Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


INVESTIGAN AL GRUPO QUE DESALOJO LA CATEDRAL
Al servicio divino

La Justicia liberó a los desocupados presos tras el desalojo de la Catedral de Mar del Plata e investigará a quienes los  echaron. Uno de ellos es servicio de inteligencia del Ejército.

El obispo José María Arancedo habló para la agencia católica.
“No es el estilo de la Iglesia llamar a las fuerzas de seguridad.”

na17fo10.jpg (9328 bytes)

t.gif (862 bytes)  El día después de los incidentes del martes en la Catedral de Mar del Plata terminó con la liberación de los dos desocupados detenidos durante el violento desalojo. Y con la decisión de la Justicia de investigar el grupo de “feligreses” que echaron a los golpes y con tiros a los ocupantes del templo. Entre los argumentos para sacar la lupa sobre los desocupados que se habían instalado en la Catedral y posarla sobre quienes protagonizaron el desalojo figura un video en el que se observa que de ellos provino uno de los disparos. El obispo de Mar del Plata, en tanto, salió ayer a aclarar que “no fue la Iglesia la que llamó a las fuerzas de seguridad”. Por segundo día, nadie explicó ayer de dónde salió el grupo que sacó a los desocupados. Ni de quién se trata en realidad. Pero según aseguraron dos fuentes a este diario, uno de sus integrantes es un servicio de inteligencia del Ejército. Llamativamente, ayer, otro grupo de desconocidos –quién sabe si “feligreses”– robó y provocó destrozos en una parroquia marplatense. Y dejó una nota firmada por “desocupados”.
Una fuente vinculada con la investigación aseguró a este diario que uno de los agresores, Ricardo Oliveros, estaría ligado con el Batallón 601 de Inteligencia del Ejército. “Reportaba al GADA, Grupo de Artillería de Defensa Aérea de Mar del Plata. Fue un hombre activo durante toda la dictadura, un peso pesado”, señaló una segunda fuente que dijo conocer personalmente a Oliveros. Una tercera fuente, esta vez militar, no desmintió que el hombre en cuestión pertenezca –o perteneciera– al Ejército: “No lo puedo confirmar, pero seguro que es uno de los viejos, seguro que es retirado”.
Oliveros, durante los incidentes del martes, había manifestado ante las cámaras de televisión que el ingreso de su grupo a la Catedral había sido “para rezar un rosario” y que los desocupados los habían agredido. El fue uno de los que acusaron a los desocupados por el disparo. El martes, mientras las cámaras de noticieros televisivos registraban los incidentes, sonó un balazo en el interior del templo. Tres integrantes del grupo de unos diez “feligreses” acusaron a uno de los desocupados de haber disparado. Sin embargo, advirtió el fiscal Nicora, las imágenes del canal TN mostraban que el acusado estaba desarmado y fuera de la Catedral.
Por ese motivo, el fiscal Guillermo Nicora estudia iniciarle una causa por falso testimonio. Además de investigar todo el grupo que desalojó a los desocupados, antes de la llegada de la policía, que completó la tarea y que impidió el regreso de los ocupantes a la Catedral.
Además, si bien se encontraron dos armas de fuego entre las pertenencias de los desocupados –el fiscal pidió la captura de Emilio Alí, dirigente del Movimiento de Desocupados Teresa Rodríguez, por tenencia de un revólver calibre 38, arma de guerra–, la cápsula que se encontró en la Catedral no corresponde al calibre de ninguna de ellas.
El clima marplatense siguió ayer enrarecido: un grupo de desconocidos robó y causó destrozos en la parroquia Nuestra Señora del Milagro, en las afueras de la ciudad. Los agresores arrancaron las instalaciones de un baño, robaron elementos del depósito de Caritas y dejaron una nota identificándose como “desocupados del barrio Libertad”.
El obispo de Mar del Plata, José María Arancedo, que el día de los incidentes resultó inhallable, ayer hizo declaraciones a través de AICA, la agencia de noticias de la Iglesia Católica: “Un grupo de personas no identificadas se introdujo en la Catedral y empezó a sacar a los que estaban”, pero “la Iglesia no llamó a las fuerzas de seguridad porque no es su estilo”.

 

PRINCIPAL