Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Fujimori habla de paz, pero prepara una guerra

Los presidentes de Perú, Alberto Fujimori, y de Brasil, Fernando Cardoso, se opusieron hace poco en una cumbre a una intervención norteamericana en Colombia, pero el primero tiene planes distintos.

Fujimori ya empezó las consultas con jefes militares.
Estuvieron a cargo de Montesinos, su jefe de inteligencia.

na18fo01.jpg (11639 bytes)

Página/12 en Perú
Por Carlos Noriega Desde Lima

t.gif (862 bytes) El villano de la película reapareció en escena, y con planes de la CIA bajo el brazo. Según fuentes de las fuerzas armadas peruanas, el asesor presidencial y jefe de facto del Servicio de Inteligencia Nacional, el ex capitán Vladimiro Montesinos, informó a los altos jefes militares peruanos, en una reunión ocurrida hace aproximadamente un mes, de un supuesto plan de Estados Unidos para intervenir en Colombia con el fin de enfrentar militarmente a la guerrilla marxista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del papel que les cabría a las FF.AA. peruanas en ese plan.
Aparentemente, la información expuesta por Montesinos sobre el supuesto plan de intervención norteamericana en Colombia provendría de la CIA. Desde mediados de los años setenta, cuando era un oficial en actividad, se le atribuyen a Montesinos estrechos lazos con la central de inteligencia norteamericana –a la que habría vendido detalles de los planes de adquisición de armamento soviético por el gobierno nacionalista de Velasco Alvarado–, vínculo que se mantendría hasta la fecha. La reunión de Montesinos con los jefes militares tuvo carácter consultivo. Según estas fuentes castrenses, en esa reunión Montesinos señaló que las fuerzas armadas peruanas, así como las ecuatorianas, participarían en dos niveles dentro del plan de intervención: en una primera instancia tendrían la misión de impedir que las FARC asienten bases de apoyo en el territorio de ambos países y, también, de golpear a la guerrilla colombiana en las zonas cercanas a sus fronteras con rápidas incursiones de ataque y repliegue. En una segunda instancia, ambos países cooperarían en la consolidación del dominio sobre las áreas de las cuales las FARC hayan sido expulsadas.
Precisamente en marzo de este año el presidente Alberto Fujimori anunció el reforzamiento militar de la frontera con Colombia para “enfrentar cualquier incursión” de la guerrilla colombiana. Desde entonces, Fujimori ha criticado reiteradamente el proceso de paz que lleva adelante el presidente colombiano Andrés Pastrana y ha repetido que la guerrilla colombiana “es una amenaza” para la seguridad de la región. Por su parte, este martes 27 el ministro de Defensa de Ecuador, José Gallardo, anunció que ese país reforzará la seguridad a lo largo de su frontera con Colombia. El anuncio lo hizo durante la visita a Quito del zar antidrogas norteamericano, Barry McCaffrey. Explicando esta militarización de la frontera con Colombia, Gallardo dijo que “hay que estar preparados para cualquier eventualidad”.
En otro pasaje de su intervención, Montesinos aseguró que la estrategia norteamericana se concentraría en atacar y quebrar el financiamiento de la guerrilla. “El Comando Sur de los Estados Unidos ha implementado una coordinación entre el Centro de Conflictos de Baja Intensidad, la DEA y la CIA para ahogar financieramente a los grupos armados”, señaló Montesinos en dicha reunión.
En su reciente visita a Colombia, el zar antidrogas de Estados Unidos, Barry McCaffrey, acusó por primera vez a las FARC de manera directa de recibir financiamiento del narcotráfico. Aunque descartó que Estados Unidos prepare una intervención para enfrentar a la guerrilla, esta afirmación abre las puertas para que eso ocurra. Si la misión de las fuerzas norteamericanas en Colombia es luchar contra el narcotráfico y la guerrilla es una “narcoguerrilla” que se financia con dineros del narcotráfico, entonces, bajo esa premisa, la lucha contra el narcotráfico llevará a luchar, también, contra la guerrilla.
El accidente sufrido el pasado viernes por el avión espía norteamericano De Havilland 7 cerca de la frontera con Ecuador y la reciente ofensiva de las FARC cerca a Bogotá han puesto en evidencia el involucramiento de Estados Unidos en la lucha contra la guerrilla. El De Havilland 7 se estrelló en las montañas cuando cumplía misión de espionaje sobre los movimientos y comunicaciones de las FARC. El éxito del ejército colombiano para detener la última ofensiva de las FARC, su primera victoria luego de una larga racha de derrotas, habría sido posible gracias a las informaciones proporcionadas por los norteamericanos sobre los desplazamientos de los frentes guerrilleros. Por su parte, el diario colombiano El Espectador informó recientemente que los norteamericanos vienen interceptando las comunicaciones de las FARC.
En su exposición, Montesinos llegó al extremo de dar detalles de las fuerzas que intervendrían en Colombia. El asesor de Fujimori habló, según las fuentes castrenses, de 120 mil hombres, dos divisiones aerotransportadas, dos fuerzas especiales del ejército de tierra, tres divisiones de los marines y 200 aviones, entre otros equipos. “Sería una campaña que duraría entre 45 y 60 días”, aseguró Montesinos, según estas mismas fuentes.
Fujimori se declaró opuesto a una intervención extranjera en Colombia durante la reciente visita a Lima del presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, pero agregó que “los países amigos de Colombia estaban dispuestos a aceptar un nivel de coordinación y cooperación mutua” para enfrentar a la guerrilla. Fujimori se ha declarado enemigo del proceso de paz que intenta llevar adelante el presidente colombiano Andrés Pastrana y ha defendido la “solución militar” al problema de la violencia política en Colombia. En este tema, la postura de Fujimori parece estar más cerca de la del presidente argentino Carlos Menem, que se ha mostrado dispuesto a participar en una intervención armada “si lo pide el gobierno de Colombia”, que la del mandatario de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, que ha manifestado su claro rechazo a los planes norteamericanas de intervención militar.
En Lima, un vocero de la embajada norteamericana desmintió la existencia de este plan de intervención que se habría analizado en la reunión entre el omnipresente asesor presidencial, Vladimiro Montesinos, y los altos mandos militares peruanos.
Sobre esta posible intervención militar en Colombia, el ex canciller de ese país y actual asesor en el proceso de paz, Augusto Ramírez Ocampo, declaró a Página/12 que “no creo en una acción colectiva de los países del continente, ahora, el riesgo de acciones militares unilaterales de Estados Unidos en América latina existe”. De ocurrir dicha intervención, Ramírez Ocampo está convencido de que “se amalgamarían las fuerzas de la guerrilla con el resto del país para luchar contra esta intervención extranjera y, entonces, vendría un Vietnam”. Ante la eventualidad de un pedido del gobierno colombiano para que una fuerza multinacional acuda en su ayuda para enfrentar a la guerrilla, Ramírez Ocampo fue tajante: “El presidente que hiciera eso sería un presidente paria, un traidor a la patria”.

 

PRINCIPAL