Por Maximiliano Montenegro La encuesta de hogares
relevada en mayo, que están procesando los técnicos del INDEC, sigue dando señales
alarmantes sobre la situación social. Según la información oficial, a la que accedió
Página/12, cada vez más gente trabaja en forma precaria y, en su mayoría, al margen de
la ley. En mayo pasado, la proporción de asalariados en Buenos Aires y Gran Buenos Aires
alcanzó el record de 37,5 por ciento del total. Son casi 1,3 millón de personas que no
cuentan con descuentos jubilatorios, cobertura social, ni derecho a indemnización por
despido. Además, se desempeñan en empleos de escasa remuneración. Los datos también
muestran que se destruyeron puestos de trabajo asalariados y que, en cambio, se crearon
empleos por cuenta propia en negro. El derrumbe en los sueldos más bajos, en contraste
con una súbita concentración económica, explica por qué, como publicó ayer este
diario, el reparto de la torta del ingreso es cada vez más desigual.
Las cifras que están procesando en los últimos días en el INDEC no son alentadoras. La
mayoría de los 100 mil puestos de trabajo que se crearon entre octubre y mayo último son
informales, altamente inestables y muy mal retribuidos. En 1995, trabaja al margen de la
seguridad social menos del 32 por ciento de los asalariados. En octubre del año pasado
esa proporción ya había llegado al 37,2 por ciento y en mayo último saltó al 37,5 por
ciento. Hoy suman, entonces, 1.282.125 personas en Capital y Gran Buenos Aires, casi 350
mil más que hace cuatro años, que no tendrán derecho a una jubilación en el futuro ni
reciben hoy otros beneficios de las seguridad social, como el salario familiar.
Hasta ahora, cuando el INDEC publicaba la información de trabajadores sin descuento
jubilatorio se podía pensar en gente contratada dentro de alguna de las modalidades
promovidas. Sin embargo, estos contratos fueron suprimidos a fines del año pasado y, por
lo tanto, la mayor parte de los nuevos asalariados hoy revista en la categoría de
trabajadores en negro, es decir, sin ningún contrato legal de por medio. Los ocupados en
planes públicos transitorios, como los del Ministerio de Trabajo o la provincia de Buenos
Aires, tampoco gozan de aportes jubilatorios o indemnización por despido. Pero, en los
últimos meses, estos programas fueron ajustados, debido a los problemas fiscales.
Más en detalle, la encuesta oficial revela que entre octubre y mayo último se redujo en
100 mil el número total de trabajadores asalariados. Que la cantidad de asalariados al
margen de la seguridad social se haya mantenido se explica, entonces, porque casi esa
misma cifra de asalariados en blanco fue negreado en los últimos seis meses.
La otra conclusión del estudio oficial es que casi todos los puestos creados en ese
período fueron en actividades por cuenta propia (desde comercio y otros servicios hasta
proveedores informales de insumos a pequeñas empresas), seguramente también en negro.
Esta realidad de negreo e informalidad en la que está atrapada una gran franja de la
población sirve para explicar la creciente desigualdad en la distribución del ingreso.
En empleos cada vez más inestables, la remuneración de los sectores medios y bajos
continúa en caída libre. En cambio, pese a las crisis, ya sea la del Tequila o la
actual, los ingresos del estrato más alto no dejan de mejorar. Así lo indican los
siguientes datos oficiales:
u Entre octubre del 94 y mayo último, el ingreso del 10 por ciento más pobre de la
gente cayó nada menos que un 18 por ciento. El ajuste en la paga de la clase media baja
(otro 40 por ciento de la población) fue, en tanto, del 4 por ciento.
u Por el contrario, los ingresos del selecto grupo del 10 por ciento más rico crecieron
casi un 10 por ciento. Si se toma el quinto más acomodado, la suba fue algo más
moderada: del 7 por ciento.
La Argentina tocó fondo La Argentina ha tocado fondo y pronto empezará a recuperarse.
Roque Fernández decidió mostrarse optimista ante los inversores de Wall Street, a pesar
de que hace una semana admitió que la actividad económica sufriría este año una caída
del 3 por ciento. La multiplicación de conflictos con empresarios y trabajadores, tanto
de la industria como del sector rural, el derrumbe del consumo masivo, el aumento del
desempleo y los problemas macroeconómicos resultaron insuficientes como para que Roque
reconociera las falencias de su gestión. Argentina va a superar pronto la recesión
en que se encuentra, se esperanzó. De todos modos, atribuyó a razones exógenas
las dificultades con que Carlos Menem finaliza su gestión de gobierno. En un
momento se pensaba que Brasil podía devaluar, y ocurrió, que podía subir la tasa de
interés internacional, y ocurrió; que podía haber caída de los precios internacionales
y eso también ocurrió, y el país superó todos esos obstáculos y hoy está
fortalecido, aseguró el ministro. Finalmente, dijo que Argentina no
recurrirá al FMI para pedir más fondos. |
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