Por Facundo Martínez En el estadio de Ferro por la
clausura de la Bombonera y ante unos 15.000 espectadores, Boca debutó en la Mercosur con
una indiscutida goleada ante el San Pablo de Brasil, por 5 a 1, y comenzó así a imponer
su modelo de juego, mejorado en varios puntos, en el plano internacional. El partido fue
uno de los más emotivos de las últimas actuaciones del equipo de Bianchi, que no sólo
demostró mantener intacta su solidez y efectividad, sino también su intención de ser
protagonista en esta copa. Guillermo Barros Schelotto, con tres goles, Hugo Ibarra y
Antonio Barijho, con uno, fueron las figuras de la cancha.
Fueron dos partidos, uno por tiempo, y Boca ganó los dos. En el primero, lo hizo con
goles y creatividad, ante un San Pablo tímido en ideas y frágil, demasiado fácil, en
defensa. El segundo, con amor propio y los bolsillos llenos, por supuesto, y un poco de
suerte.
A los 3 minutos del inicio, Guillermo puso el 1 a 0. Fue después de un quite de Diego
Cagna en el medio del campo, que Barijho recibió al costado del área y envió un centro
habilitando al Mellizo que, en dos tiempos -primero pifió, terminó colocando un
pelotazo imparable en el arco de Rogério. El gol sorprendió al San Pablo, que reaccionó
y, durante unos pocos minutos, los brasileños salieron a buscar el empate. Pero a los 12
minutos un dudoso penal de Marcelinho sobre Barijho sentenció la tarde paulista. Los
hinchas pidieron a gritos que pateara Palermo, una broma. Lo hizo el mellizo Guillermo, y
2 a 0. Hasta aquí, ninguno de los dos equipos había hecho lo suficiente para ir en
ventaja. Sin embargo, la tarde de los boquenses comenzó a oler a goleada. La defensa
paulista, lenta y abierta, daba sobradas garantías.
El San Pablo no le encontró la vuelta al equipo de Bianchi, que con un buen trabajo de
movilidad y manejo en el medio campo y en la zona de ataque manejó la pelota, creando
muchas oportunidades para agrandar la diferencia. Lo que Boca insinuó desde el inicio
tomó la forma concreta de goleada cuando el lateral Hugo Ibarra, a los 21 minutos,
realizó una jugada irrepetible: desbordó, eludió y arrastró a Marcelinho y a Wilson;
entró en el área rival con la pelota atada a los pies, tiró una pared con Barijho y
concluyó, en un mano a mano, colocando la pelota por encima del arquero. Un golazo, el 3
a 0.
Un error en la defensa de Boca le permitó a Raí descontar, con un disparo sutil desde la
puerta del área de Córdoba, a los 29, después de una buen pase de Souza el
mejorcito del San Pablo. Pero esa alegría, duró un pestañeo, porque Nem el
peor del partido le convirtió un penal ingenuo, innecesario, a Guillermo, quien
nuevamente desde los doce pasos puso el partido 4 a 1. Y San Pablo se limitó a sufrir.
En la segunda mitad, Paulo César Carpeggiani dispuso dos cambios en el equipo y la cosa
mejoró un poco para el San Pablo. Con más agresividad les robó la pelota a los locales
y creó muchísimas situaciones de gol. Pero la suerte estaba echada y Boca se salvó
hasta con el aire. La entrada de La Paglia y del otro mellizo, Gustavo, le devolvieron el
protagonismo al conjunto xeneize. La gente de Boca estaba colmada de goles y de fútbol,
pero igual, a los 90, Barijho puso el 5 a 1, para la fiesta.
En el Grupo C Boca juega el miércoles con San Lorenzo por la segunda fecha del Grupo C y
ya existen dificultades con respecto a la determinación del estadio donde se jugará el
partido. Hasta el momento, jugados dos encuentros, el equipo de Bianchi encabeza con tres
puntos, cinco goles a favor y uno en contra; segundo está Universidad Católica de Chile,
con tres también, uno a favor y ninguno en contra; tercero queda San Lorenzo sin puntos y
último San Pablo también sin puntos pero con peor diferencia de gol. |
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