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Guerra uno, paz cero. El deteriorado proceso de paz en Colombia recibió otra estocada fortísima, después de que el viernes a la noche se frustrara otra reunión entre el gobierno y la guerrilla en medio de una creciente ola de atentados terroristas. Los representantes del presidente Andrés Pastrana y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no lograron ponerse de acuerdo para fijar una nueva fecha de inicio de las negociaciones, enterrando aún más las posibilidades de una resolución pacífica del enfrentamiento. El resultado fue precipitado por las declaraciones del zar antidrogas norteamericano, Barry McCaffrey, de que narcotráfico y guerrilla son lo mismo. Las FARC reaccionaron ante lo que ven como una intervención de EE.UU. con una demostración de fuerza: reivindicaron el atentado del viernes con un coche bomba en Medellín y ayer atacaron las localidades de Manizales, cerca de Bogotá, y Nariño. Nosotros sólo alcanzamos un acuerdo para estar en desacuerdo, ironizó ayer sin demasiados motivos el Alto Comisionado para la Paz, Víctor Ricardo, después de reunirse con representantes de las FARC en el sureño departamento de Caquetá. Los delegados de ambas partes postergaron por tercera vez en el mes el inicio de las negociaciones, sin fijar una nueva fecha de encuentro. El inicio de las conversaciones estaba previsto para el 19 de julio, pero las FARC las suspendieron en forma indefinida por lo que consideran falta de claridad sobre las actividades de la comisión verificadora internacional del proceso de paz. El objetivo de la comisión era investigar las denuncias sobre ejecuciones cometidas por la guerrilla en la zona desmilitarizada de 42.000 km2, y sobre las acusaciones de que las FARC aprovechan ese territorio concedido por el gobierno para el tráfico de drogas y el entrenamiento de guerrilleros. La polémica relación entre narcotráfico y guerrilla había sido disparada la semana pasada por el general McCaffrey al acusar a las FARC de beneficiarse financieramente del narcotráfico. El zar estadounidense fue respaldado por el comandante de las Fuerzas Militares colombianas, el general Fernando Tapias, que aseguró que de eso ya no le quedan dudas a nadie, avalando la presencia norteamericana en la región para luchar contra el narcotráfico y reforzando las sospechas sobre una acción antiinsurgente conjunta entre Estados Unidos y Colombia. El título de narcoguerrilla provocó enojo entre las filas de las FARC, que ayer apoyaron las palabras del presidente Pastrana al desestimar las denuncias de las autoridades militares. Nunca dialogaría con narcotraficantes. No hay evidencias de que las FARC sean narcotraficantes. Sí cobran peajes a los narcos, pero siempre dijeron que están interesadas en la erradicación de los cultivos ilícitos, defendió Pastrana, en un intento por evitar que la ayuda de Estados Unidos sea vista como una financiación al combate contra la guerrilla. Estas declaraciones corresponden a una realidad que el presidente conoce muy bien, por esa razón él vino a hablar con las FARC siendo presidente electo y en funciones, dijo el guerrillero Raúl Reyes. La guerrilla redobló la presión sobre el gobierno al reclamar la entrega de una localidad al sur del país para erradicar el cultivo de coca y continuó los ataques. El Frente Urbano Jacobo Arenas, una facción urbana de las FARC, se atribuyó el atentado con un coche-bomba que destruyó la sede de la IV Brigada del ejército en Medellín, y alertó a las fuerzas de seguridad colombianas sobre el peligro de que la guerrilla extienda la lucha armada a las zonas urbanas. Otra bomba en la ciudad de Manizales, cerca de Bogotá, y un ataque en la localidad de Nariño también fueron atribuidos a las FARC por fuentes del ejército. Al mismo tiempo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) la segunda guerrilla colombiana se adjudicó la responsabilidad por la desaparición del avión Beechcraft venezolano cerca de la frontera con Colombia. Las autoridades aeronáuticas habían anunciado que la búsqueda del avión desaparecido continuaba, aunque el paradero era un misterio. El avión partió de Caracas y desapareciódespués de hacer escala en la ciudad de Barinas, de fuerte presencia guerrillera.
LOS PALESTINOS EXIGEN QUE ISRAEL CUMPLA EL
ACUERDO Israel
está perdiendo margen de maniobra para dilatar el cumplimiento del acuerdo de Wye Mills
firmado con los palestinos. El Fatah, máximo órgano de la Autoridad Nacional Palestina
(ANP) que preside Yasser Arafat, exigió ayer al gobierno israelí que no
desperdicie más tiempo en ejecutar el repliegue del 13 por ciento de Cisjordania.
Arafat celebró un encuentro ayer con el presidente egipcio Hosni Mubarak, y hoy se
reunirá el Frente Popular de Liberación de Palestina, un grupo extremista islámico. En
Siria, el otro foco del proceso de paz de Medio Oriente, el diario oficial Al Zaura
afirmó ayer que el presidente Hafez Assad rechaza cualquier encuentro informal con
líderes israelíes, y subrayó que el presidente no regatea ni hace
cumplidos.
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