El País de Madrid
Por Ferrán Sales Desde Jerusalén La cumbre de Erez celebrada el
martes fue un fracaso. La oferta de paz del primer ministro israelí, Ehud Barak, a los
palestinos ha causado una profunda decepción en el gobierno del presidente de la
Autoridad Palestina, Yasser Arafat, que creyó que la llegada de los laboristas al poder
aceleraría las negociaciones y pondría fin a la situación de bloqueo provocado por el
equipo conservador de Benjamin Netanyahu durante más de dos años, y que ayer demandó
telefónicamente al presidente norteamericano, Bill Clinton, que exigiera a Israel el
cumplimiento de sus compromisos.
La propuesta israelí de renegociar y aplazar la aplicación de los Acuerdos de Wye,
firmados el pasado octubre, fue tachada de inaceptable por Arafat, según
transmitió con indignación el propio presidente al emisario de la Unión Europea para
Oriente Medio, Miguel Angel Moratinos, durante una entrevista celebrada ayer por la
mañana en Gaza. El representante de la UE, que había sido convocado urgentemente por la
presidencia palestina minutos después de concluida la cumbre con los israelíes en Erez,
fue testigo personal del estado de frustración de Arafat, quien había creído hasta el
último momento en las palabras de Barak y que confiaba que en la cumbre hubiera, al
menos, un gesto de buena voluntad que demostrase su predisposición a avanzar en el
proceso de paz.
Arafat explicó ayer al emisario de la UE detalles de la reunión con Barak e hizo
hincapié en que el líder laborista, al solicitar la reapertura y renegociación de los
Acuerdos de Wye, no ofreció ninguna medida de compensación, como agilizar la puesta en
libertad de los 750 presos políticos, dar luz verde para edificar el puerto
de Gaza o construir un corredor permanente entre los territorios de Cisjordania y Gaza.
Arafat sostuvo que, atrapado por el proceso de negociación, se había visto obligado a
aceptar la formación de un comité conjunto para examinar la aplicación de Wye y la
posibilidad de reformarlo, comprometiéndose al mismo tiempo en dar una respuesta sobre la
oferta israelí en un plazo máximo de dos semanas. Arafat trasladó también
sus quejas al presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, a quien telefoneó para
recordarle que Washington es uno de los garantes de los acuerdos firmados en
Wye, según fuentes del gabinete presidencial de Gaza.
Sin excepción, todos los dirigentes palestinos se hacían también eco ayer de la
profunda decepción provocada por la actitud de Barak. Esto será una nueva pérdida
de tiempo, aseveraba el diputado palestino Ziad Abu Ziad, refiriéndose a la
comisión conjunta creada en Erez para examinar la aplicación y posibles reformas de Wye,
mientras desde El Cairo el jefe del equipo de negociadores, Saeb Erekat, insistía
tajantemente en que los acuerdos de Wye no se pueden volver a negociar y que
se deben aplicar sin ningún tipo de concesiones. Estas declaraciones y
valoraciones de los dirigentes palestinos con respecto de la oferta israelí dejan
entrever que las diferencias entre ambas partes sobre el proceso de paz son mucho más
importantes de lo que pudo deducirse de las palabras de los dos líderes al finalizar la
reunión en el puesto fronterizo de Erez. No hay crisis ni huida hacia
adelante, replicó el canciller David Levy tratando de minimizar la situación.
Quien desea avanzar y esté decidido a consolidar el proceso de paz debe escuchar a
la otra parte; nadie le impone nada a nadie, añadió.
Durante el plazo de dos semanas de reflexión que se han concedido israelíes y
palestinos, los dos dirigentes tratarán de mover a sus aliados para que presionen y
traten de convencer a la otra parte, se asegurabaayer en los círculos diplomáticos de
Jerusalén. La región vivirá así en los próximos días un agitado intercambio de
mensajes, la mayoría de los cuales serán difundidos desde Estados Unidos y El Cairo,
donde se encuentran los dos padrinos del proceso de paz. Barak está dispuesto a dar
explicaciones al propio presidente egipcio, Hosni Mubarak, a quien verá mañana por
segunda vez desde que ganó las elecciones. Pero antes de que pueda hablar con este
mediador ya lo habrán hecho los hombres de Arafat, quienes han trasladado al dirigente
cairota su profunda desilusión con Barak.
CONDENAN A FRANCIA POR VIOLAR LOS DERECHOS
HUMANOS
Libertad, fraternidad... y tortura
Por Octavi Martí Desde París
Francia
ha sido condenada por la Corte Europea de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, por
un delito de tortura cometido en 1991 contra Ahmed Selmouni. Los hechos se
remontan a noviembre de 1991, cuando Selmouni, ciudadano con doble pasaporte holandés y
marroquí, fue detenido por un grupo de policías dirigido por el comandante Bernard
Hervé. Durante cuatro días, en un calabozo de Bobigny, en los alrededores de París, fue
vejado moral y físicamente y torturado, recibiendo patadas, puñetazos o golpes dados con
un bate de béisbol. Selmouni hablaba incluso de violación en su descripción
de los hechos, pero el tribunal ha estimado que ese delito no quedaba probado.
El Tribunal de Estrasburgo dicta una indemnización de 500.000 francos a la víctima (unos
80.000 dólares) y sentencia que los actos son de una naturaleza tan grave y cruel
que no pueden dejar de tipificarse como tortura. Selmouni, en la cárcel desde 1992,
cuando fue condenado a 15 años de prisión por tráfico de heroína, querelló contra los
policías en 1993 sin obtener respuesta de la Justicia francesa. Al mismo tiempo, también
presentó su demanda ante el tribunal europeo de Estrasburgo. Después de años sin
atender la querella, Francia dijo que consideraba que el tribunal de Estrasburgo no tenía
competencia en el caso, porque Ahmed Selmouni no había agotado todas las vías legales
posibles en el país. El Tribunal europeo desestimó esos argumentos y eso ya forzó que
el 25 de marzo el comandante Bernard Hervé, al mando del grupo que torturó a Selmouni,
fuese condenado en Versalles a cuatro años de prisión por un juez francés, y los
restantes policías lo fueran a dos o tres años. Luego un recurso redujo
considerablemente la magnitud de las penas, dejándolas en cárcel con suspensión de
cumplimiento de la sentencia, y en la actualidad el tribunal de casación debe estudiar
nuevos recursos, ahora de la acusación.
Francia es el segundo de los 41 estados miembros del Consejo de Europa en ser condenado
por un delito de tortura. Sólo Turquía le ha precedido en un honor tan dudoso. La
sentencia ha sido adoptada por unanimidad de los 17 miembros del Tribunal, que han visto
en el caso una violación del artículo 3 de la Convención europea de los derechos
del hombre relativo a la tortura, así como una infracción del artículo 6 que
obliga a respetar el derecho a un proceso en un plazo razonable.
El Ministerio del Interior cree que el caso aún no está cerrado, porque hay
que esperar la decisión del tribunal de casación respecto de la condena dictada contra
los cinco policías. Para el Ministerio de Asuntos Exteriores, Francia se
conformará naturalmente a la decisión del Tribunal europeo de los derechos del
hombre.
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