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CONVENCION DE LA UCR BONAERENSE EN ESCOBAR
Bajo la sombra de Alfonsín

Se consagró la fórmula provincial. Hablaron Moreau, Graciela y De la Rúa ante más de cinco mil personas. Vítores para Alfonsín.

De la Rúa junto a Fernández Meijide, Posse, Moreau y el frío.
Se espera que ahora el radicalismo provincial entre en calor.

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Por José Natanson

t.gif (862 bytes) La Convención de la UCR de la provincia de Buenos Aires sesionó ayer bajo la figura de Raúl Alfonsín, cuya ausencia sobrevoló el discurso de los oradores y el ánimo de los presentes. El encuentro, con el que la Alianza aspira a poner en marcha la poderosa estructura del radicalismo bonaerense, concluyó con un acto que cerró Fernando de la Rúa. “Al justicialismo no sólo le falta un programa. También le falta vergüenza para hacer un balance de estos años que empujaron a la crisis”, sostuvo anoche el candidato presidencial de la coalición ante unos cinco mil radicales que tiritaban de frío.
El costado institucional de la Convención que sesionó ayer en Escobar fue la aprobación de los aportes del radicalismo al Proyecto Buenos Aires, el nombre del plan de gobierno de la Alianza para la provincia que se presentará en la segunda quincena de agosto. Pero el dato central del encuentro no fue formal sino político. Con la inauguración de la Convención provincial, la coalición aspira a movilizar el poderoso aparato de la UCR bonaerense. En el comando de campaña se suelen escuchar críticas a lo que definen como el “inmovilismo” de los caudillos del radicalismo bonaerense. Es que, aunque De la Rúa logró ampliar la ventaja sobre Eduardo Duhalde en los últimos dos meses, la fórmula provincial de la Alianza continúa empantanada, en un virtual empate con el justicialista Carlos Ruckauf. Así surge de la encuesta de Analogías dada a conocer ayer en exclusiva por este diario.
Los jefes de la Alianza están convencidos de que la Convención actuará como punto de partida para la puesta en marcha del complejo entramado de intendentes, legisladores, concejales y punteros dispersados a lo largo del territorio bonaerense. Una operación que tendrá su complemento con la asunción de las nuevas autoridades del Comité Provincial –que presidirá Leopoldo Moreau– en el acto en Ferro que se realizará el próximo 6 de agosto.
El radicalismo, un partido con una tradición históricamente refractaria a las alianzas electorales, parece haberse acostumbrado a la sociedad con el Frepaso. La última Convención Nacional que sesionó en Rosario aceptó, por primera vez, la candidatura de un dirigente de otro partido –Carlos “Chacho” Alvarez– junto a la de un radical. Ayer ocurrió algo similar, con una diferencia: Graciela Fernández Meijide no ocupa el segundo lugar en la fórmula sino el primero.
Mientras los convencionales debatían dentro del predio de la Fiesta Nacional de la Flor, los dirigentes y militantes conversaban en la confitería y en los pasillos. El tema más repetido era el estado de salud de Raúl Alfonsín, quien se encuentra reponiéndose de un accidente y probablemente se incorpore al último tramo de la campaña. Su ausencia fue la más notoria. Su figura se colaba por todos lados: en los afiches de “Fuerza Raúl”, en las conversaciones de los dirigentes, en las menciones de los oradores y en la presencia de su hijo, el legislador provincial Ricardo Alfonsín, que adquirió protagonismo mediático informando sobre la salud de su padre en la puerta del Hospital Italiano.
Los convencionales concluyeron la discusión a las seis de la tarde. A esa hora llegó De la Rúa, acompañado por la fórmula bonaerense de la Alianza que integran Fernández Meijide y Melchor Posse. Luego de una breve conferencia de prensa, los candidatos se acercaron al palco desde el que contemplaron a los cinco mil radicales que habían llegado en micros desde distintos lugares de la provincia. Los primeros en hablar fueron Moreau y Storani, seguidos por Posse, que recordó en varias oportunidades la figura de Alfonsín. “Rindo homenaje al que es capaz de movilizar desde su cama de enfermo a todos los radicales de la provincia”, señaló el intendente.
La cuarta oradora fue Graciela. “Cuando nos dicen que ellos tienen experiencia y nosotros no, hay que decir que tienen la experiencia de haber armado poder para beneficiar a algunos grupos concentrados”, aseguróla candidata. El cierre quedó en manos de De la Rúa. “Ellos avanzan erráticos improvisando ideas, debatiéndose en el desastroso resultado que llevaron a esta crisis en la Nación y en la provincia”.

 


 

REGRESO AL PUEBLO DE DONDE LO
La segunda fue la vencida

Américo Schvartzman Desde Concepción del Uruguay

t.gif (862 bytes) Esta vez pudo aterrizar y honrar a su ex asesor Emilio Perina. Llegó rodeado de un impresionante operativo de seguridad, fue saludado por el intendente de Villa Mantero y los productores agrarios que la semana pasada lo habían obligado a huir se conformaron con hacerle llegar un petitorio. El presidente Carlos Menem, ofendido tal vez, se negó a recibirlo pero el gobernador Jorge Busti sí lo hizo y prometió elevarlo a la Rosada oportunamente. El Tula amenizó la velada. Con una semana de retraso “la fiesta peronista” de un pueblo de 1500 habitantes tuvo 3000 asistentes.
El homenaje a Perina, asesor de dos presidentes (Menem y Arturo Frondizi) se transmutó en acto de “desagravio a la comunidad de Villa Mantero”, según coincidieron en destacar desde el palco oficial el intendente Eduardo Bonnin, el gobernador Jorge Busti, el senador Héctor Maya.
La pequeña ciudad se vio invadida desde temprano por pasacalles, funcionarios y efectivos de la Policía de Entre Ríos. El segundo intento de visita presidencial fue precedido por un notable operativo coordinado por Busti y por el candidato a sucederlo, el senador Maya. La orden llegó a las localidades vecinas y sus resultados se verificaron ayer: micros provenientes de las distintas ciudades entrerrianas permitieron que más de tres mil personas vivaran al Presidente.
Menem hizo una entrada cinematográfica por la calle principal: decenas de automóviles, minibuses, patrulleros, ambulancias y vehículos oficiales cubrieron de polvo a los curiosos que esperaban para verlo. A la “fiesta peronista” no le faltó ninguno de los condimentos habituales. Ni el bombista oficial del peronismo, el “Tula” que llegó hasta Villa Mantero.
El Presidente habló rodeado por Corach, Kohan, Busti, Maya, legisladores provinciales y nacionales –como Loly Domínguez– e innumerables dirigentes de segunda línea y candidatos a intendentes de toda la zona. Recordó a Perina citando palabras de Arturo Frondizi: “Cuando tenga algún problema, consulte a don Emilio”. Editorializó acerca del aviso protagonizado por Fernando de la Rúa (“aparece con un grupo comando apuntando a la Rosada, porque siempre fueron a golpear las puertas de los cuarteles y los traiciona el subconsciente”). Distendido, invitó a los entrerrianos a visitar Anillaco, a través de lo que anunció como una “humorada”: “Si se les hace muy largo el viaje, no se olviden de que en Anillaco hay una pista de aterrizaje”.

 

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