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Roselló a fuego lento en la salsa de los ñoquis

Un ex colaborador de De la Rúa puso en duda la declaración de de la mujer enferma de cáncer y apuntó al ex concejal Eliseo Roselló, enemigo del candidato presidencial de la Alianza.


Por Irina Hauser

t.gif (862 bytes) Uno de los casos más resonantes en la causa de los ñoquis del ex Concejo Deliberante fue el de Elvira Bracamonti, quien dijo que después de haber dejado sus datos personales para pedir drogas oncológicas usaron su nombre y la hicieron pasar por empleada. Al declarar en marzo de este año señaló que su contacto para conseguir los medicamentos había sido Nelson López Boado. Cuando fue indagado ayer por el juez Alberto Baños, el hombre –un viejo colaborador de Fernando de la Rúa– admitió que conoce a Bracamonti pero aseguró que no tuvo nada que ver con su trámite. Deslizó, además, que se trataría de una testigo “entrenada” por encargo del ex concejal Eliseo Roselló quien, a su entender, sería responsable de designaciones truchas en la vieja institución. Quienes lo escucharon se sorprendieron al detectar discrepancias con la versión de la mujer sobre cómo se conocieron. Por eso habrá un careo.
López Boado es el tercero en prestar declaración indagatoria de una lista de 32 citaciones que formuló el juez Baños el 16 de este mes como parte de una causa en la que investiga cientos de nombramientos entre 1993 y 1996 de empleados ñoquis en el desaparecido órgano legislativo porteño. Hasta ahora, los testimonios del ex concejal Humberto Bonanata (UCR) y del ex secretario legislativo Roberto Clienti (UCR) también apuntaron contra Roselló, conocido por haber quedado enemistado con De la Rúa tras ser excluido de la repartición de cargos. En principio, lo que Roselló y Bracamonti tienen en común, apuntaron fuentes judiciales, es al abogado Juan Carlos Iglesias como patrocinante.
Cuando Bracamonti, quien padece cáncer, contó su historia públicamente -incluso en televisión– incluyó entre los protagonistas el nombre de López Boado, a quien habría tenido que acudir para solicitar los remedios oncológicos. Dijo que había llegado a él por sugerencia de un tal Julio del equipo de De la Rúa, quien le había dado una dirección correspondiente a una dependencia del Senado y un número de teléfono. Finalmente, según relató, al comunicarse se le indicó que mandara una carta explicando su situación y una fotocopia del DNI. Pero nunca más supo nada. Hasta que un buen día empezaron a llegar a su casa recibos de la AFJP Activa-Anticipar. Al averiguar descubrió que los aportes los hacía el ex Concejo, según comentó a los medios. Así supo que figuraba como empleada de la institución y que alguien había cobrado 30 mil pesos por ella.
Ayer, en una declaración de aproximadamente dos horas, López Boado negó haber tenido algo que ver con la gestión de medicamentos de la mujer y sostuvo que jamás recibió documentación de ella, según refirió a Página/12 un funcionario ligado con la investigación. Admitió conocerla pero, para asombro de los presentes, su relato se diferenció del de Bracamonti en los detalles acerca de cómo se conocieron, informó la misma fuente. Y agregó que por eso el juez decidió que los enfrentará en un careo, aunque todavía no fijó fecha.
La pesquisa que conduce Baños apunta a revelar mecanismos extendidos de financiación ilegal de la política como es el caso de las designaciones de personas que nunca trabajaron en el ex Concejo y cuyos sueldos eran percibidos por otro. De acuerdo con la investigación hecha por un equipo de fiscales (Mónica Cuñarro, Horacio Amelotti, Augusto Troncoso, Marcelo Roma y Joaquín Gaset), la defraudación al Estado ascendería al menos a cinco millones de pesos.
Por esta causa ya cumple prisión domiciliaria un ex presidente del Concejo, Juan Trilla (UCR). Junto con él, el juez atribuyó el delito de malversación reiterada de fondos a otros dos ex titulares del cuerpo: al actual diputado duhaldista Eduardo Rollano, cuyo desafuero Baños solicitó esta semana para poder indagarlo, y a José Manuel Pico (PJ), que ya está preso por asociación ilícita y estafa. Todavía están prófugos, buscados por las mismas razones, los ex concejales Eliseo Roselló (UCR) y Roberto Larrosa (UCR), los ex empleados del Concejo, Braulio Feliú (UCR), Carlos Bernardou (UCR) y Luis Alberto Sánchez (UCR) y la ex mujer de Pico,Claudia Cabezón. Hoy declaran el ex concejal Raúl Barrera y Sergio Muñiz, un ex director ejecutivo.

 

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