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![]() Una fuente vinculada con la investigación aseguró a este diario que uno de los agresores, Ricardo Oliveros, estaría ligado con el Batallón 601 de Inteligencia del Ejército. Reportaba al GADA, Grupo de Artillería de Defensa Aérea de Mar del Plata. Fue un hombre activo durante toda la dictadura, un peso pesado, señaló una segunda fuente que dijo conocer personalmente a Oliveros. Una tercera fuente, esta vez militar, no desmintió que el hombre en cuestión pertenezca o perteneciera al Ejército: No lo puedo confirmar, pero seguro que es uno de los viejos, seguro que es retirado. Oliveros, durante los incidentes del martes, había manifestado ante las cámaras de televisión que el ingreso de su grupo a la Catedral había sido para rezar un rosario y que los desocupados los habían agredido. El fue uno de los que acusaron a los desocupados por el disparo. El martes, mientras las cámaras de noticieros televisivos registraban los incidentes, sonó un balazo en el interior del templo. Tres integrantes del grupo de unos diez feligreses acusaron a uno de los desocupados de haber disparado. Sin embargo, advirtió el fiscal Nicora, las imágenes del canal TN mostraban que el acusado estaba desarmado y fuera de la Catedral. Por ese motivo, el fiscal Guillermo Nicora estudia iniciarle una causa por falso testimonio. Además de investigar todo el grupo que desalojó a los desocupados, antes de la llegada de la policía, que completó la tarea y que impidió el regreso de los ocupantes a la Catedral. Además, si bien se encontraron dos armas de fuego entre las pertenencias de los desocupados el fiscal pidió la captura de Emilio Alí, dirigente del Movimiento de Desocupados Teresa Rodríguez, por tenencia de un revólver calibre 38, arma de guerra, la cápsula que se encontró en la Catedral no corresponde al calibre de ninguna de ellas. El clima marplatense siguió ayer enrarecido: un grupo de desconocidos robó y causó destrozos en la parroquia Nuestra Señora del Milagro, en las afueras de la ciudad. Los agresores arrancaron las instalaciones de un baño, robaron elementos del depósito de Caritas y dejaron una nota identificándose como desocupados del barrio Libertad. El obispo de Mar del Plata, José María Arancedo, que el día de los incidentes resultó inhallable, ayer hizo declaraciones a través de AICA, la agencia de noticias de la Iglesia Católica: Un grupo de personas no identificadas se introdujo en la Catedral y empezó a sacar a los que estaban, pero la Iglesia no llamó a las fuerzas de seguridad porque no es su estilo.
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