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EL GOBIERNO NACIONAL GESTIONO 55 MILLONES PARA EL DE CORRIENTES
Agua para un tonel sin fondo

El gobernador Perié dialogó con Corach mientras manifestantes correntinos ocupaban la Plaza de Mayo. Consiguió dinero como para pagar los sueldos de un mes. La crisis seguirá porque se adeudan varios meses y dos medio aguinaldos.

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“Si Corrientes está en quiebra, ¿la Argentina dónde está?”
El cartel recordaba la presencia correntina en las Malvinas.

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Los manifestantes llegaron después de muchos días de “aguante”.
Sus nervios estallaban mientras Perié dialogaba con Corach.


Por Fernando Almirón

t.gif (862 bytes) Mientras en Corrientes miles de manifestantes le disputaban a la Gendarmería la posesión del puente General Belgrano, en Buenos Aires se firmó un acuerdo entre el Estado nacional y el correntino que calmó los ánimos en la caldeada provincia. Gracias a un crédito de 40 millones del Banco Nación y un anticipo de 15 millones de coparticipación federal, la administración provincial comenzará a pagar desde el lunes uno de los dos aguinaldos y uno de los cuatro sueldos que se les adeudan a los docentes y empleados públicos. El gobernador interino Hugo Perié logró un auxilio momentáneo del poder central que no mira su gestión con buenos ojos y no le perdona haber movilizado a los correntinos para ejercer presión sobre la Casa Rosada a la hora de las negociaciones.
Pese a ser justicialista, el gobernador Perié sabe que no goza de la simpatía del menemismo. El ministro del Interior Carlos Corach nunca estuvo de acuerdo con desplazar del gobierno provincial a los representantes del Partido Nuevo, Pedro Braillard Poccard y Víctor Maidana, para instalar en su lugar a una coalición de partidos que junto al PJ integran radicales y los autonomistas que responden al senador Antonio “Pocho” Romero Feris.
De hecho Perié, desde que asumió la gobernación hace ya un mes, no dejó de pedir en vano el auxilio del gobierno central para sacar a la provincia de la grave crisis en la que está sumergida.
Con la brasa quemándole las manos se propuso obligar al Ejecutivo a tomar cartas en el asunto. Y Perié llegó ayer a Buenos Aires para reunirse con las autoridades nacionales mientras miles de personas cortaban el paso en puente General Belgrano y una delegación de docentes y empleados públicos desembarcaron en la Plaza de Mayo amenazando con reproducir en el corazón de la Capital “la plaza del aguante” que desde hace dos meses instalaron frente a la Legislatura correntina. Prevenido, Corach hizo vallar la totalidad de Plaza, la pobló de policías y dejó en claro que no permitiría la instalación de una carpa frente a la Rosada.
Perié acompañó los hechos con palabras. “Los correntinos están a punto de perder la paciencia”, le dijo el martes a Página/12. “Si no obtenemos una respuesta favorable a nuestros reclamos, el pueblo de Corrientes sabrá qué hacer”, insistió ayer. El viceministro del Interior, Jorge Matzkin, consideró la maniobra como “un chantaje”, y acusó indirectamente al mandatario correntino de “irresponsabilidad política”. Corach se manifestó en la misma línea apenas horas antes de reunirse con la delegación litoraleña. “El gobierno nacional no tiene fondos para afrontar” el pago de los salarios atrasados, aseguró el ministro después de deslindar toda responsabilidad del gobierno nacional en la actual situación en la que se encuentra la provincia.
De la reunión de ayer por la mañana participaron Corach, Matzkin, funcionarios de la Jefatura de Gabinete y del Ministerio del Interior, ubicados de un lado de la mesa. Perié y parte de su gabinete a los que se sumaron los senadores y diputados por Corrientes, en el otro. Menos apasionados y circunspectos ocuparon sus sillas los representantes del Banco de la Nación Argentina y del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Los correntinos expusieron sus necesidades económicas, sin olvidar detallar con gravedad el panorama de la provincia. “Hasta ahora pudimos controlar a la gente, pero no sabemos qué puede llegar a pasar si mañana no llegamos con una solución inmediata”, advirtieron.
Los funcionarios de Economía argumentaron que la provincia ya había recibido todos los giros en concepto de coparticipación, unos 30 millones, más otros 12 a través de Aportes del Tesoro Nacional. A lo que los correntinos respondieron que todo ese dinero había sido otorgado a la anterior gestión, y les reprocharon el apoyo que le dieron al ex gobernador y hombre fuerte de la provincia Raúl “Tato” Romero Feris, a quien acusaron de ser el responsable de la actual situación. Para Menem está claro que no necesita una pueblada a esta altura de su gestión, mucho menos impulsar una intervención en la provincia. Esta medida no sólo lo obligaría a destinar a Corrientes dinero que no tiene, también se tendría que hacer cargo del costo político de todo aquello que pueda llegar a suceder en una provincia que está al borde del desastre.
Finalmente se optó por un acuerdo que calme los ánimos. Arrimar 55 millones de pesos para saldar uno de los dos aguinaldos y uno de los cuatro sueldos que adeuda la administración provincial. 15 millones los aportaría el Estado en concepto de anticipos de coparticipación federal, y 40 los pondría el Banco de la Nación, una vez que la Legislatura provincial apruebe las condiciones del crédito.
Pero el auxilio no resuelve el problema de fondo. Para ponerse al día con los sueldos, Corrientes necesita de 220 millones, con 55 sólo se está pateando el problema para adelante. Un problema de difícil solución si se tiene en cuenta que la provincia tiene una deuda de 1400 millones, con lo que, sólo en concepto de intereses, ya tiene embargados todos sus recursos y por lo tanto sus posibilidades de crédito en la banca privada.

 

Claves

ron2.gif (93 bytes)  La provincia recibirá 55 millones para pagar parte de los 220 que ya debe de sueldos públicos. Su deuda total asciende a 1400 millones.
ron2.gif (93 bytes)  La actual gestión deberá reducir drásticamente su planta de personal para recibir nuevos créditos. El ajuste dejará miles de desocupados, con el consecuente costo político.
ron2.gif (93 bytes)  En octubre hay elecciones de legisladores provinciales. Si el Partido Nuevo de Tato Romero Feris, el actual oficialismo provincial, gana dos bancas el gobernador y vice ahora suspendidos volverían a sus cargos.
ron2.gif (93 bytes)  El gobierno interino quiere evitarlo metiendo preso a Tato.
ron2.gif (93 bytes)  Las elecciones a gobernador son en abril y Tato Romero Feris espera postularse como candidato.

 

Un puente recuperado con balas de goma y gases

La Gendarmería reprimió a los manifestantes que ocupaban el
puente que une Corrientes con Resistencia. Los ocupantes  respondieron con palos y piedras. Hubo 12 heridos, uno de gravedad.

El puente General Belgrano estaba ocupado por miles de empleados estatales correntinos.
La Gendarmería envió dos pelotones que sumaban 150 hombres y, con orden judicial, reprimió.

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t.gif (862 bytes) A primera hora de ayer se supo que el día terminaría mal para los tres mil correntinos que ocupaban desde las 10 del martes el puente General Belgrano, impidiendo el tránsito entre la capital de Corrientes y la de Chaco. El juez federal de Corrientes Augusto Costaguta anunció que ordenaría a la Gendarmería su desalojo inmediato si los manifestantes se negaban a abandonar el lugar. Y los huelguistas que reclaman el pago de cuatro meses de sueldo y dos aguinaldos se negaron. Poco antes de las dos de la tarde, el comandante Sixto Contreras dio la orden de iniciar la represión. Los correntinos respondieron a los gases y balas de goma con palos y piedras. Cada metro del paso fue duramente disputado durante más de dos horas. El saldo: 12 heridos entre los manifestantes, uno de ellos de gravedad.
Mientras en Buenos Aires el gobernador interino de Corrientes, Hugo Perié, intentaba obtener por parte del gobierno nacional el auxilio económico que saque a la provincia de la grave crisis en la que está sumergida desde hace tres meses (ver aparte), en Corrientes comenzó la represión. La orden la dio el juez Costaguta. “La decisión estaba tomada desde la noche anterior, pero se intentó hasta último momento conversar con los manifestantes para que abandonen su posición”, argumentó el magistrado antes de que los gendarmes arremetieran contra unos tres mil huelguistas que mantenían interrumpido el tránsito entre las provincias de Corrientes y el Chaco.
Dos pelotones que en total sumaban unos 150 hombres avanzaron detrás de sus escudos mientras lanzaban gases lacrimógenos y balas de goma sobre la multitud que intentó resistir el desalojo con una lluvia de piedras y palos que dejó heridos a una docena de uniformados. Los gendarmes que en la primera hora de escaramuzas habían logrado hacer retroceder a los empleados públicos y docentes desde la mitad del puente –que en total tiene cinco kilómetros– hasta la rampa de acceso del lado correntino, lentamente debieron retroceder ante un nuevo avance de los manifestantes que les fueron ganando lentamente terreno a las fuerzas de seguridad.
Ante la imposibilidad de despejar totalmente la vía, el comandante a cargo del operativo solicitó reiteradamente refuerzos. La secretaría de Seguridad despachó un avión Hércules con una dotación de hombres de la Agrupación Albatros de la Prefectura Naval.
Los gendarmes arrojaron gases y balas al cuerpo de los manifestantes, hiriendo a varios. A uno de ellos le explotó una granada de gas en la cara, fue llevado en ambulancia y, según otros manifestantes, podría haber perdido un ojo.
La resistencia terminó cuando se conocieron los acuerdos que el gobernador interino Perié había obtenido en Buenos Aires con el gobierno nacional. Según Ricardo García, de FM Libre de Corrientes, el encargado de llevar la noticia hasta los piquetes que resistían en el puente fue el ministro de Gobierno y Justicia provincial, Jorge Pérez Rueda. El funcionario se puso al frente de los manifestantes que abandonaron las barricadas y marcharon encolumnados hacia la Plaza 25 de Mayo, donde se esperaba hacer una misa a cargo del obispo Domingo Castagna.
Sin embargo, los incidentes no terminaron ahí. Unos 300 manifestantes se desprendieron del grueso de la columna y atacaron a pedradas el local donde funciona la radio propiedad del periodista Natalio Aides, un defensor acérrimo de Raúl “Tato” Romero Feris, presidente del Partido Nuevo.
El estado de movilización y vigilia en la denominada “plaza del aguante” continuará hasta que se cumplan las promesas de envío de fondos por parte del gobierno nacional para comenzar a regularizar el pago de los salarios atrasados.


Seis historias que viajaron desde la carpa del aguante a Plaza de Mayo

Miriam
La maestra

A media tarde, el pelo cobrizo de Miriam Moreira está despeinado. Miriam está sentada, con la mirada perdida, cuando accede a hablar con Página/12. Entonces cuenta que tiene 38 años y trabaja como docente en un colegio secundario. Tiene una nena de seis años y un nene de diez. Y no cobra el sueldo desde mayo. Ayer, sus chicos se quedaron con la abuela, porque el marido de Miriam, que trabaja en el Poder Judicial y tampoco está cobrando, estuvo cortando el puente General Belgrano. La familia está sobreviviendo con la jubilación de los padres del matrimonio. La mujer pelirroja mira asombrada cuando se le pregunta a quién va a votar en las elecciones de este año. “No sé”, dice, lacónica.

Angel
El salteño

Angel Romero tiene 30 años, pero parece más joven. Es morocho, tiene barba y lleva el pelo hasta los hombros. Parece tímido. Nació en Salta, pero vive en Corrientes desde hace varios años. Es docente de la EGB 3 (el tercer ciclo de la Educación General Básica). No cobra desde mayo, y como a todos, le deben los aguinaldos de diciembre del año pasado y de junio de este año. Está casado desde hace tres años, pero no tiene hijos. “El último sueldo –de quinientos pesos– lo hicimos estirar hasta donde pudimos”, cuenta. Este mes no pudo pagar el alquiler, pero explica que no lo desalojaron porque “la dueña me está bancando”. En octubre va a votar a Fernando de la Rúa. “Me gusta”, admite.

Marisol
La secretaria

Marisol está sentada en la plazoleta que está frente a la Catedral. Cuesta sacarle las palabras de la boca. Está molesta y se dice cansada. Tiene 26 años. Casada desde hace cuatro, no tiene hijos ni piensa en tenerlos en las condiciones actuales. Trabaja como secretaria en una institución privada, pero no cobra porque la crisis general afectó también el funcionamiento del ámbito. El último sueldo lo cobró en abril. “Casi vivo en la Carpa de la Plaza 25 de Mayo. Me cortaron el teléfono, pero todavía me aguantan que deba tres meses de luz y dos de agua”, explica. No sabe a quién votar este año: “No confío en los políticos”, asegura. Por las tardes, sigue trabajando. “Cuando todo se solucione me van a pagar.”

Ricardo
El de Mandiyú

Ricardo Aranda es muy flaco. La piel curtida le brilla. En el sombrero, tiene pegada una estampita de la Virgen. Tiene 37 años y se enorgullece de estar desde el primer día en la “carpa del aguante”; de ser hincha fanático de Mandiyú y de no tomar alcohol “cuando voy a la cancha”. Desde hace doce años trabaja en Rentas de la Municipalidad. No cobra desde hace cuatro meses y tiene tres hijos que mantener. Sobrevive con la ayuda de sus doce hermanos, “que me tiran cinco o diez pesos cada tanto aunque, sinceramente, hay días que no comemos”, asegura. En 1995 votó a Menem. Y se arrepiente. “Nos engañó a todos porque no cumplió con la justicia social, que es una de las reglas del justicialismo”, dice.

Charo
La delegada

A Charo Turza (morocha, pelo corto) le gusta hablar. Tiene 33 años y cuatro hijos chicos. “Los dejé con gente confiable. Algún día ellos van a entender que mi lugar hoy es acá”, dice. Cuenta que es docente de la EGB, pero más la entusiasma contar que es delegada gremial de la Asociación de Magisterios de Enseñanza Técnica (AMET). Su marido es empleado administrativo en un estudio contable e integra el privilegiado grupo de gente que cobra un sueldo a fin de mes. “Por eso sobrevivimos”, cuenta Charo, que se define como “una militante activa del justicialismo”. Confiesa arrepentida que en el ‘95 votó a Carlos Menem, pero no se siente desilusionada con el PJ. Por eso, en el ‘99 va apostar por Eduardo Duhalde.

Sandra
La profesora

Sandra Belsun es rubia, tiene 27 años y trabaja como profesora de educación física. En la escuela, le deben tres meses de sueldo y dos aguinaldos. Por eso tuvo que volver a vivir con su mamá. “Por suerte, ella me banca. Si tuviera una familia que mantener todo sería más complicado”, dice. Cuando se recibió, hace dos años, se alegró de haber conseguido trabajo pronto, pero ahora no sabe cómo va a hacer para vivir ni cómo va a perfeccionarse en su profesión. “Yo me había ido a estudiar a Entre Ríos, no sé para qué volví”, se queja. En 1995 votó a Menem. “También voté a Tato Romero Feris, pero nunca pensé que nos podía hacer esto a los correntinos”, confiesa. Este año no sabe a quién va a elegir.

Producción: Romina Calderaro

 

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