San Lorenzo perdió con la Católica en el debut de la Mercosur. Mal partido. Brizuela hizo el gol con ayuda del cielo. Gorosito no recibió castigos corporales. |
Resultó cierto. El Papa dijo que el Infierno no es un lugar concreto, que es una abstracción. Entre tanto santo, Universidad Católica y San Lorenzo hicieron 90 minutos de pecado y merecerían irse a ese lugar indefinido. Los chilenos, es cierto, tendrían un paso previo por el Purgatorio. Al fin de cuentas, aunque el gol fue de carambola, ganó 1-0 y quedó como líder del Grupo C de la Mercosur a la espera de lo que hagan Boca y San Pablo mañana. Tanto se habló, tanto parecía que los santos no iban ser tan santos astillándole los tobillos al traidor Gorosito, que todo quedó en amagues y se portaron como buenos santos. Apenas un empujón de Paredes al Pipo en el primer tiempo fue la única falta que recibió el expulsado del paraíso del Dios Miele. Gorosito aceptó el destierro y puso la otra mejilla: casi ni tocó la pelota pese a todas las libertadores que le dieron sus ex compañeros. Entonces, ¿por qué ganó la Católica? Porque encontró un doble rebote en Paredes e Iván Córdoba en un tiro anunciado y recto del paraguayo Brizuela que descolocó a Campagnulo, rebotó en el travesaño, picó en la línea y se metió. Por eso, sólo por eso. Si éste es el San Lorenzo que Ruggeri consiguió armar para el Apertura, no la pasará muy bien en el torneo oficial. La línea de fondo responde al libre albedrío más extremo. Uno sale, otro mira, el tercero se queda y el cuarto se distrae. Todos juntos, lo mismo al mismo tiempo, jamás. Así, Rozental y Cornejo tuvieron dos mano a mano que tapó bien Campagnuolo, al fin de cuentas transformado en Angel de la Guarda del arco santo. En el medio no quita una pelota ni por error. González y Gallardo son livianitos para la marca y el zurdo Saric trata de obedecer respetando la ubicación como volante central. Con el equipo inicial de anoche, San Lorenzo no tiene desborde, por derecha ni por izquierda y queda librado a que Borrelli pueda meter algún pase gol. Ayer metió dos y por poco no empató Romeo en las dos más claras que tuvo. El panorama se agrava si se mide al rival. La Católica es un grande del fútbol chileno, pero venido a menos y en formación. Va a depender de que Gorosito le marque el ritmo y los tiempos, pero Gorosito todavía no encontró casa en Santiago ni colegio para los chicos, qué va encontrar ubicación en el campo... Se salvó por el oficio de Simionato, Lepe, la buena tarea del lungo Walker y el toque de suerte que le dio la Providencia en aquel remate de Brizuela. A San Lorenzo hay que rescatarle las intenciones de jugar por abajo, de cuidar la pelota y de no avergonzarse por el toque atrás o lateral si de cuidar la pelota se trata. En desventaja desde el minuto 11 nunca se desesperó, no pegó nunca y trató de llegar al empate con la línea que baja desde el banco. Entre tanta culpa, alguna virtud. Ya se sabe que el camino del cielo está sembrado de buenas intenciones.
|