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Ni el transporte público se salva

Los servicios públicos de uso masivo ya registran la baja en el consumo. Sólo zafan los destinados a sectores de altos ingresos.

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t.gif (862 bytes)  La recesión está golpeando con intensidad a la franja de la población de menores ingresos. De acuerdo con la medición oficial sobre el uso de los servicios públicos, durante junio cayó la cantidad de pasajeros de los trenes interurbanos y colectivos respecto del mismo mes del ‘98. También hubo una disminución del 8,9 por ciento en las llamadas telefónicas urbanas. El crecimiento explosivo de los servicios públicos quedó en la historia. Durante el mes pasado se acentuó el amesetamiento, en el promedio general, que se venía perfilando desde marzo.
Comparado con el mes anterior, en junio el indicador de servicios públicos relevado por el Indec bajó 0,5 por ciento. Al tomar períodos más largos –un año, por ejemplo–, el índice continúa mostrando un signo positivo: de hecho, el incremento con respecto de junio de 1998 fue del 5,8 por ciento. Sin embargo, esa expansión es sensiblemente más pobre a la que se dio hasta marzo, evidenciando que, en medio de la retracción económica, el público utiliza menos servicios públicos.
En la utilización de servicios públicos se percibe el corte social: mientras que el empleo de aquellos ligados a la porción de la población con mayores ingresos va en aumento, en otros de uso masivo –como los trenes, colectivos, subterráneos y comunicaciones urbanas– se nota un declive o, cuanto menos, un estancamiento.
De hecho, la expansión con respecto del año anterior queda explicada por el notable incremento de los rubros utilizados por el nivel de público de más altos ingresos, como las llamadas telefónicas internacionales e interurbanas, la telefonía celular y los pasajeros en vuelos de cabotaje. Por otra parte, estos sectores han sido beneficiados por la política de las compañías, que han lanzado tarifas promocionales.
La recesión también se palpa en las rutas. La cantidad de autos y camiones que pagaron peaje durante junio cayó 2,7 por ciento respecto del mismo mes del ‘98. Y 6,4 por ciento en comparación con mayo. Precisamente, la mayor caída en el año se dio entre los camiones pesados, del 12,4 por ciento promedio entre las distintas autopistas, justo aquellos que son encargados de transportar carga, lo que da otra aproximación de la manera en que la retracción económica castiga al consumo. Lo mismo sucede con la carga que se transporta en los trenes, que derrapó casi 6 por ciento en el primer semestre del año con respecto de igual período de 1998.
En el caso de los colectivos hay otro dato revelador: la mayor baja en la venta de boletos se dio entre aquellas líneas que tienen cabecera en el Gran Buenos Aires, donde vive la franja de la población con menores ingresos.
Aun cuando se trate de la telefonía móvil, el panorama no es alentador. Si bien el crecimiento interanual se ubicó en el 23,4 por ciento -constituyendo a este rubro como el de mayor expansión de la serie–, esa cifra es sensiblemente menor al 156 por ciento que el servicio había crecido entre el ‘97 y el ‘98. En este sentido, el freno de la expansión estaría dejando entrever una suerte de saturación del mercado.

 

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