidos de viaje de intercambio cultural y terminó
asesinada en el parque nacional más visitado del país. Gary Stayner, el hombre de 37
años a quien aquellos que lo conocen describen como solitario pero para nada
violento, dijo haber cometido los cuatro crímenes porque había fantaseado con
hacer algo parecido desde la infancia. De acuerdo con su relato, habría
estrangulado a Silvina y a la señora Sund en la habitación de la cabaña que las mujeres
habían alquilado en el motel Cedar, donde Stayner había trabajado. Asesinó a la
adolescente Julie Sund cerca de un lago, al día siguiente de matar a la mujer adulta y a
la argentina. Stayner hizo una confesión similar ante investigadores del FBI, dijo ayer
el diario Los Angeles Times. Pero Nick Rossi, vocero del FBI, puntualizó que Stayner ha
sido sólo acusado por la muerte de la naturalista Amstrong. Rossi también
indicó que la agencia no comentaría sobre la sustancia de las confesiones de
Stayner. Tampoco puedo confirmar si las declaraciones hechas a los investigadores
coinciden con las que dio a los medios, dijo el vocero.
Soy culpable, dijo Stayner al reportero y se atribuyó las cuatro muertes en
el Yosemite. Dijo que había estrangulado a Pelosso, la adolescente argentina de 16 años,
y a Carole Sund, estadounidense de 42 años, en la cabaña que habían alquilado en
febrero, en el motel que se encuentra en las afueras del Yosemite. Explicó que después
de estos dos asesinatos había llevado a Julie, la hija de 16 años de Carole Sund, a un
lago del parque y que allí la había matado. Los cuerpos de las tres mujeres fueron
encontrados un mes después de su desaparición.
Refiriéndose a las familias de las víctimas, este hombre de aspecto juvenil y
deportista, que estaba a cargo del mantenimiento del sistema eléctrico y mecánico del
motel, dijo: Lamento que sus seres queridos estuvieran donde estaban en ese momento.
Desearía haber podido controlarme y no haber hecho lo que hice. Sostuvo que no
había abusado sexualmente de ninguna de las cuatro víctimas de ninguna
manera.
Stayner dijo que había abandonado el auto rojo alquilado por Sund con los cuerpos de
Silvina y Carole dentro, y que había regresado dos días después para prenderle fuego,
quemar las pruebas y para recoger la billetera de la señora Sund, que arrojó en una
calle de Modesto para desorientar a los investigadores. Contó también que él había
sido quien informó con una carta anónima al FBI dónde estaba el cuerpo de Julie.
Comentó que había creído que su culpabilidad nunca sería descubierta, pero que
prefirió no dejar el área para no despertar sospechas. Stayner fue interrogado por el
FBI porque algunos testigos lo habían visto con Pelosso y las Sund el día en que
desaparecieron, hecho extraño ya que para esa fecha él no estaba trabajando en el motel.
El FBI lo dejó ir porque según los investigadores era muy improbable que los
tres asesinatos los hubiese cometido un solo individuo.
La suerte de Stayner cambió cuando conoció a Amstrong, la naturalista de 26 años, quien
le despertó nuevamente el instinto asesino. La mujer apareció decapitada el jueves
pasado. Los Angeles Times informó que Stayner había dado detalles al FBI que sólo el
asesino podía conocer. Losagentes habrían encontrado pruebas que avalarían la
confesión, como cuchillos presuntamente usados en los crímenes y el arma con que habría
matado a Amstrong, dijo el diario californiano.
Comentando la muerte de la naturalista, James Maddock, agente especial a cargo de la
oficina del FBI en Sacramento, dijo que el FBI hizo todo lo que razonablemente pudo
hacer para evitar su asesinato. El FBI ha sido objeto de críticas por su manejo de
la investigación de los crímenes en Yosemite. En el transcurso de los últimos dos meses
se realizaron algunas detenciones de ex convictos y drogadictos en el área de Modesto,
ciudad próxima al parque, a quienes se los declaró sospechosos, continuaron
arrestados, pero nunca se hizo una acusación contra ellos.
Enteradas de la confesión de Stayner, las agencias de seguridad de esta región están
revisando al menos tres casos no resueltos de mujeres que aparecieron decapitadas o
quemadas. También se ha reabierto el caso de Jesse Stayner, tío del empleado de
mantenimiento, que en 1990 apareció muerto, presuntamente por haberse disparado por error
con su propia arma. Cary Stayner también ha pasado a ser sospechoso de esta muerte.
Stayner podría ser un asesino en serie. Pero existe la impresión, por la cautela
exhibida, de que el FBI aún no descarta la posibilidad de que el hombre que frecuentaba
campos nudistas sea un asesino mucho menos prolífico pero con una imaginación
desbordante.
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