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Por Cecilia Hopkins El tema de los celos no solamente inspiró a William Shakespeare su tragedia Otello: escrita en 1610, durante sus últimos años de vida, Cuento de invierno es una obra muy poco difundida. Se trata de una tragicomedia romántica que, al igual que La tempestad (escrita al año siguiente) incluye un final feliz, pleno de reconciliaciones familiares. Bajo la conducción de Miguel Guerberof, un pionero del teatro independiente de calidad, un grupo particularmente homogéneo de actores está presentando en el Callejón de los Deseos una versión de esta obra, también responsabilidad del propio director. Otros rubros de la producción han sido cubiertos por los propios intérpretes, como el vestuario, obra de Patricia Sánchez, a la vez sobrio y sugerente. Rigurosa y minimalista en cuanto a sus requerimientos de escena, Cuento de invierno centra su principal atractivo en el juego actoral que permite. La propuesta de Guerberof no contempla ni cambios de vestuario ni escenografía: la utilería se reduce también a un gran carrete de madera de esos que se usan para transportar cables y que usualmente quedan abandonados en la calle. Cuando los personajes de Shakespeare hacen mutis, los actores de esta versión esperan sus partes permaneciendo en escena inmóviles, solos o en grupos, enmarcando cada situación, recurso que contribuye al desarrollo sintético, y que por otra parte recuerda al público el aparato teatral. En Cuento ..., el rey Leontes está convencido de que su reina lo ha engañado con un amigo de infancia. Esta es la razón por la cual no solamente repudia a su mujer no bien nota su embarazo, sino que también ordena abandonar a la hija recién nacida. El agravio impuesto a la reina .-inocente a todas luces en el original, aunque esta versión propone destacar otros matices trae aparejados otros temas tales como la emancipación femenina y la guerra entre los sexos, ya presentes en otras obras del autor. Si bien es cierto que los aspectos farsescos del texto se instalan decididamente apenas la acción se traslada del ámbito noble al campesino, el elenco enfatiza excesivamente, tal vez, la intención de romper con el tono predominante en los primeros tramos de la pieza, de indudable contenido dramático. Aún así, en ambas partes los actores se destacan tanto por su dicción .-crucial en estos casos como en el manejo de las habilidades físicas requeridas. Hay roles que permiten un lucimiento mayor y de eso sacan provecho Horacio Acosta, Osvaldo González y Carlos Lipsic, en el rol del celoso Leontes.
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